La ANC instará a copiar la campaña mundial para la libertad de Mandela

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) no está amortizada y peleará codo con codo con los comités de defensa de la república (CDR) por la separación de España. Así quedó de manifiesto este domingo en la hoja de ruta para los próximos 12 meses que aprobó la entidad soberanista en Barcelona. Su vicepresidente, Agustí Alcoberro, lo dejó meridianamente claro en el discurso ante los 3.000 representantes de los socios de la ANC. Y en las próximas semanas, espera movilizar de nuevo todos sus efectivos en las calles catalanas. El pistoletazo de salida fue una cacerolada a las nueve de la noche de este domingo, aprovechando la estancia de Felipe VI en Barcelona, en la inauguración del Mobile World Congress (MWC).

Próximamente, la ANC prevé que una decena de militantes hagan un ayuno de protesta que durará entre una y dos semanas en el emblemático convento de los Capuchinos de Sarrià, espera un acto de fuerza con una gran manifestación el día 11 de marzo y, para culminar, politizará de nuevo las escuelas, convocando para el 17 de marzo una jornada que pretende ser “una gran movilización de las escuelas, en la que, juntamente con la comunidad educativa, [la ANC] defenderá las escuelas y sus maestros”. Es el comienzo de una primavera caliente que camina en paralelo a la formación de un Gobierno independentista multicolor con las distintas formaciones rupturistas peleadas entre sí. En este sentido, la ANC da por sentado que habrá un Gobierno republicano en la Generalitat y le anima no solo a implementar la república, sino a copiar “la campaña por la libertad de Nelson Mandela” impulsando “la difusión internacional de las vulneraciones de los derechos fundamentales de los presos y exiliados cometidas por la Justicia española”. Así lo especifica la hoja de ruta aprobada este domingo.

Alcoberro alertó: “La respuesta del Estado continuará siendo terrible, porque no puede aceptar la humillación a la que lo sometimos el 1 de octubre [fecha del referéndum ilegal]”. Y subrayó que los procesos judiciales y encarcelamientos “irán a más”. Dibujó una coyuntura muy negativa, con la autonomía desaparecida y un contexto de “ataque a determinados espacios clave, como la enseñanza o la policía”.

Movilizaciones permanentes

De ahí que la meta de la ANC sea “la restitución del Govern legítimo y sus estructuras, recuperar el control de las finanzas, la retirada del artículo 155 y de todos sus efectos y la liberación de todos los presos políticos, el libre retorno de las personas exiliadas y el cierre de todas las causas judiciales abiertas a raíz del ‘procés’ y la restitución de todos los cargos cesados o degradados. Hasta que esto no se produzca, haremos movilizaciones o acciones mediáticas que no solo sean de protesta sino efectivas”. Esto es lo que dice, textualmente, la hoja de ruta aprobada.

Ante ello, según Agustí Alcoberro, se abre un periodo con “una hoja de ruta muy diferente a la que hemos tenido hasta ahora”, pero con un objetivo claro: “Recuperar el Gobierno legítimo y desplegar la república”. Por eso, se abren diversos caminos, pero, especialmente, “uno muy importante, la opinión pública internacional y especialmente en Europa. Hemos visto que el 1-O, por primera vez, la opinión pública europea y mundial descubrió el conflicto de Cataluña con España. En esto hemos de avanzar porque hemos visto que puede cambiar mayorías y simpatías en muchos sitios. Tenemos abierto el ámbito de instituciones judiciales europeas e internacionales. Hemos abierto a través de un gabinete muy prestigioso de Reino Unido recientemente la línea de denunciar ante la ONU la situación de encarcelamiento de nuestros presos políticos. También estamos esperando para llevar el tema de los Jordis al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para abrir ahí una nueva lucha”.

Alcoberro advirtió también: “nuestra fuerza está intacta. Nuestra fuerza es la gente. Tenemos más de 2 millones de catalanes que ya han pasado pantalla y han decidido que no irán atrás, no aceptarán otro proyecto: sólo los tendremos para nosotros y siempre a favor de la construcción de la república catalana. Y cuando dos millones de personas toman una determinación, la victoria está asegurada… Además, no solo no se sienten parte del Estado español, sino que sienten que este actúa como un Estado enemigo”.

