La Generalitat promete usar sus ‘embajadas’ para presionar a Sánchez
Alfred Bosch, conseller de Acción Exterior, ha asegurado en Bruselas que las delegaciones catalanas en el extranjero buscarán presionar al Gobierno en la mesa de diálogo
La política de internacionalización de Cataluña no ha cambiado, el que ha cambiado ha sido el ministerio de Exteriores. Esta es la idea que ha dejado caer Alfred Bosch, conseller de Acción Exterior, durante una visita este jueves a Bruselas, donde se ha reunido con los representantes de catorce de las quince delegaciones que la Generalitat tiene en el extranjero.
Una de las señas de identidad de Josep Borrell al frente del ministerio de Exteriores fue su cruzada contra estas embajadas, a las que consideraba elemento central de una propaganda independentista en el extranjero. Desde la Generalitat saben y admiten que buena parte de la cruzada tenía su base en un error de procedimiento por parte del Govern. Pero también aseguran que el ambiente ha cambiado mucho con la nueva ministra, Arancha González Laya.
A solo unos cientos de metros de la delegación catalana, hace solo una semana, González Laya aseguraba en rueda de prensa que las delegaciones de la Generalitat serían vigiladas y pedía “juego limpio” y amenazó con tomar las “medidas necesarias” si este no se respetaba. Y hoy Bosch ha dejado claro cuál es su visión de las delegaciones: no solo están para promocionar la región, los intercambios culturales y el comercio, también están para hacer política. Nada ha cambiado para la Generalitat.
“Nosotros seguimos haciendo lo que hemos hecho, que es legal, es legítimo y, además, es necesario”, ha asegurado Bosch ante un grupo de periodistas, asegurando que las delegaciones van a hacer política. “Prohibir que se haga política en Cataluña o fuera de ella corresponde a otros tiempos, no lo queremos”, ha asegurado el conseller, puntualizando que no van a hacer “partidismo, pero sí la acción político-institucional que le corresponde al Gobierno de Cataluña”.
Mesa de diálogo
Bosch ha asegurado que esta nueva fase de una mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat les ha situado a nivel exterior como “interlocutores reconocidos” algo que “despierta interés” en el extranjero y les “homologa a nivel internacional” como “portavoces” de la sociedad catalana.
“Despierta interés de forma clara en Europa y en el resto del mundo, y eso lo estamos notando”, ha señalado Bosch, que ha asegurado también que tienen el objetivo de abrir representaciones de la Generalitat en los cinco continentes. “Siempre que se nos brinde la oportunidad explicaremos cuál es la propuesta que lleva el Gobierno de Cataluña a la mesa de diálogo, que es muy clara”, ha asegurado.
Y el conseller no esconde que quiere que las representaciones exteriores jueguen su rol en la mesa de negociación. Ha asegurado que a los interlocutores internacionales que quieran escucharles les lanzarán un mensaje claro: “Les diremos que persuadan a Pedro Sánchez para que este diálogo sea sincero y lleve a una solución democrática”.
“Queremos que persuadan a Pedro Sánchez de que se lo tome en serio y que este diálogo lo pueda impulsar con todo el apoyo internacional que pueda obtener”, ha señalado Bosch al término de un encuentro con los jefes de las distintas delegaciones catalanas, señalando que están explicando a los interlocutores internacionales “que el diálogo es lo mejor que se puede hacer”. “Si pueden trasladárselo a Pedro Sánchez, estamos seguros de que le dirán exactamente eso: lo mejor que podéis hacer es dialogar y encontrar una solución”, ha asegurado el conseller, haciendo un llamamiento especial a la familia socialdemócrata europea.
La política de internacionalización de Cataluña no ha cambiado, el que ha cambiado ha sido el ministerio de Exteriores. Esta es la idea que ha dejado caer Alfred Bosch, conseller de Acción Exterior, durante una visita este jueves a Bruselas, donde se ha reunido con los representantes de catorce de las quince delegaciones que la Generalitat tiene en el extranjero.