Los forros polares que triunfan entre los jóvenes españoles: este año venderán 2 millones

Alessandro y Carlos no dan abasto. El primero ha tenido que dejar la carrera, Periodismo, mientras el segundo intenta compaginar sus estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Sevilla con su nueva vida como empresario de éxito con su marca Esenzia, que arrasa entre los jóvenes españoles.

Ambos se conocen desde niños, cuando iban al colegio público Al Ándalus, en el popular barrio de San José Obrero de Sevilla. Los dos eran adolescentes muy activos y apasionados por la comunicación, especialmente sobre la Semana Santa y el fútbol, ámbitos en los que hacían sus pinitos para ganarse sus primeras pagas y no depender de sus familias, de origen humilde.

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Tras llegar a la Universidad se seguían viendo en los bares de la isla de la Cartuja situados entre las cercanas sedes de ambas facultades. Fue allí donde alumbraron su idea en el año 2019 y cada uno puso 40 euros para comprar unas camisetas con sus diseños que revender a los amigos y compañeros. La cosa no les salió a la primera como esperaban, pero lo siguieron intentando hasta que empezó a funcionar y decidieron invertir también 50 euros en redes sociales para promocionar el negocio. Era solo el comienzo.

Su experiencia en ese ámbito de la comunicación digital y su espíritu emprendedor los convirtieron rápidamente en un fenómeno viral, primero entre los jóvenes sevillanos y, rápidamente, por toda España, donde cuentan ya con más de 180.000 seguidores en redes, gracias a lo que realizan campañas con millones de impacto hechas con bajo coste.

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En 2020 se hicieron autónomos y al año siguiente estaban constituyendo su empresa como sociedad limitada. A todo ello les ayudó el subdirector de su colegio, Alfonso Machuca, abogado de profesión. Posteriormente, ellos decidieron agradecerle ese apoyo inicial, dándole un 5% de las acciones de la empresa.

Apostaron entonces por una prenda tan arriesgada como los forros polares en la calurosa Sevilla y además a un precio poco popular (más de 50 euros) pero acertaron de pleno con ese target de alto nivel adquisitivo y con unos diseños que han atraído a esa generación Z que busca algo más que la compra, y quieren también sentirse parte de una comunidad.

Su diseño "Established in…" se convirtió en todo un éxito entre adolescentes en barrios "pijos" que los catapultó como empresa reconocida entre los más jóvenes de toda España y les permitió vender por 200.000 euros ese primer año.

En 2021 dieron entrada a los hermanos Marco y Victoria Pozzi, que pusieron cada uno 20.000 euros por el 20% del negocio y, sobre todo, se convirtieron en sus mentores en la difícil industria de la moda.

A Marco lo conocieron de casualidad un Viernes Santo mientras esperaban en la calle la llegada de la procesión del trianero Cristo del Cachorro y comenzaron a charlar. Desde entonces, este empresario se ha convertido también en pieza fundamental para el crecimiento de la compañía.

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El año 2023 ha sido muy especial para la firma, que ha alcanzado una facturación de 1,5 millones de euros tras vender más de 44.000 prendas. Además, en diciembre abrieron una pequeña tienda en la céntrica calle San Eloy de Sevilla que se convirtió en todo un fenómeno de masas juvenil entre chicos que hacían colas interminables mientras compartían tiempo, música, comidas y bebidas.

Algo similar se ha repetido esta semana con los crazy days, una liquidación de temporada que han hecho con actuaciones de Djs, y hasta restauración, y que ha atraído a cientos de jóvenes haciendo colas interminables desde la madrugada, lo que obligó a la Policía a intervenir para desalojar la calle una vez que se acabaron las prendas en la tienda. "El próximo año tenemos que hacer esto en un gran almacén", reflexionaban este viernes tras lamentar el poco espacio del establecimiento.

Su target -público prioritario- actual se encuentra entre los 15 y los 25 años, aunque quieren aumentarlo con la diversificación de productos. La marca comenzó su éxito en Sevilla, pero pronto se ha expandido a buena parte del país – "en Cataluña nos cuesta más porque muchas prendas llevan en su diseño una banderita de España"-.

En Madrid, se ha convertido en marca de moda entre los adolescentes del Barrio de Salamanca, un fenómeno que se ha repetido en otros barrios del país, especialmente de alto poder adquisitivo.

No son pocos los fondos e inversores que se han interesado ya en entrar o en comprar directamente la marca, según reconoce a El Confidencial el CEO, Alesandro Ridolfi, fundador junto a Carlos Guillén.

Opinión

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Ambos quieren seguir fieles a su proyecto y a sus valores. También les han ofrecido fabricar sus productos en países asiáticos, pero lo han rechazado y mantienen la producción de sus prendas en Barcelona, mientras que los terminan de bordar en una empresa sevillana. "Son un matrimonio al que también hemos cambiado la vida porque ahora son ya seis o siete en su empresa, situada en el Polígono Calonge de Sevilla", explican.

En cuanto a Esenzia, tiene 15 personas en plantilla, la mayoría relacionada con el marketing y la comunicación, aunque la previsión es seguir creciendo de forma exponencial tanto en empleados como en ventas. Para empezar, la hoja de ruta pasar por aumentar facturación más de un 30% este mismo año y superar los dos millones de euros, en la previsión más pesimista. Con este objetivo, la firma negocia actualmente su entrada en "grandes marketplaces nacionales". También estudia posibles alianzas con otras marcas de distintos productos, incluida una conocida firma de gafas de éxito entre jóvenes.

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Alessandro no oculta su orgullo por lo conseguido desde sus orígenes humildes. "Hay quien cree que somos dos niños pijos que nos han dado todo hecho, pero yo vengo de una familia trabajadora, con mi padre de vigilante de seguridad y mi madre en paro, que me han enseñado la cultura del esfuerzo y a buscarme la vida con mucho trabajo", explica.

Lo cierto es que la pasión de ambos unidos al dominio del nuevo lenguaje digital de su generación les ha permitido triunfar hasta el momento con esta empresa "establecida en Sevilla en 2019".