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Así 'hicieron la cama’ a Mas: la ‘rebelión’ de los alcaldes que acabó con el ‘president’
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LAS CLAVES PARA ENTENDER EL RELEVO EN CATALUÑA

Así 'hicieron la cama’ a Mas: la ‘rebelión’ de los alcaldes que acabó con el ‘president’

Antes de que Mas entrase en escena, diversos colectivos de Junt pel Sí (JxSí) y de la Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) habían pactado el nombre de su sustituto: o Carles Puigdemont o nadie

Foto: Artur Mas y Carles Puigdemont. (EFE)
Artur Mas y Carles Puigdemont. (EFE)

El descalabro de Artur Mas tiene mucho de novela de intriga, donde algunas de las cosas que ocurren no son lo que parecen. Aunque Mas salió ayer por la tarde en una comparecencia pública arrogándose la paternidad de la solución milagrosa que ha evitado elecciones anticipadas, la verdad no es tan sencilla. Antes de que él entrase en escena, diversos colectivos de Junt pel Sí (JxSí) y de la Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) habían pactado el nombre de su sustituto: o Carles Puigdemont o nadie.

El pacto se gestó en Girona, ciudad de la que el sustituto es alcalde y de la que proviene el líder del sector duro de la CUP parlamentaria, Benet Salellas. “Puigdemont está cerca de las tesis cuperas y es de los duros de Convergència”, dice una de las fuentes consultadas. Ante los hechos casi consumados, Mas sólo pudo decir que sí y abandonar la opción de convocar elecciones y cavar su tumba política.

La primera clave para entender el relevo en la Generalitat es, pues, el papel que ha jugado el ‘clan de Girona’. “Artur Mas insistió hoy [ayer para el lector] en que él había sido el culpable de que Carles Puigdemont sea su sustituto. En su comparecencia pública, parece que se va porque quiere y que gana él, dejándolo todo atado y bien atado. Pero nada más lejos de la realidad. El nombre de Carles Puigdemont fue cuidadosamente elegido y tuvo el visto bueno de la CUP antes de que el nombre llegase a la mesa de negociación”.

El motivo es muy sencillo: Puigdemont es alcalde de Girona, ciudad donde ejerció el periodismo en uno de los medios más influyentes de la localidad. Y el líder de la CUP en el Parlamento es Benet Salellas, precisamente un militante muy conocido en Girona. De hecho, Puigdemont había sido militante de la Joventut d’Esquerra Republicana de Catalunya (JERC) antes de afiliarse a Convergència. Pero es considerado un hombre a medio camino entre CDC, ERC y la CUP. De hecho, sus relaciones con los cuperos gerundenses son inmejorables, hecho que contribuyó a facilitar el acuerdo.

Vídeo: Así fue la comparecencia de Artur Mas.

La condición de presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) hace a Puigdemont un hombre muy bien valorado entre las bases independentistas de CDC, ERC y la CUP. Y, además de sus buenas relaciones en el Ayuntamiento de Girona, el ‘president in péctore’ también cultivó estas relaciones en la asociación municipalista, lo que le sirvió, a la postre, para llegar a la cima de la Generalitat. No hay que olvidar, además, que la demarcación territorial de Girona de la CUP es la más grande de esta formación y tiene seis representantes en el consejo político. Pues bien, los seis votaron a favor del acuerdo JxS-CUP el pasado domingo, lo que es sintomático de las buenas relaciones. En cambio, los cinco representantes de la demarcación de Barcelona se repartieron entre un sí y 4 noes.

Reuniones en Girona y Barcelona

Además, según parece, varios alcaldes convergentes de la zona de Girona se reunieron con dirigentes de la CUP el pasado domingo. El miércoles, una nueva reunión de alcaldes independentistas de la AMI mantuvieron otra reunión con dirigentes de Convergència, en la que presionaron para que fuese aceptado el nombre de Puigdemont. Si Artur Mas cedía el paso al alcalde de Girona, la CUP aceptaba la investidura. La suerte estaba echada y sólo faltaba que Mas se hiciese a un lado para materializar el pacto no escrito. La amenaza latente era que los alcaldes ‘rebeldes’ de CDC podían ‘desertar’ y pasar a apoyar a otra formación en las próximas elecciones. Ante el peligro de fractura, Mas se temió lo peor y acabó cediendo. Una auténtica ‘rebelión’ de los alcaldes.

Vídeo: Puigdemont, de periodista a presidente de la Generalitat.

La segunda clave para entender el sorprendente acuerdo al que llegaron los independentistas este sábado es que “la CUP es prisionera de sus palabras, porque se limitó a poner como condición que no fuese presidente Artur Mas, por lo que al haber otro candidato, prácticamente estaba obligada a aceptar el pacto sobrevenido”, dicen fuentes consultadas por El Confidencial.

