La ANC triplica su patrimonio en un año y tiene beneficios récord de casi 5,5 M

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) triplicó su patrimonio neto en el año 2017, el que habría de ser el 'año cero de la República catalana'. Así se expresa en los balances económicos que la cúpula de la entidad someterá este domingo a aprobación de la asamblea general ordinaria en Barcelona. El patrimonio ascendía, en 2016, a 2.423.116 euros, pero a 31 de diciembre del año pasado, según los balances, se había disparado a 7.949.979 euros, más del triple o, dicho de otro modo: experimentó un crecimiento del 323,96%. El independentismo, según el Centro de Estudios de Opinión (CEO, el CIS catalán), pierde en poyo popular, pero en los balances goza de la mejor salud económica de la historia. Ser entidad independentista es, hoy por hoy, un auténtico chollo.

Los activos de la entidad soberanista pasaron también de 2.982.592 euros a un total de 8.521.241 euros, lo que significa un crecimiento del 285,7%. El capítulo que más creció fueron las cuotas de los socios, y eso por dos motivos: primero, por el incremento de afiliados; y segundo, por el incremento de un euro en dichas cuotas. La recaudación por cuotas el año pasado fue de 1.959.859 euros, cuando los presupuestos de 2016 solo llegaban a 1.730.000 euros. Para el 2018 se mantendrán los mismos ingresos por este concepto.

En el 2017, la caja de resistencia recibió 5,8 M en donativos. Se aumentó el número de militantes y se registraron máximos de venta en 'merchandising'

Según el informe del secretariado nacional que se entregará a los socios, en 2017 fue un año récord en muchos sentidos. Por una parte, la caja de resistencia recibió 5,8 millones en donativos. Por otro lado, se aumentó el número de militantes. Y también fue el primer año "de máxima venta" de camisetas, que en su totalidad fueron confeccionadas en Cataluña (en Mataró). Las ventas de 'merchandising' fueron nada más y nada menos que de 2,3 millones de euros.

Los donativos pasaron a ingresar su caja de resistencia y con ellos se pagaron buena parte de las fianzas a políticos independentistas y algunas multas. Según la memoria económica, durante 2017 se abonaron 3,8 millones que quedaron depositados como fianza de los miembros de la Mesa del Parlament y de los consejeros del Govern, y solo queda un remanente en caja de 1,99 millones de euros. Pero como las fianzas son retornables y no computan como gasto, el superávit de la caja de solidaridad de 2017 se sitúa en 5.785.623 millones de euros. Contando el pequeño déficit en los balances de ingresos y gastos, el superávit global neto después de impuestos queda en 5.426.863 euros.

Los 'olvidos' del informe oficial

Estas cuentas deberán ser ratificadas este domingo en la Asamblea General Ordinaria de la entidad. En la misma también se aprobará la hoja de ruta de los próximos doce meses y el informe de gestión del secretariado nacional. Este último informe no tiene desperdicio. Curiosamente, en la relación de acciones de la ANC se borró del texto cualquier referencia a la movilización del 20 de septiembre, cuando la ANC y Òmnium convocaron a una concentración ante la sede de Economía, que estaba siendo registrada por una comisión judicial. Por el asedio a la sede y a la comisión fueron encarcelados Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, presidentes de ambas entidades, acusados de sedición.

Sin embargo, sí se pone una medalla al citar como acto una concentración el 10 de octubre en el Paseo Lluís Companys, "donde por unos segundos tenemos la República". Fue el momento en que Carles Puigdemont dijo que presentaba ante al Parlamento la proclamación de la República y acto seguido pedía que dejara en suspenso esa proclamación (que la cámara, evidentemente, no había hecho). También cita como actividad un acto en la plaza de Sant Jaume el 27 de octubre "para celebrar la proclamación de la República". Minutos antes, en el Parlament se había producido una votación en la que solo participaron los independentistas para decidir si Cataluña se convertía en República o no. El resultado no fue tenido en cuenta oficialmente.

El informe de gestión relata que a partir del 31 de octubre, y hasta el 21 de diciembre, la ANC organizó una "campaña de resistencia al golpe de Estado contra Cataluña", inspirada "en lo que la activista norteamericana Naomi Klein describió como la doctrina del 'shock': interpretamos que habíamos padecido un segundo golpe de Estado —el primer golpe de estado español, el intento del 20 de septiembre, había fracasado en su intento de parar el referéndum, si bien tiene largas consecuencias represivas—. ¿Qué es, si no un golpe de estado la destitución de un Gobierno electo y la disolución del Parlament y las medidas autoritarias subsiguientes? ¿Qué era, si no, doctrina del 'shock' la pretensión brutal de crear el pánico económico?".

