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La última oferta de la CUP insiste en que Artur Mas no sirve para ‘president’
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pARA DESENCALLAR EL PUNTO MUERTO

La última oferta de la CUP insiste en que Artur Mas no sirve para ‘president’

Piden la reversión de la privatización de la empresa ATLL, la retirada del proyecto Barcelona World y que la Generalitat se retire como acusación en los procesos contra los antisistema, entre otras cosas

Foto: Ilustración: Raúl Arias.
Ilustración: Raúl Arias.

Las negociaciones para desencallar la situación catalana se encuentran en punto muerto. La Candidatura d’Unitat Popular, según ha podido conocer El Confidencial de fuentes solventes, volvió a poner sobre la mesa de Artur Mas una propuesta ayer, que reitera lo que ya le había dicho en otras ocasiones: está dispuesta a facilitar la formación de un Gobierno donde no esté el hasta ahora ‘president’. Ese Gobierno ha de comprometerse a llevar adelante la constitución de la República Catalana, ha de poner en marcha un plan de choque social y que ha de prever varias medidas que podrían considerar las líneas rojas de la CUP: la reversión de la privatización de la empresa Aigües Ter Llobregat (ATLL), retirada del proyecto de la T-Movilidad (que es el nuevo sistema de pago del transporte público), el freno a la privatización de los proyectos del Consorcio Sanitario de Lérida, la retirada del proyecto Barcelona World y que la Generalitat se retire como acusación en los procesos contra los antisistema, entre algunas otras medidas.

Esta oferta, según las fuentes consultadas, se envió al Palau de la Generalitat tras la segunda sesión de investidura del jueves pasado. El grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxS), que ayer se reunió en el monasterio de Poblet, comentó la oferta y determinó rechazarla, al ser una “reedición” de las que había hecho ya la CUP.

La formación de gobierno, pues, sigue en el aire. Pero desde la formación radical advierten de que “el problema no es sólo Artur Mas. Es todo lo que va con él: el problema es Convergència, que está marcada por la corrupción. Un sector mayoritario de la CUP no quiere a nadie de CDC presidiendo el Gobierno”. Y es más: cada día que pasa, ese sector es más partidario de que se convoquen nuevas elecciones.

En este sentido, la encuesta que ayer hizo pública el Centro de Estudios de Opinión (CEO), el CIS catalán, es un balón de oxígeno para los independentistas. De hecho, es demasiado generoso con la CUP, a quien le vaticina un crecimiento de cinco o seis diputados y la sitúa como tercera fuerza política. Desde el interior de esta formación se había previsto que puede ganar un par de diputados, que perderían JxS y el PP (por la Ley d’Hondt). mientras que los demás partidos quedarían aproximadamente igual. Ello le permitiría a la CUP, no obstante, convertirse en la cuarta fuerza. “Un subidón de este calibre es una sorpresa para nosotros”, explican a este diario fuentes de esta organización. “Lo más importante, sin embargo, es que desde que Mariano Rajoy es presidente del Gobierno español, el independentismo no ha dejado de crecer. Y ha crecido a razón de un punto cada cuatro meses, en una progresión constante. Y otro dato a tener en cuenta es que, en estos momentos, los partidarios y detractores de la independencia están prácticamente empatados, cuando hace tres meses había una diferencia de casi cinco puntos. Y por último, otro detalle: cada vez que hay tensión y problemas, aumenta el bloque independentista”.

Tres ejes de negociación

La CUP está viviendo su ‘siglo de Oro’. El pulso a Artur Mas está dando buenos resultados y ha sabido marcar perfil propio en el Parlamento catalán. Y para que no haya lugar a dudas hizo público un documento de 50 páginas titulado ‘Fil a l’agulla’ (‘Hilo en la aguja’) donde desgrana las bases de la negociación que mantiene con JxS y con Artur Mas.

El documento recoge los tres ejes de esas negociaciones: “Ruptura democrática (hoja de ruta hacia la independencia con referéndum incluido), plan de choque de emergencia y urgencia social y proceso constituyente popular y no elitista”. El documento “no expone el programa político de la CUP”, sino “los mínimos que consideramos imprescindibles para un acuerdo de bases que garantice desde el primer minuto que el presente y el futuro ya no se parezcan al pasado. En la complejidad, nunca firmamos cheques en blanco; a nada ni a nadie; ni tan sólo a nosotros mismos”.

Así pues, desgrana sus exigencias, las que ha puesto sobre la mesa de Artur Mas. Entre las medidas a abordar figuran la desobediencia a la prohibición del TC, que anuló el decreto de la pobreza energética, “la no vigencia ni aplicabilidad de la Ley Wert”, el “inicio de la renegociación de la deuda estructurada” y la no aplicación de la “Ley Mordaza”.