La tercera clave es el creciente descontento dentro de Convergència, que ha hecho aparecer voces críticas con la estrategia de Artur Mas. El ‘president’ se encontraba entre la presión de un sector soberanista que tira de la cuerda de la secesión y arrastra al partido a un radicalismo exacerbado y ante un sector moderado que quiere abandonar esta senda y que exige volver “a la centralidad política”. En los próximos meses, Mas ha de dedicar sus esfuerzos a apaciguar las aguas dentro de Convergència, ante la posibilidad de que pueda producirse una escisión, que sería la atroz guinda de una estrategia letal para el principal partido catalán.

Nuevo Consejo de la CUP

La CUP ha convocado para este domingo, antes del pleno de investidura, un consejo político, el mismo que el pasado domingo dijo no a la investidura de Artur Mas. “Lo tienen bien, porque se ha obedecido el mandato: facilitar la investidura de un candidato que no sea Artur Mas”. Otra cosa, añaden otras fuentes, es que “en el consejo se pongan peros a algunos de los puntos aprobados en las últimas horas”.

Porque el sorpresivo acuerdo al que llegaron JxS y los cuperos es, a primera vista, humillante para estos últimos. Además de obligarles a votar a favor (al menos a seis de ellos) en la sesión de investidura de hoy del nuevo presidente catalán, Carles Puigdemont, también deben ceder dos diputados “que se incorporarán a la dinámica del grupo parlamentario de JxS de manera estable”, a “no votar en ningún caso en el mismo sentido que los grupos parlamentarios contrarios al proceso o al derecho a decidir cuando esté en peligro la estabilidad parlamentaria” y a que la CUP asuma “que la defensa en los términos políticos del proceso, tal y como la entiende la CUP, puede haber puesto en riesgo el impulso y el voto mayoritario de la población y el electorado a favor del proceso hacia la independencia en una negociación que ha desgastado a las dos partes y a la base social y popular del independentismo”.

Vídeo: la CUP dice que nadie pasará al grupo de JxSi

La CUP, pues, reconoce “errores en la beligerancia expresada hacia JxS” y acepta “renovar tanto como sea necesario el propio grupo parlamentario con el objetivo de visualizar un cambio de etapa y asumir implícitamente la parte de autocrítica que le corresponde en el proceso negociador. Los relevos en el grupo parlamentario se producirán inmediatamente después del pleno de investidura”.

Un comunicado de la formación radical señala que este último punto se asume porque “el presidente en funciones, Artur Mas, ha dado un paso al lado y ha aceptado su parte de responsabilidad en las dificultades de los últimos meses”. Debido a ello, “nosotros también lo damos en los mismos términos”. Eso según la CUP, porque según Mas, él no ha cometido error alguno.

La entidad Societat Civil Catalana (SCC), por su parte, emitió un comunicado ayer criticando el hecho del trasvase de dos diputados de la CUP a JxS, del que se dice que “no hay noticia de un caso semejante de transfuguismo institucional”. También arremete contra Mas porque aseguró que “lo que no nos dieron las urnas lo corregimos con la negociación”, lo que son unas “desafortunadas declaraciones que muestran la escasísima cultura democrática” del ‘president’. También critican la “depuración de diputados” a la que obliga a la CUP y el tono “autoritario y ególatra que ha utilizado Artur Mas en su comparecencia ante los medios. Por último, destaca que Puigdemont preside la AMI, un asociación que supone una “anormalidad democrática” porque es “una organización que en sus propios estatutos asume una posición supremacista y de enfrentamiento con el conjunto de los españoles”.

Por otra parte, para hoy domingo, la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, ha convocado Junta de Portavoces para las 4 de la tarde y pleno parlamentario para las 5. Todo entra dentro de una convocatoria normal. “Únicamente cuando en un pleno se han de examinar documentos es obligatorio convocar con 48 horas de antelación, pero el reglamento no dice nada del pleno de investidura, por lo que entra dentro de la normalidad esta convocatoria”, dice a este diario el portavoz de uno de los partidos de la oposición. También hoy la CUP decidirá qué diputados cambian en aplicación del acuerdo de investidura.

El descalabro de Artur Mas tiene mucho de novela de intriga, donde algunas de las cosas que ocurren no son lo que parecen. Aunque Mas salió ayer por la tarde en una comparecencia pública arrogándose la paternidad de la solución milagrosa que ha evitado elecciones anticipadas, la verdad no es tan sencilla. Antes de que él entrase en escena, diversos colectivos de Junt pel Sí (JxSí) y de la Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) habían pactado el nombre de su sustituto: o Carles Puigdemont o nadie.

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