Si Rajoy dice no, Mas buscará el respaldo del Parlament ante el "clamor de un país"

Después de tres meses de espera, ayer arrancó la cuenta atrás. "48 horas", fue el límite que puso la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría a la llegada de la esperada respuesta de Mariano Rajoy a la misiva que le envió, en julio, Artur Mas reclamando la celebración de una consulta en Cataluña. Hasta ahora, el cartero no ha llamado a la puerta de la Generalitat, así que mientras tanto los políticos, nacionales y catalanes, han afilado sus armas... dialécticas. Si la contestación es negativa, ha dicho Mas, él buscará que "la mayoría de las fuerzas políticas catalanas respondan de forma conjunta, unitaria y serena, pero firme". Y sin tardanza: será en el próximo debate de política general del Parlament, previsto para los días 24, 25 y 26 de septiembre.

"Parece que la carta que tiene que venir de Madrid no da una respuesta a eso que es un clamor no de un Gobierno, ni de un presidente, ni de unos ayuntamientos, sino el clamor de un país que se manifiesta cívica, pacífica y festivamente de cara al futuro", ha adelantado hoy Mas en Arenys de Munt, subrayando que él desearía "una puerta abierta al diálogo y a la negociación que satisfaga a todos: la legitimidad del pueblo catalán en sus reivindicaciones y los marcos legales que existen". Lo que se augura en medios catalanes es, de hecho, que Rajoy dirá no al referéndum y sí a mejoras en la financiación; una oferta que puede llegar tarde.

A esos marcos legales se ha referido, precisamente, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que le ha recordado al presidente de la Generalitat que en su día "juró cumplir la Constitución y el ordenamiento jurídico", por lo que debe "hacer honor a su promesa". "Algunos", ha añadido el ministro, en un foro de Economía en la sede del PP en Barcelona -donde le acompañaba Alicia Sánchez-Camacho- "se empeñan en que hoy más que nunca no haya un solo pueblo, sino dos. Una sociedad dividida. Nosotros estamos para unir y sumar, no para dividir y restar". Díaz ha asegurado que el Gobierno tiene "voluntad de diálogo, de llegar a acuerdos para conseguir lo que es bueno para Cataluña, porque lo que es bueno para Cataluña lo es para España".

Viaje a ninguna parte

Desde el PSOE, ha sido Óscar López el encargado de caldear el ambiente a la espera de la carta, criticando al autor y al destinatario. Para el secretario de Organización de los socialistas, el camino soberanista de Mas "no lleva a ninguna parte", mientras que la respuesta del Gobierno, "no escuchar y no atender a lo que está ocurriendo en Cataluña", tampoco es la acertada. López ha apostado por la reforma de la Constitución planteada por su partido, "el único que ha colocado una propuesta encima de la mesa".

En la arena política catalana se han mostrado más contundentes. Lluís Corominas, vicesecretario general de Coordinación Institucional de CDC, ha anunciado que su formación "no cambiará su hoja de ruta", y que sólo está dispuesta a negociar "la fecha de la consulta". "Esto es imparable", ha señalado Josep Rull, secretario de Organización, que también se ha referido a la llamada a consultas del Ministerio de Asuntos Exteriores al embajador de Letonia, por unas declaraciones en las que hablaba de la Diada: García-Margallo "tendrá mucho trabajo" si empieza a llamar a todos los representantes de los países que se pronuncien a favor del derecho catalán a la independencia, ha afirmado.

Por su parte, el presidente del Consell Nacional de UDC, Ramon Espadaler, ha exigido a Rajoy que "no se esconda" y tenga "voluntad política" para dar salida a la voluntad de Cataluña de decidir sobre su futuro. "Si el Gobierno del Estado entiende la reclamación del pueblo catalán, deberíamos ser capaces de modificar eso que se puede modificar para ejercer el derecho de autodeterminación". Es decir, la Constitución, ese "límite claro" que ayer viernes señaló Sáenz de Santamaría. "Queremos votar. Si el Gobierno tiene una alternativa sobre la mesa, la escucharemos, pero en ningún caso puede ir en contra de poder consultar al pueblo de Cataluña", ha apostillado Espadaler. Si la respuesta tardía de Rajoy no es satisfatoria, UDC mantendrá su "compromiso parlamentario": celebrar esa consulta en 2014.