En realidad, Klein no es norteamericana, sino que es una periodista canadiense con gran predicamento en los movimientos antiglobalización. En noviembre del año pasado, pasó por Barcelona, donde se reunió con el griego Yanis Varoufakis, con el que coincidió en la capital catalana. La doctrina del 'shock' que describe en uno de sus libros hace referencia a las políticas neoliberales que priorizan las privatizaciones y la austeridad aprovechando la crisis social. Con eso, se puede conseguir por parte de los gobernantes una atmósfera de crisis nacional permanente, lo que puede interpretarse como una cortina de humo para desviar la atención sobre los fracasos de la gestión del Gobierno de turno. Y, para ello, se echa también mano de una retórica hipernacionalista.

Situación apocalíptica

La ANC dibuja una situación apocalíptica, con "una total operación de Estado con el Ibex 35 y todos los medios españoles abocados sin vergüenza ni límite a favor del 155, con los medios públicos catalanes coartados y con amenazas contra nuestros políticos y activistas". En medio de ese apocalipsis, la ANC pergeñó la idea del lazo amarillo como señal de protesta.

Las elecciones marcaron un récord de participación, todo lo contrario de lo que argumentan en su análisis

Afirma, asimismo, que se eligió la fecha del 21 de diciembre como la de las elecciones "porque era la fecha que más les convenía a los unionistas". En realidad, la decisión fue impuesta por Pedro Sánchez a Mariano Rajoy, que convocó las elecciones en la fecha mínima que le permitían los plazos legales tras la aplicación del 155 el día en que el Parlament proclamó la República. Rajoy podría haber esperado el tiempo que quisiese para convocar las elecciones, pero eso hubiese provocado acusaciones de que la medida era para quedarse él todo el poder. Y afirma también que otro de los motivos de las fechas eran que tanto el puente de primeros de diciembre como las fiestas de Navidad contribuirían a la desmovilización y eso beneficiaría a los 'unionistas'. Nada más erróneo: las elecciones marcaron un récord de participación, todo lo contrario de lo que argumentan en su análisis.

Destaca, eso sí, que el papel de la ANC fue fundamental para "marcar el relato de los resultados del 21-D". Y apuntan: "Ante el relato de que se podía imponer por la victoria de una formación política unionista y posible desconcierto en las filas republicanas, el secretariado nacional siguió el recuento y en base a los datos que teníamos, pudimos salir en los medios de comunicación en primer lugar para dar la noticia de la victoria de las fuerzas republicanas y, por tanto, la ratificación del 1 de octubre, marcando relato".

Críticas a los socios

Curiosamente, en el informe del secretariado hay incluso una velada crítica a Òmnium Cultural. Sostiene, por ejemplo, que el espíritu reivindicativo del pasado 11 de septiembre fue de la ANC: "El relato del 11-S estuvo en peligro como consecuencia de la represión política española. Los embates del Estado llevaban de manera natural hacia la reivindicación de la libertad amenazada, hacia campañas de comunicación como la Crida per la Democràcia, impulsada por Òmnium Cultural, imprescindible pero a la defensiva. La ANC optó por dejar claro el mensaje independentista de manera inequívoca (…) Hicimos caso omiso de la presión ambiental e impusimos el relato que convenía más desde nuestro punto de vista", se vanagloria.

Esa Diada, asegura la entidad, "le sirvió a la ANC para marcar el inicio de la campaña del referéndum de la autodeterminación, con la aparición sorpresa de los lemas de la Campaña del Sí en el escenario de la plaza de Cataluña. Mediante unas columnas gigantes de colores". En el informe, la ANC también critica a los partidos independentistas porque estaban más interesados en la organización del referéndum y en las labores de gobierno que en la Campaña Unitaria del Sí. Ni siquiera Òmnium se salva, porque consideraba prioritaria su propia campaña Crida per la Democràcia.

Los reproches aumentan porque la ANC considera que tanto las formaciones políticas como sus socios de Òmnium la dejaron sola con esa campaña unitaria. "Los embates del Estado provocaron que la campaña Crida per la Democràcia de Òmnium, adquiriese una presencia pública notable, defendiendo las libertades colectivas, en competencia con la Campaña del Sí, puramente independentista, por la República Catalana", se duele. Pero luego afirma el informe que "ambas campañas acabaron teniendo incidencia efectiva y complementándose".