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La CUP advierte a Puigdemont: o cumple su pacto o le retiran el apoyo
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EXIGEN UN REFERÉNDUM Y LA DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA

La CUP advierte a Puigdemont: o cumple su pacto o le retiran el apoyo

Una ponencia aprobada en la Asamblea de la CUP sitúa "la desobediencia y la unilateralidad en el centro de la acción política para conseguir la ruptura nacional y social"

Foto: La diputada de la CUP Anna Gabriel, durante la sesión de control parlamentario celebrada el 18 de mayo. (EFE)
La diputada de la CUP Anna Gabriel, durante la sesión de control parlamentario celebrada el 18 de mayo. (EFE)

Primer aviso a Junts Pel Sí (JxS) de sus socios de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP): nada de hacerse los remolones, hay que desobedecer las leyes y a las instituciones españolas y preparar la proclamación de la independencia. El tema es serio. Y es el riesgo de tener como socios a un partido asambleísta. Así, el Gobierno catalán recibió este domingo un jarro de agua fría de los anticapitalistas, sin cuyos votos Carles Puigdemont solo tiene una exigua y endeble mayoría simple y es superado en votos por el resto de la oposición.

Una ponencia aprobada en la Asamblea de la CUP, que congregó a 600 militantes, sitúa “la desobediencia y la unilateralidad en el centro de la acción política para conseguir la ruptura nacional y social, es decir, la independencia plena”. Era de esperar. Uno de los dirigentes anticapitalistas ya lo avanzaba en enero, cuando la CUP decidió apoyar la formación de un Gobierno catalán presidido por Puigdemont echando a Artur Mas: “Es un pacto que dentro de tres o cuatro meses puede cambiar, porque en la CUP mandan las bases”.

Y, claro, la independencia no avanza como los radicales quieren. No se han dado los pasos pactados hacia la ruptura y, por tanto, el pacto de estabilidad en que se sustenta el Gobierno catalán “es papel mojado”. “La CUP ha de convertirse en el agente político clave y en la garantía para conseguir la independencia en el marco de una república lo más socialmente avanzada posible”, dice la ponencia. Lo que reclaman los anticapitalistas es el desarrollo pleno de la declaración del 9-N, es decir, de la resolución parlamentaria aprobada por JxS y la CUP que más tarde el Tribunal Constitucional anuló. Y preveía esa declaración la preparación de los instrumentos de Estado necesarios para proclamar la independencia en 18 meses, además de llamar a la desobediencia de las sentencias del Constitucional y de las leyes españolas.

Lo que reclaman los anticapitalistas es el desarrollo pleno de la resolución parlamentaria aprobada por JxS y la CUP que más tarde anuló el Constitucional

Ahora, el Gobierno de Carles Puigdemont está prisionero de las promesas de Artur Mas, y la CUP reclama -con toda su razón- que sus socios del Gobierno cumplan los compromisos adquiridos, cuando el propio ‘president’ Puigdemont ha dejado claro que su Ejecutivo no pisará las líneas rojas de la ilegalidad.

Declaración unilateral de independencia

La presión de la CUP, por tanto, es legítima desde el punto de vista de esta formación y exige “el impulso de la declaración unilateral de independencia antes del final de la legislatura y de las elecciones constituyentes y la celebración de un referéndum unilateral de independencia”. No lo explicita, pero este referéndum debería tener lugar a comienzos del próximo año.

La CUP ha aprobado también en la ponencia “movilizaciones con todas las organizaciones y partidos de la izquierda catalana con el objetivo de generar acciones de desobediencia civil masiva no violenta que aceleren el proceso de ruptura con el Estado español y que pongan en contradicción las vías de concertación y pacto con el Estado”.

La CUP ha aprobado también "movilizaciones" con todas las organizaciones de la izquierda catalana con el objetivo de generar acciones de desobediencia civil

Xevi Generó, portavoz de la CUP, destacó que “el compromiso fundamental de la legislatura es la declaración del 9-N porque es el principal instrumento para avanzar hacia la ruptura independentista”, pero negó que la aprobación de la ponencia sea “la ruptura de la legislatura. Se trata solo de empujar hacia la independencia, el proceso constituyente y el plan de choque, o sea, el despliegue del 9-N. Junts Pel Sí se ha de poner las pilas urgentemente y llevar a cabo la ruptura que está reclamando la sociedad catalana”.

En otras palabras, es un aviso a navegantes. La propia ponencia explicita que “la CUP ha acordado tensar la cuerda con el Estado, con el objetivo de llevar la autonomía al límite, sin hacer ninguna concesión al autonomismo, ni de izquierda ni de derecha, lo que implica no renunciar a reivindicaciones populares en nombre de la estabilidad y de la gestión autonómica”.

Además de preguntarse si el Gobierno de JxS y los gobiernos del cambio de Valencia y Baleares “no están actuando como freno a las aspiraciones de cambio expresadas por estos movimientos populares”, aboga por “seguir haciendo la aportación discursiva, teórica, práctica y económica con el marco territorial de los Països Catalans, creando, dando apoyo y participando en todas aquellas iniciativas políticas, culturales, deportivas y sociales que promuevan la autoorganización de la unidad popular”.

Primer aviso a Junts Pel Sí (JxS) de sus socios de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP): nada de hacerse los remolones, hay que desobedecer las leyes y a las instituciones españolas y preparar la proclamación de la independencia. El tema es serio. Y es el riesgo de tener como socios a un partido asambleísta. Así, el Gobierno catalán recibió este domingo un jarro de agua fría de los anticapitalistas, sin cuyos votos Carles Puigdemont solo tiene una exigua y endeble mayoría simple y es superado en votos por el resto de la oposición.

Carles Puigdemont Artur Mas
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