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Turull pasa la 'patata caliente' de declarar la independencia al Parlament
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Se sigue evitando dar detalles del referéndum

Turull pasa la 'patata caliente' de declarar la independencia al Parlament

Hay pleno del Parlament convocado para el día 4 de octubre. Pero Turull no ha despejado nada sobre los planes del Ejecutivo de Carles Puigdemont al respecto

Foto: Esteladas por la independencia. (Reuters)
Esteladas por la independencia. (Reuters)

El portavoz y 'conseller' de la Presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, pasó este martes al Parlament la 'patata caliente' de la declaración de independencia posterior al referéndum en Cataluña tras el 1 de octubre; e intentó sacar de la ecuación política a la Generalitat sobre este aspecto clave de la consulta soberanista, a pesar de que la Ley de Transitoriedad prevé que se declarará la independencia en 48 horas en caso de victoria del sí.

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. (Reuters)

Preguntado sobre las declaraciones de su compañero de partido, el portavoz parlamentario del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, quien ha descartado una declaración unilateral de independencia (DUI) tras el referéndum, Turull señaló que "las opiniones de todas las formaciones políticas son respetables, pero se realizan al margen del Govern. A nosotros, el encargo como Govern se nos acaba el 2 de octubre. A partir de aquí, es el Parlament el que tomará la decisión". Así valoró las palabras de Campuzano en la rueda de prensa en el Palau tras el Consell Executiu.

Hay pleno del Parlament convocado para el 4 de octubre. Pero Turull no despejó nada sobre los planes del Ejecutivo de Carles Puigdemont al respecto.
"El único plan es votar el día 1 de octubre, en cualquier otra cosa, el Govern no quiere entrar", remachó Turull.

En realidad, Jordi Turull no explicó casi nada del referéndum. Nada sobre cómo contarán los votos —"de la manera más fácil y rápida"—; nada de cómo solventarán la disolución de la Sindicatura Electoral —“Lo notificaremos antes del domingo"—, y nada sobre si los ciudadanos recibirán las más de 50.000 notificaciones previstas para formar parte de las mesas electorales —"no vamos a dar más detalles"—.

Por tanto, el grueso del operativo del referéndum cinco días antes del 1 de octubre sigue siendo un misterio. "A cada problema, la Generalitat aplicará una solución", repitió una y otra vez Turull, que justificó su hermetismo por la presión de la Justicia española contra la organización de la consulta.

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Mossos en los colegios

Turull tampoco quiso valorar la actual situación de los Mossos ni avanzar cuál será la actitud. "No son los Mossos sino quién hace la instrucción de los Mossos", apuntando a la Fiscalía.

Ante las actuaciones de los Mossos, que ya se están presentando en los puntos de votación para requerir información por orden de la Fiscalía, Turull se limitó a resaltar: "Tenemos toda la confianza en sus mandos jerárquicos".

Requerimiento de incompetencia

Turull sí que anunció la presentación de un requerimiento de incompetencia ante el Gobierno contra la Fiscalía y posteriormente por la vía del contencioso administrativo, para oponerse al mando único de coordinación policial que se quiso crear en Cataluña y dejar en manos de un coronel de la Guardia Civil. Es decir, la Generalitat dará la batalla jurídica contra el mando único que, 'de facto', los Mossos están acatando.

Jordi Turull aprovechó la rueda de prensa para denunciar toda la actuación del Estado español ante el denominado referéndum del 1-O. "Denunciamos a aquellos que ponen la Constitución como bandera, como la Fiscalía, que acepta una querella en cuatro horas un viernes por la tarde y en cambio las denuncias de la Generalitat pasan 50 días sin que se mueva un papel en el juzgado". Turull calificó de "ilegítima" la actuación de la Fiscalía, que, a su juicio, piensa que "tiene barra libre en Cataluña", violando derechos como el de expresión, reunión o inviolabilidad del correo y las comunicaciones.

El portavoz y 'conseller' de la Presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, pasó este martes al Parlament la 'patata caliente' de la declaración de independencia posterior al referéndum en Cataluña tras el 1 de octubre; e intentó sacar de la ecuación política a la Generalitat sobre este aspecto clave de la consulta soberanista, a pesar de que la Ley de Transitoriedad prevé que se declarará la independencia en 48 horas en caso de victoria del sí.

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