Maragall pide perdón a los ciudadanos por el "incidente parlamentario" del 3

Pascual Maragall intenta enfriar el ‘souflé’ catalán. El presidente de la Generalitat comenzó su intervención en el debate de moción de censura presentado por el PP catalán pidiendo formalmente disculpas a los ciudadanos por las acusaciones al Gobierno de CiU de cobrar el 3% en la adjudicación de obras públicas, lo que calificó de “incidente parlamentario”.

Asimismo, el ‘president’ se ha hecho responsable de las repercusiones políticas de sus palabras que el pasado 24 de febrero, cuando se celebró un pleno extraordinario sobre el barrio del Carmel en el que hizo estas afirmaciones, provocaron "un momento tenso, lógicamente tenso”. Estas excusas, ha subrayado, "las pido a los ciudadanos de Cataluña, que es quien lo merece, y sabiendo que los ciudadanos del Carmel sólo piden soluciones, que es lo que hacen el Gobierno y el Ayuntamiento".

No obstante, y en una crítica implícita a CiU y a la querella que le ha presentado por aquellas palabras, ha asegurado que "ha habido otra fuerza que ha considerado más grave mi supuesta acusación y mis reflexiones sobre el tono y el momento" y que "no ha querido que (esta disputa dialéctica) se resuelva en el Parlament, de donde nunca debería haber salido".

"Moll de l'os"

Maragall no ha dejado pasar ni diez minutos de su discurso para entrar en lo que ha definido el "moll de l'os" (el tuétano del hueso, literalmente, o el meollo de la cuestión), en referencias a sus alusiones a presuntos cobros de comisiones por parte de CiU en la adjudicación de obras públicas y dejar claro que "la crisis del Carmel ha sacudido profundamente la política catalana".

"Se puso un túnel y saltaron por los aires los puentes que deben construir la política catalana", ha dicho el presidente catalán, quien ha añadido que "la crisis del Carmel abre una etapa nueva en nuestra vida política". Previamente, y dirigiéndose al impulsor de la moción de censura, Josep Piqué, le ha reprochado el tono de su intervención de esta mañana al asegurar que "yo reconocí la legitimidad de su moción y usted la ha usado para destruir mi legitimidad y la del Gobierno que presido".

Josep Piqué acusó a Maragall de “mal presidente” y pidió su dimisión como “último acto de generosidad” para, incluso, el resto de dirigentes del PSC que, asegura, “están deseándolo” para que deje de generar problemas.

Por otra parte, el presidente del PP catalán anunció una propuesta parlamentaria para permitir que “los afectados pasivos por delitos relacionados con malversación de fondos públicos o de prevaricación” puedan ser “eximidos temporalmente de toda posible imputación penal y declaren ante la justicia y permitir averiguar la realidad”.