Sus posicionamientos tienen como marco de referencia “los Països Catalans” y reclama un “proceso democrático unilateral hacia la República Catalana y Popular”, con “bases republicanas fundamentadas en principios socialistas, feministas, laicos, ecologistas y de desmilitarización”, la “desobediencia a toda la legislación española en materia de derechos fundamentales, sociales y laborales” y la formación de la “Asamblea de Concejales de los Països Catalans”.

"Apropiación de pisos”

El documento propone un plan de choque de 39 medidas sociales urgentes. Entre ellas, “convertir la cesión temporal (3 años) de pisos de la Sareb a la Generalitat en una apropiación de pisos y cesión régimen de uso o derecho de superficie”. Reclama también un fondo de ocupación de 95,8 millones de euros para que “el Servicio Público de Empleo implemente un plan de choque”. Asimismo, aboga por “recuperar la Renta Mínima de Inserción como derecho subjetivo, ampliando el presupuesto para llegar a todas las unidades familiares que no tienen ningún ingreso mientras no se apruebe un nuevo sistema de ‘renta garantizada de ciudadanía’, propuesta por vía ILP”.

La CUP pide retornar las tasas de matriculación universitaria y garantizar el transporte público gratuito a parados, universitarios y pensionistas

Otro de los puntos exige “garantizar unos ingresos mínimos mensuales a las cerca de 34.000 familias catalanas con hijos que no tienen ingresos de ningún tipo”. También pretende garantizar las prestaciones a personas dependientes, que afecta a casi 19.000 ciudadanos, ofrecer una “solución inmediata” a las 17.000 personas en listas de espera, reducir en un 50% las listas de espera en seis meses, reabrir las 24 horas todos los centros de atención primaria cerrados, aumentar la dotación de profesores, aumentar las becas comedor en 240.000, más las 80.000 actuales, retornar las tasas de matriculación universitaria y garantizar el transporte público gratuito a parados, universitarios, pensionistas y colectivos en riesgo de exclusión.

Retirada de Barcelona World

Los radicales piden a Mas también la liberalización de los peajes de la AP7 en Tarragona y la AP2 en Lérida, la retirada del proyecto de Barcelona World, retirada de la Línea de muy alta tensión (conexión eléctrica con Francia) y del Cuarto Cinturón, y retirada de la Generalitat “como acusación en todos los procesos judiciales abiertos y pendientes por temas de persecución política, disidencia o desobediencia a leyes injustas”.

Lo que pretende la CUP,según el documento es un proyecto anticapitalista para afrontar "el neoliberalismo”, lo que exige “la reversibilidad de los recortes”, la “nacionalización de los sectores extratégicos”, la “impugnación y desobediencia de los dictados de la troika, con una auditoría e impago de la deuda ilegítima” y “abrir el debate sobre la pertenencia y la salida de la UE y el papel del euro”.

Uno de los capítulos hace referencia a la lucha contra la corrupción. Contradiciendo a Mas, que saca pecho e insiste constantemente en que Cataluña es la comunidad más transparente, en este tema la formación radical señala que “de las 51 medidas anunciadas por la Presidencia de la Generalitat en febrero de 2013 sólo se cumplen, y parcialmente, un 7%. Como mensaje inequívoco y contundente, es preciso que la Generalitat se persone en todas aquellas causas donde se han malgastado o desviado fondos públicos. Esta decisión no tiene costes económicos: sólo depende de la voluntad política”.

Todo ello, en un plazo de 18 meses, que es el lapso de tiempo previsto para que todas las estructuras de Estado estén en pleno funcionamiento y esté redactada ya la Constitución Catalana que habrá de ser sometida a referéndum. Habrá que ver, sin embargo, si algunas de las medidas citadas son asumibles por Artur Mas. La pelota, por mucho que él diga lo contrario, está en su tejado.

Las negociaciones para desencallar la situación catalana se encuentran en punto muerto. La Candidatura d’Unitat Popular, según ha podido conocer El Confidencial de fuentes solventes, volvió a poner sobre la mesa de Artur Mas una propuesta ayer, que reitera lo que ya le había dicho en otras ocasiones: está dispuesta a facilitar la formación de un Gobierno donde no esté el hasta ahora ‘president’. Ese Gobierno ha de comprometerse a llevar adelante la constitución de la República Catalana, ha de poner en marcha un plan de choque social y que ha de prever varias medidas que podrían considerar las líneas rojas de la CUP: la reversión de la privatización de la empresa Aigües Ter Llobregat (ATLL), retirada del proyecto de la T-Movilidad (que es el nuevo sistema de pago del transporte público), el freno a la privatización de los proyectos del Consorcio Sanitario de Lérida, la retirada del proyecto Barcelona World y que la Generalitat se retire como acusación en los procesos contra los antisistema, entre algunas otras medidas.

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