El independentismo pide que España se disculpe por la conquista de América

El Gobierno ya tiene otro frente al que plantar cara: aprovechando la petición del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre el genocidio cometido por los españoles en América, los independentistas catalanes se suman al carro. No es ninguna iniciativa legal o jurídica, pero sí es un golpe de imagen. El consejero de Exteriores de la Generalitat, Alfred Bosch, se adelantó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y marcó perfil propio del Govern, intentando dejar en evidencia la poca 'calidad democrática' del Ejecutivo. Así, deslizó que España debería disculparse por los abusos cometidos durante la conquista. Todo sea por el desgaste.

Fue ERC la que introdujo en el pleno parlamentario una interpelación para lucimiento del Govern y que este dé su visión "en relación con la participación catalana en el colonialismo y el esclavismo". El diputado Ferran Civit, que presentó la interpelación, calificó el trafico de esclavos del siglo XIX de "vergüenza de país".

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Lógicamente, las responsabilidades fueron debidamente desviadas hacia el Gobierno. Y eso que los revisionistas historiadores independentistas reclaman la conquista de América para Cataluña y sostienen que la historia fue falsificada para que Castilla se llevase los méritos cuando todo el personal que colonizó América fue catalán.

Así pues, el consejero de Exteriores, de ERC, aprovechó para lanzar dardos contra el Gobierno, alineándose con las tesis de López Obrador. Recordó que "Francia pidió perdón por el proceso colonizador; Alemania también pidió perdón por la II Guerra Mundial y el consiguiente Holocausto; Reino Unido pidió perdón por los asesinatos producidos en países africanos, como Kenia y otros, y Holanda hizo lo mismo por las ejecuciones sumarias en Indonesia".

Obligación ética de pedir perdón

En definitiva, para Bosch, "hay una obligación política y ética de pedir perdón, de decir que lo que pasó jamás volverá a pasar". Aseguró que, por parte del Gobierno de la Generalitat, "no tenemos ningún problema en asumir las responsabilidades que toquen y en condenar unos hechos que son condenables".

Por eso, pidió al Parlamento catalán "que inste al Govern a que se implique en esto, porque sería ético". Y subrayó que sería bueno "que los pueblos indígenas de las Américas sepan cuál es nuestra posición". De ahí que lanzase un mensaje claro a López Obrador. "Excelentísimo presidente de México, vaya por delante nuestra condena por los abusos cometidos", clamó el 'conseller'. Y afirmó también que es preciso "deplorar los millones de muertos que provocó la conquista, así como la desaparición de culturas enteras. Nunca más una barbarie igual, nunca más otra atrocidad".

Curiosamente, hace un año exacto que el Ayuntamiento de Barcelona (en el que entonces estaba Bosch como jefe de filas republicano) retiró la estatua del esclavista Antonio López de sus calles, que ahora reposa en el centro de colecciones del Museo de Historia de Barcelona (Muhba). La plaza donde estaba ubicada la estatua de este empresario barcelonés nacido en Cantabria también cambió su nombre. Antonio López, marqués de Comillas, fue uno de los más activos negreros del siglo XIX, a pesar de que estaba prohibido el tráfico de esclavos. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pidió a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que permitiese el traslado de la estatua a aquella comunidad, pero la alcaldesa se negó en redondo (de hecho, en febrero de este año, Revilla reiteró esta petición por escrito). El Parlamento de Cantabria también pidió el restablecimiento de la estatua en la vía pública.