El núcleo duro de Jordi Sànchez le arropa en la huelga de hambre iniciada en la cárcel

El núcleo duro de Jordi Sànchez en la ANC es el mismo que le arropa en el proyecto de huelga de hambre que ha iniciado esta semana. Lo hacen a través de la asociación e-Democràcia. Esto incluye al doctor Jordi Vilarasau, que se paseó por las televisiones para explicar los efectos de la huelga de hambre y que dirige el hospital de la Generalitat Moisés Broggi; al extesorero de la ANC en la época que la presidía Sànchez, Marcel Padrós; y a la miembro de JxCAT, Núria Guillaumes, quien fue expedientada por Instituciones Penitenciarias por grabar sin permiso a Sànchez y usar después dicha grabación en un mitin de la ANC.

e-Democràcia, cuyo nombre oficial es Associació d’Estudis per la Democràcia se constituyó en mayo de 2018, pero no se registró como asociación en la Generalitat hasta septiembre, cuando Jordi Sànchez ya había pactado con Carles Puigdemont liderar la Crida. Un mes después, Jordi Vilarasau ya estaba recogiendo donativos para que sus asociados pagasen cada mes una cantidad y dotar a Jordi Sànchez de ingresos. Dos meses después, el propio Vilarasau aparecía en TV3 para explicar la huelga de hambre. De hecho, el Colegio de Médicos de Cataluña ha creado una comisión de seguimiento de la huelga y ha excluido de la misma a Vilarasau por su cercanía a Sànchez.

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Fuentes de la ANC prevén que la huelga sea como un Guadiana. Que se suspenda, que se vuelva a retomar y que sirva para apelar al lado más sentimental de unos votantes que en los últimos meses se estaban desmovilizando. Además, el principal objetivo es presionar a ERC para que acepte las listas únicas por las que aboga Carles Puigdemont desde Bruselas. Algo a lo que ERC, por ahora, se niega.

Aunque e-Democràcia asegura que impulsará estudios a favor de la democracia, en la práctica la Asociación solo funciona como el propio brazo armado de Jordi Sànchez, una especia de núcleo duro más allá de la Crida, el partido que aspira a encabezar. La presidenta de e-Democràcia es Núria Guillaumes; el secretario es el doctor Jordi Vilarasau y Marcel Padrós ocupa el cargo de tesorero. De hecho, la asociación como tal carece de local y tiene la sede en una gestoría de Badalona, Unigest, de la que es socio el propio Marcel Padrós.

En sus estatutos la asociación, que se define como "sin ánimo de lucro" asegura que entre sus objetivos se encuentra "la búsqueda de una solución democrática y pacífica al conflicto y para la preservación de la convivencia, la cohesión social y la despolarización de la sociedad catalana".

Más polarización

Sin embargo, es más que dudoso que la huelga de hambre evite la polarización, antes lo contrario. Con ella, los intentos del presidente español Pedro Sánchez de buscar un acercamiento con los independentistas han volado por los aires. Incluso se preparan huelgas violentas para sabotear el Consejo de Ministros que se quiere celebrar en Barcelona el 21 de diciembre.

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También es posible que cuando se habla de "despolarizar" se refiera solo a la parte independentista de la sociedad catalana, algo muy común en este tipo de colectivos, lo que casaría con los objetivos de la Crida, que quiere convertirse en una formación paraguas que agrupe a todo el independentismo.

Entre dos y tres semanas

La previsión es que la primera fase de la huelga de hambre dure entre dos y tres semanas, según fuentes del colectivo cercano a los presos. A partir de aquí, la huelga de hambre podría reactivarse justo antes del juicio para evitar que los presos fuesen trasladados a Madrid para la vista oral ante el Tribunal Supremo, algo que Vilarasau ya ha advertido en sus intervenciones televisivas.

El principal misterio es si ERC podrá mantener su postura de concurrir a las europeas y municipales por separado o si acabará cediendo a la presión que Puigdemont ejerce a través de los huelguistas.