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Mas sale de su cumbre del pacto fiscal con menos apoyos y más críticas
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TODOS LOS PARTIDOS CRITICAN AL GOBIERNO CATALÁN

Mas sale de su cumbre del pacto fiscal con menos apoyos y más críticas

La cumbre convocada por Artur Mas para acercar posturas entre todos los partidos catalanes de cara al pacto fiscal que quiere enviar a Madrid acabó igual

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Mas sale de su cumbre del pacto fiscal con menos apoyos y más críticas

La cumbre convocada por Artur Mas para acercar posturas entre todos los partidos catalanes de cara al pacto fiscal que quiere enviar a Madrid acabó igual que empezó… O incluso peor que como comenzó, porque Iniciativa per Catalunya (ICV), que ya había firmado un acuerdo con Convergència i Unió (CiU) y con Esquerra Republicana (ERC) sobre los ejes del pacto fiscal, fue extremadamente crítica con la postura del Gobierno catalán.

Artur Mas presentó un documento que recoge los puntos fundamentales que esos tres partidos firmaron. En resumen, son los requisitos que habían sido establecidos en las conclusiones de la comisión parlamentaria sobre el pacto: salida de Cataluña de la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca), establecimiento de una Hacienda propia catalana, recaudación y gestión de todos los impuestos por parte de esa Hacienda, establecimiento de un cupo que ha de pagar la comunidad al Estado y limitación de la solidaridad con el resto de comunidades.

El documento establece cinco puntos, aunque evita hablar directamente de la Lofca y reclama que “Cataluña no puede perder capacidad fiscal una vez hecha la contribución a la solidaridad (respecto escrupuloso al principio de ‘ordinalidad’)”. Para el portavoz del Gobierno, Francesc Homs, la Hacienda propia y la plena capacidad recaudatoria “es una cuestión nuclear para el Ejecutivo, es por donde pasa la solución y es lo que tenemos que llevar adelante. No puede haber pasos atrás”.

La propuesta del Gobierno, sin embargo, no sentó bien a los partidos mayoritarios de la oposición, que consideran que el Ejecutivo de Mas no quiere negociar, sino que busca sólo adhesiones a su propuesta. “Nada nuevo bajo el sol. No somos optimistas en cuanto a resultados y no apreciamos ningún avance significativo”, señalan fuentes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) a El Confidencial.

El líder del PSC, Pere Navarro, criticó también que “a 12 días del pleno del Parlamento sobre el pacto fiscal, el Gobierno presentó un documento por primera vez. Se nos ha dicho que es un principio de negociación. Pero hasta hoy no se ha iniciado este proceso, esta negociación, cuando siempre habíamos dicho que este acuerdo requería de una negociación y no de una adhesión a unas propuestas del partido de Gobierno”, subrayó Navarro. Las fuentes consultadas por este diario añaden que no ven una mejor predisposición del Gobierno a abrir esa negociación. “Si el Gobierno tuviese voluntad, habría tiempo de aquí al pleno del día 25 para consensuar algo, pero tal y como van las cosas no creemos que haya ninguna novedad”.

La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, también fue muy crítica: “Fue una cumbre sin contenido, reiterativa, en la que lo único nuevo fue la presentación de un documento por parte del Gobierno en el que constata que no tiene voluntad de negociar”. Y remachó: “Si lo que pretende el Gobierno es una adhesión a su propuesta, no nos encontrará”.

Fuentes del PP señalaron a El Confidencial que la cumbre “no nos aporta nada nuevo. El documento presentado por el Gobierno no dice gran cosa y no es de consenso, entre otras cosas porque se presentó en la misma cumbre. Si hubiese querido negociarlo, nos lo hubiese enviado antes para que lo estudiásemos”.

Un pacto alternativo

La líder popular, sin embargo, descolocó a Artur Mas con una sorprendente propuesta: la presentación de un pacto fiscal alternativo del PP en el pleno del día 25. “Su truco está en intentar consensuar que se vote a trozos el pacto fiscal para que los partidos puedan descolgarse en algunas de las tesis que consideran molestas. Con ello, lo que pretenden es trasladar una imagen equívoca de que el Parlamento catalán apoya sus ideas. Pero si introducimos un nuevo elemento, como una propuesta seria de pacto, las cosas cambian, porque el protagonista absoluto ya no será el pacto fiscal de CiU y ERC. Y ya veríamos entonces cuál sería la postura del PSC, porque en algunas de sus propuestas coincide más con nosotros que con la de CiU”, señalan las fuentes consultadas.

Incluso ICV se mostró extraordinariamente crítica. Su presidente, Joan Herrera, considera el documento del Gobierno catalán de “insatisfactorio” porque no incluye ninguna cláusula que garantice que la mejora de la financiación irá destinada a políticas sociales y porque en su redactado no incluye tampoco la ambición ni la voluntad de consenso. “Lamentamos que el Gobierno no nos lo hubiese hecho llegar antes, ya que hubiésemos podido trabajarlo durante todo el día”, subrayó Herrera. En resumen, que uno de los aliados que hasta ahora había tenido en el tema del pacto fiscal, ni siquiera estuvo a su lado en estos momentos.

Tampoco salió satisfecho el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, para quien la cumbre fue sólo “escenografía de cartón piedra con un itinerario hacia la transición nacional, no hacia la negociación ni hacia el consenso”.

Los representantes de Solidaritat Catalana per la Independència (SI) tampoco vieron nada positivo, aunque por motivos contrarios a todos los demás. Su portavoz, Uriel Bertran, acusó al Gobierno catalán de diluir las conclusiones del pacto fiscal que aprobó la comisión parlamentaria para intentar sumar al PSC. Además, sostiene que con la propuesta de Mas, los catalanes seguirán sin tener “la llave de la caja”.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, fue más comedido. Pidió al Gobierno que mantenga las conclusiones de la comisión parlamentaria y dijo a Mas que “no traicione” a los catalanes “rebajándolas para sumar apoyos” como el del PSC. “Cualquier rebaja es una traición a la gente”, subrayó, al tiempo que se mostró dispuesto a llegar a acuerdos: “Si el consenso no llega a buen puerto no será porque nosotros nos apartemos”, añadió. Además, consideró que es condición sine qua non el tener “la llave de la caja” en la nueva etapa.

La cumbre convocada por Artur Mas para acercar posturas entre todos los partidos catalanes de cara al pacto fiscal que quiere enviar a Madrid acabó igual que empezó… O incluso peor que como comenzó, porque Iniciativa per Catalunya (ICV), que ya había firmado un acuerdo con Convergència i Unió (CiU) y con Esquerra Republicana (ERC) sobre los ejes del pacto fiscal, fue extremadamente crítica con la postura del Gobierno catalán.