Es noticia
Jordi, el "loco de la pesca" al que acusan de asesinar a Marc y Paula en el pantano
  1. España
  2. Cataluña
descartados el robo y la venganza en el crimen

Jordi, el "loco de la pesca" al que acusan de asesinar a Marc y Paula en el pantano

"Desde que salió de la cárcel no trabajaba en nada. Se dedicaba a la caza y, sobre todo, a la pesca. Era un loco de la pesca y hasta participaba en concursos", explica a El Confidencial una vecina de Anglés

Foto: Registro policial en la vivienda del presunto autor del doble crimen de Susqueda. (EFE)
Registro policial en la vivienda del presunto autor del doble crimen de Susqueda. (EFE)

Marc Hernández y Paula Mas -él de 23 años y ella de 21- llegaron al pantano de Susqueda el 24 de agosto para hacer una excursión en kayak y, desde entonces, nadie logró contactar con ellos. Ante la falta de noticias durante dos días, el 26 de agosto, sus respectivas familias denunciaron la desaparición, iniciándose así una búsqueda que terminó el 26 de septiembre, cuando los Mossos d'Esquadra encontraron sus cuerpos bajo el agua. Un total de 122 días después de este hallazgo, los investigadores han detenido a un vecino de Anglés de 60 años como principal sospechoso del asesinato, así como a su hijo de 27 por su posible relación con el crimen.

Según confirman a este diario fuentes de la policía autonómica, el detenido es Jordi Magenti Gamell, condenado a 15 años de cárcel en 1999 por matar a su exmujer dos años antes. Dichas fuentes explican además que no existe prueba o indicio alguno que vincule al sospechoso con las víctimas antes del homicidio, por lo que todo apunta a que la joven pareja se encontró de forma fortuita con su supuesto asesino cuando este se encontraba en la zona.

Foto: Los Mossos d'Esquadra y los bomberos, durante la búsqueda de Marc y Paula en el pantano de Susqueda el pasado 29 de agosto. (EFE)

"Desde que salió de la cárcel no trabajaba en nada. Se dedicaba a la caza y, sobre todo, a la pesca. Era un loco de la pesca y hasta participaba en concursos", explica a El Confidencial una vecina de Anglés que conoce al detenido. En la armería de la localidad también recuerdan cómo Jordi acudía con regularidad "para comprar sus cosas" en los años 80 y 90, y es que en aquella época todavía tenía la licencia de armas E, documento que permite la compra de escopetas de caza y de tiro deportivo. De todos modos, desde que salió de prisión nunca más se le vio en la tienda. "No era un cazador de confianza", asegura en este sentido la dependienta de este negocio.

Así mató a Josefa en 1997

Jordi Magenti y Josefa García Fernández se casaron en 1979. La pareja ya tenía entonces una hija de ocho años, a la que se sumó un segundo vástago en 1990. Ella tenía cuatro hermanos en la localidad, pero apenas mantenía relación con ellos, situación que se mantuvo hasta que en 1997 recuperó cierto contacto con su familia a través de su madre. En septiembre de ese mismo año, inició los trámites para separarse de Jordi, decisión a la que él respondió con acoso. Josefa denunció a su marido por violencia de género al menos en dos ocasiones durante su relación, la última de ellas el 2 de octubre de 1997, después de que su marido la amenazara de muerte. De todos modos, dichas denuncias no fueron suficiente para frenar a su verdugo.

"Sobre las 16:15 horas de día 4 de diciembre de 1997, Jordi, portando una escopeta de caza semiautomática marca Browning, cargada con tres cartuchos, dos de ellos de bala de los que se usan para la caza del jabalí, se dirigió hacia Josefa cuando esta transitaba por la calle Ter de la localidad de Anglés. Con la intención de acabar con su vida, efectuó tres disparos que impactaron en el costado izquierdo del cuerpo de Josefa y la hicieron caer al suelo, procediendo Jordi a continuación a cargar la escopeta con otro cartucho de perdigones que portaba en el bolsillo, efectuando un nuevo disparo contra el cuerpo de Josefa que impactó sobre su espalda", señala la sentencia de la Audiencia Provincial de Girona a la que ha tenido acceso El Confidencial.