La ofensiva judicial por parte del Estado español contra el proceso independentista se ha de responder con una escalada judicial

Así pues, la hoja de ruta refleja en líneas generales estas inquietudes. “La ofensiva judicial por parte del Estado español contra el proceso independentista se ha de responder con una escalada judicial proveniente de la sociedad civil, más allá de hacer protestas en la calle. Por eso, la ANC ha de iniciar contactos con otras entidades y actores con el objetivo de interponer denuncias en los tribunales españoles e internacionales para cada una de las injerencias o ataques recibidos del Estado y todas las difamaciones, falsedades, injurias y calumnias, acompañándolas de campañas mediáticas que las difundan”, dice el texto de la hoja de ruta.

En este mismo sentido, añade que es preciso “denunciar internacionalmente a la Justicia española que, alentada por el PP, crea ‘casos’ y ‘causas generales’ para multar y encarcelar indiscriminadamente a los independentistas. También es preciso perseguir judicialmente las acciones o comportamientos supremacistas y fascistas que atentan contra los derechos humanos de las personas o de los pueblos”. Para ello, dice que se ha de estudiar el impacto y las posibilidades que abren las redes sociales para conseguir estos objetivos de dejar en evidencia a España.

La campaña internacional, prioritaria

De ahí que uno de los objetivos fundamentales, si no el que más, sea “incrementar y reforzar una campaña con el foco puesto especialmente sobre la opinión pública europea, sus instituciones y los gobiernos de los estados miembros. El otro foco es preciso ponerlo en países de fuera de la UE donde se han de comenzar a trabajar relaciones bilaterales”. Para ello, prioriza establecer vínculos con organizaciones sociales europeas para identificar apoyos y ser propositivos, difundir el mensaje de que las aspiraciones de Cataluña no pueden colmarse en el actual marco constitucional español, combatiendo la imagen populista, identitaria e insolidaria que tiene el independentismo, constituir una red de fuerzas políticas favorables a la Europa de las Naciones y los Pueblos y buscar alianzas con eurodiputados y grupos afines.

La ciudadanía se ha de movilizar pacíficamente pero de forma decidida y contundente para que el 155 no se pueda volver a aplicar

El texto aprobado por la entidad alerta, asimismo, de que “es posible que el Estado español esté tentado a excederse nuevamente y vulnerar tanto sus propias leyes como el Estatut, a aplicar otra vez de forma fraudulenta el artículo 155 de la Constitución española y nos lleve a tener que reiterar nuestra mayoría soberanista y republicana. Tendremos que plantarle cara en todo momento. La ciudadanía se ha de movilizar pacíficamente pero de forma decidida y contundente para que el 155 no se pueda volver a aplicar ni política, ni social ni operativamente”.

Ante ello, la ANC trabajará diversas líneas estratégicas, como la utilización de las redes sociales y los medios de comunicación o los tribunales para denunciar las “vulneraciones en el funcionamiento democrático de la sociedad”, se dotará de un discurso y estrategia comunicativa “más eficaz”, creará canales para difundir “las mentiras sistemáticas” de los contrarios a la independencia, utilizará “de forma contundente y sistemática la vía judicial para hacer prevalecer los derechos y los intereses de la república” y apoyará a los movimientos e iniciativas “de desobediencia civil no violenta que surjan por parte de la sociedad civil”, entre otras acciones.

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A. Fernández. Barcelona

De todos modos, la nueva hoja de ruta avisa de que “es previsible que tengamos un nuevo escenario de confrontación política, a pesar de haber ratificado la república en las elecciones del 21 de diciembre de 2017, en el que será necesario que preparemos acciones específicas y contundentes sobre diferentes ámbitos estratégicos para buscar el eco político y económico en el ámbito europeo e internacional”.

Con todo, ya lo advertía Alcoberro en su discurso: “Tardaremos más o menos, pero la república catalana ya está escrita en la historia. Es inevitable y nosotros la veremos y la conquistaremos”. Y adelantaba el papel que ha de jugar su organización: “La ANC tiene la fuerza y la iniciativa. Todo lo que haremos a partir de ahora necesita una ANC unida e independiente, con capacidad para producir grandes consensos”. Será, pues, el cemento que una a los diferentes partidos y las diferentes sensibilidades del independentismo. O eso pretende.