Los duros de ERC amenazan la investidura: exigen la unilateralidad con una moción

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha puesto en peligro la investidura al abrir el melón de la unilateralidad a dos días del Congreso Nacional de ERC, que se celebrará este fin de semana. Los planes de los republicanos, según fuentes del partido de Oriol Junqueras, era obviar esta cuestión que ahora ha saltado a la palestra en un juego absurdo de declaraciones y contradeclaraciones que no benefician a nadie, y menos a los planes de Pedro Sánchez para ser presidente. En una entrevista en TVE, Ábalos dudó y apuntó a que creía que sí, que la vía unilateral había sido abandonada por ERC. Y eso forzó a que Marta Vilalta, portavoz de ERC, tuviera que salir a la palestra a negar la mayor al asegurar que la unilateralidad no quedaba descartada, si bien tampoco es que sea una apuesta del partido en este momento.

Las declaraciones de Ábalos han llegado en el peor momento y en boca de un ministro del PSOE. El pique entre Ábalos y Vilalta no es tal y carece de importancia. Ambos están en la comisión negociadora de la investidura. El problema es cómo cada parte vende a sus bases el acuerdo y que ERC pretendía dejar la vía unilateral sin que se notase demasiado, algo complicado si este sábado se reúne el Congreso Nacional de los republicanos.

La unilateralidad es una de esas entelequias sobre las que pivota la política catalana. Unilateralidad es lo que pasó en octubre de 2017: no negocio nada y sigo adelante: apruebo leyes de desconexión, no reconozco el marco legal vigente y declaro la independencia. De hecho, tanto Junqueras como su hombre de confianza, Pere Aragonès, ya habían renunciado a esta hoja de ruta en sendas declaraciones públicas. Junqueras lo hizo en una entrevista en septiembre de 2018 en 'El Periódico de Catalunya'. Aragonès se sumó días después en Catalunya Ràdio apostando por un marco “bilateral” para llegar a un acuerdo. Otros líderes de ERC, como Joan Tardà, ya se habían bajado de ese caballo hacía tiempo. Es decir, Ábalos tenía una base para decir lo que dijo en televisión. Pero no era el mejor momento para hacerlo.

En las ponencias que se someterán a votación en el Congreso de ERC de este sábado, la unilateralidad como concepto no aparece. El nuevo mantra es “ampliar la base”, es decir, superar los dos millones de personas a favor de la independencia, atrayendo a su causa a los comunes. La estrategia de la dirección del partido era orillar la cuestión.

Críticos al acecho

Como explicó la Agencia EFE, el colectivo Primer d'Octubre, formado por militantes críticos de ERC, ha presentado una enmienda a la ponencia política para el 28º Congreso del partido en la que avalan todas las vías para conseguir la independencia, sin limitar la unilateralidad a un referéndum no acordado como el del 1-O de 2017.

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EFE

En la propuesta de ponencia que la dirección de Oriol Junqueras presentó de cara a la militancia, se aboga por reforzar el camino del diálogo y la vía acordada para el ejercicio de la autodeterminación de Cataluña, aunque sin descartar un referéndum unilateral, pero no va más allá, algo que críticos del partido como Àngel Ruiz acusaron de “poco ambicioso”. Ahora, tras las declaraciones de Ábalos, esta enmienda puede prosperar y, lo que es peor, convertirse en un escollo insalvable para el acuerdo.

El postureo de JxCAT

Además de la presión interna, Pere Aragonès y los suyos se encuentran sometidos a la presión externa: la que viene de sus socios de gobierno. De manera formal, Quim Torra nunca ha renunciado a la unilateralidad. Y en la práctica, diversos miembros del partido, como Míriam Nogueras y muchos otros, la han defendido de boquilla, si bien no han hecho nada que pueda ir por esa senda, que ha sido cegada por la sentencia del Tribunal Supremo. Como ha reconocido recientemente en una entrevista al diario 'Ara' Carme Forcadell, “se demostró que la estrategia que seguimos no era ganadora”. O lo que es lo mismo, la vía unilateral solo lleva al fracaso.

El debate en sí resulta estéril. Nadie en Cataluña cree hoy en esa alternativa, pero a buena parte de la clase política soberanista le encanta hacer creer a la gente que, si bien por el momento no se va a hacer nada, la posibilidad siempre está ahí. El votante independentista necesita vivir de este tipo de apariencias a falta de realidades más tangibles. Por eso el plan de ERC de pasar de puntillas sobre esta cuestión en el Congreso Nacional era el más adecuado si se quería pactar la investidura. Eso, hasta que llegó Ábalos.

El problema de José Luis Ábalos es que ha dicho la verdad: la estrategia unilateral está enterrada por el soberanismo catalán. Y no es de ahora. Otra cosa es que al decir la verdad, el ministro ponga en un brete a una clase política que sigue dosificándose mucho a la hora de explicar la realidad a sus votantes.