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La 'conjura' del PSC no rompe el partido, pero se espera la rebelión de tres diputados
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La 'conjura' del PSC no rompe el partido, pero se espera la rebelión de tres diputados

La consulta independentista de Catalunya está a punto de convertirse en el peor dolor de cabeza para el líder del PSC, Pere Navarro

Foto: El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba (i), y el primer secretario del PSC, Pere Navarro. (EFE)
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba (i), y el primer secretario del PSC, Pere Navarro. (EFE)

La consulta independentista de Catalunyaestá a punto de convertirse en el peor dolor de cabeza para el líder del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Pere Navarro, porque algunos diputados quieren tensar la cuerda y protagonizar hoy una sonada ruptura en el Parlamento catalán. Son pocos, pero por las repercusiones mediáticas el tema puede convertirse en una pesada losa para los socialistas catalanes. Y, a pesar de que son tan pocos, cada uno va por su lado: Navarro puede estar tranquilo, porque el frente unitario crítico ha fallado.

El problema, en cualquier otro tema, habría sido intrascendente. Pero en este caso se topa con la nación, el país: resulta que el consejo nacional del PSC, el máximo órgano de dirección entre congresos, decidió que, en el tema de la consulta independentista, se votaría en contra de cualquier propuesta que antes no haya sido consensuada con el Gobierno español. “Si antes no la has negociado, te la van a rechazar tanto en la Moncloa como en el Congreso. Es de cajón, de sentido común. Si llevas una propuesta a Madrid ha de ser para que se apruebe. Pues negóciala antes y así te garantizas que saldrá adelante”, explica a El Confidencial una fuente socialista catalana.

Ese es el problema: Artur Mas lleva hoy a la Cámara autonómica una resolución para pedir a Mariano Rajoy que aplique el artículo 150.2 de la Constitución y le confiera la potestad de convocar un referéndum. Rajoy dirá que no. Es un portazo en las narices anunciado. Aquí, pues, entra en escena el plus añadido de “peligrosidad” política que existe en Cataluña, que es el componente de catalanidad que se le exige a cada partido político: has de pedir lo que sea, siempre y cuando sea por el país o por la patria, catalana, por supuesto.

El PSC analizó la situación y decidió adoptar una postura ante el dilema al que se enfrenta: tiene 20 diputados en el Parlament. Y cuatro o cinco de ellos no son partidarios de votar no a la propuesta de Mas. En todo caso, podrían entender una abstención del partido, esencialmente para que no aparezcan ante la opinión pública como componentes de un frente conformado también por PP y Ciutadans. La decisión del consejo nacional del PSC sublevó a los díscolos, que prefieren libertad de voto o, en todo caso, que les permitan elegir entre el no y la abstención. “Con eso nos hubiera bastado”, asegura a El Confidencial uno de los diputados disconformes con la línea oficial del partido.

“Coincidencia total”

Ante la situación de crisis, cinco diputados (entre los que se hallaban los exponentes de las principales corrientes críticas) comieron ayer en un restaurante de Barcelona paratrazar una estrategia común ante el ultimátum de Navarro de que o votan lo que el partido ha decidido o pueden ser expulsados. “Hubo una coincidencia total en el análisis de la situación, pero ya veremos quéhace cada uno mañana [hoy para el lector], porque las circunstancias personales y políticas de los que estábamos allí son diferentes y, por ello, es lógico que cada uno tomemos una determinación diferente”, detalló a El Confidencial uno de los dirigentes de los sectores críticos.

En esta reunión estaba el alcalde de Lérida, Àngel Ros (que ayer hizo pública su renuncia al escaño para no tener que afrontar votar no a la petición de resolución del Parlament), y la exconsejera de Sanidad Marina Geli, los máximos exponentes de la corriente Agrupamnet Socialista. Y estaba Joan Ignasi Elena, líder de la corriente Avancem. Y Xavier Sabaté, máximo dirigente de Tarragona y partidario de la abstención. Y la diputada Rocío Martínez-Sampere, que se presentará también a las primarias socialistas para elegir al candidato a la alcaldía de Barcelona en las próximas municipales. No estaban la diputada Núria Ventura, claramente alineada con las posiciones críticas, ni el portavoz del PSC, Jaume Collboni, que se ha mostrado partidario de la abstención en las últimas semanas.

Fotografía de archivo del exalcalde de Lleida, Ángel Ros (2d) en una reunión del PSC.La reunión fue correcta y en ella se habló, exclusivamente, de la posición que debe adoptar el partido ante los acontecimientos que se producirán este año, tricentenario de la caída de Barcelona ante las tropas de Felipe V y ejercicio en el que Artur Mas quiere convocar un referéndum independentista para el 9 de noviembre. “Es que hay gente del PSC, esencialmente que trabaja en ayuntamientos o que son concejales, que están a favor de que, al menos, no se vote en contra de pedir a Madrid la aplicación del artículo 150.2. Y es una parte muy importante del partido, aunque difícil de cuantificar. De todos modos, es innegable que una parte importante de nuestro electorado tiene esa sensibilidad y hay que escucharla”, subrayan las mismas fuentes.

“Hay que acatar el mandato”

Desde la ortodoxia del partido, sin embargo, se quita importancia al peso que puedan tener las corrientes críticas. “La dirección del PSC resolvió adoptar una determinada postura y lo que han de hacer los diputados es votar lo que ha dicho la dirección. Sabemos que los críticos han tenido una reunión, pero no nos han comunicado nada ni nos han hecho llegar petición alguna. De todos modos, nuestra postura es igual que ayer o anteayer o los días anteriores: hay un mandato del máximo órgano de dirección y lo hemos de acatar. Si no, ¿de qué sirve tener órganos de dirección?”, explica a este diario una fuente de la cúpula del PSC.

Los parámetros que se manejan para afrontar las crisis son sencillos: los críticos representan menos del 15% en los órganos de dirección y el 25% en el grupo parlamentario. De ellos, posiblemente sólo dos o tres pueden llegar a tensar la cuerda como para ser expulsados del grupo: Marina Geli, Núria Ventura y Joan Ignasi Elena. Y el electorado socialista, calculan, nutrido en gran medida de votantes no nacionalistas, seguiría apegado al PSC. Por tanto, el impacto electoral que pueda tener una posible ruptura del grupo sería mínimo: es más, en algunos sectores se cree que, una vez eliminado el sector catalanista, el PSC podría captar segmentos de votantes que actualmente se decantan por PP o por Ciutadans. Pero es futurología.

La consulta independentista de Catalunyaestá a punto de convertirse en el peor dolor de cabeza para el líder del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Pere Navarro, porque algunos diputados quieren tensar la cuerda y protagonizar hoy una sonada ruptura en el Parlamento catalán. Son pocos, pero por las repercusiones mediáticas el tema puede convertirse en una pesada losa para los socialistas catalanes. Y, a pesar de que son tan pocos, cada uno va por su lado: Navarro puede estar tranquilo, porque el frente unitario crítico ha fallado.

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