"Jordi, sabiendo que Josefa pasaría por la calle Ter para dirigirse a su casa, la esperó en el interior de su vehículo, un Citroën Saxo, que estacionó entre un tractor y una furgoneta para evitar así ser visto por Josefa. Cuando la vio pasar, salió rápidamente del coche, la llamó por su nombre y efectuó los disparos sobre su cuerpo, impidiendo con su actuación sorpresiva cualquier reacción defensiva de Josefa". En este sentido, cabe señalar que la sentencia recoge cómo Jordi "padecía un trastorno mental que disminuía levemente su capacidad para poder controlar la voluntad sobre sus actos", aspecto que se tuvo en cuenta a la hora de condenarle a 15 años de cárcel y no a los 20 que pedía la fiscalía o a los 25 que solicitaba la acusación particular. La Audiencia Provincial de Girona también le obligó a pagar 15 millones de pesetas -90.000 euros- a su hijo, al que los agentes también han detenido este lunes por su posible relación con el crimen.

Gracias a su buen comportamiento en prisión, Jordi acortó su condena a 12 años y, tras quedar en libertad en 2009, se mudó una vez más a Anglés. "Cuando volvió al pueblo, nadie se lo podía creer. Aquí siguen viviendo familiares de su exmujer", comenta una vecina a El Confidencial. De todos modos, a Jordi no parecía importarle la sorpresa de sus vecinos, ya que era habitual "verle paseando por la calle o en algunos bares". Aunque el principal sospechoso del crimen de Susqueda no volvió a trabajar en los últimos años, sí acostumbraba a ir de caza o de pesca a zonas como el pantano de Susqueda. Además, tras su salida de prisión logró rehacer su vida con una mujer de origen colombiano que, al igual que él, también tenía dos hijos. En 2012, Jordi y su nueva pareja se casaron.

El móvil, una incógnita por resolver

"No tenemos ninguna duda [de que ha sido Jordi]", aseguró este lunes Antonio Rodríguez, intendente jefe de la investigación criminal de los Mossos. La principal hipótesis con la que trabaja la policía autonómica se basa en un encuentro fortuito entre la pareja de veinteañeros y el detenido: Marc y Paula pretendían pasar la noche en el Opel Zafira con el que condujeron hasta el pantano y los agentes sospechan que lo aparcaron junto al paraje, lugar en el que se habrían encontrado con su asesino. Partiendo de esta idea, los investigadores pensaron entonces que el responsable del crimen debía ser una persona que conocía bien el terreno, lo que encajaría con el perfil de Jordi, a lo que se suma que su Land Rover de color blanco también fue visto en las inmediaciones del pantano el día del crimen.

Según confirman a El Confidencial fuentes de la policía autonómica, los investigadores han incautado dicho vehículo la mañana de este martes durante uno de los registros que están llevando a cabo en las propiedades de Jordi, una operación en la que también ha estado presente el propio detenido. "Me están colgando un muerto que yo no he hecho, yo no he hecho nada", ha gritado este a los medios de comunicación que se han congregado en torno al dispositivo policial.

A falta de que avancen las pesquisas, la principal incógnita que queda por resolver es el móvil por el que Jordi habría matado a los jóvenes. Tanto el robo como la venganza quedaron descartados tras el hallazgo de sus pertenencias, ya que Marc sacó 40 euros del cajero la tarde del 24 de agosto, dinero que la policía encontró en el vehículo. La pareja eligió además su destino con poca antelación y eran pocos los que conocían sus planes, lo que descartaría también la posibilidad de que se tratara de una venganza. Ante esta falta de pistas, los investigadores se centraron entonces en que sus cuerpos aparecieron con signos de violencia y desnudos, aspecto que podía apuntar a un móvil sexual. De todos modos, el avanzado estado de descomposición en que se encontraban los cadáveres impidió que la autopsia confirmara esta sospecha.

Marc Hernández y Paula Mas -él de 23 años y ella de 21- llegaron al pantano de Susqueda el 24 de agosto para hacer una excursión en kayak y, desde entonces, nadie logró contactar con ellos. Ante la falta de noticias durante dos días, el 26 de agosto, sus respectivas familias denunciaron la desaparición, iniciándose así una búsqueda que terminó el 26 de septiembre, cuando los Mossos d'Esquadra encontraron sus cuerpos bajo el agua. Un total de 122 días después de este hallazgo, los investigadores han detenido a un vecino de Anglés de 60 años como principal sospechoso del asesinato, así como a su hijo de 27 por su posible relación con el crimen.

Sucesos Asesinatos Homicidios
El redactor recomienda