El alcalde de Sevilla explora el apoyo del PSOE a sus presupuestos para frenar a Vox

Está “dispuesto a ceder en muchas cosas” y ha retirado sus “líneas rojas”. El alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, explora en estas semanas el apoyo del PSOE a sus presupuestos para frenar la entrada de Vox en el Gobierno municipal. De momento, el PP ya ha logrado el apoyo de los socialistas, liderados por el ex regidor de la ciudad Antonio Muñoz, para aprobar las ordenanzas fiscales. Y si quiere seguir gobernando en solitario, tendrá que transigir también en esta cuestión.

La formación ultraconservadora no cede en la capital andaluza y mantiene el órdago. Si no hay coalición, no hay presupuestos. Es la misma estrategia utilizada en otros puntos de España, y en este caso no va a variar. El partido de Santiago Abascal entró en el Ayuntamiento de Valencia el pasado mes de octubre y Sevilla es el próximo objetivo. El alcalde, sin embargo, no está por la labor de ofrecerle alguna concejalía, pese a que necesita sus votos para sacar adelante cualquier iniciativa.

Vox, mientras tanto, evita dar su apoyo a las propuestas de los populares para forzar una oferta que, de momento, no llega. No ha habido “ni un simple wasap” para desatascar la situación. “El PP de Sevilla no es como el de Valencia”, admiten fuentes del partido en Sevilla.

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Los populares pretenden seguir la estrategia de Juanma Moreno y situar al regidor hispalense como un alcalde moderado y dispuesto a hablar con todos. José Luis Sanz se reunió con todos los portavoces —y se fotografió con cada uno de ellos— en la presentación de las cuentas, donde les pidió sugerencias. “Nosotros estamos a la espera de propuestas, queremos un presupuesto para Sevilla, no para el PP”, apuntan desde el equipo del alcalde.

Y esa estrategia, precisamente, es lo que dispara las expectativas de Vox. En la sala de máquinas de la formación ultraconservadora están convencidos de que cada acercamiento del PP al PSOE de Pedro Sánchez amplía su potencial espacio electoral. A nivel nacional, de hecho, ya han roto relaciones con Alberto Núñez Feijóo porque consideran que está muy lejos de lo necesario para armar una entente contra la Moncloa. En la dirección, aseguran que los gobiernos autonómicos y locales no están en riesgo, pero lo cierto es que las amenazas se suceden y los próximos meses serán de alto voltaje.

Sin embargo, todos los grupos de la oposición critican la ausencia de un diálogo real por parte de Sanz, acostumbrado a gobernar con mayoría absoluta en la localidad de Tomares, donde nunca estuvo obligado a llegar a acuerdos, como le ocurre ahora en la capital hispalense. Una de las hipótesis más extendidas es que el PP esté “simulando una negociación” para justificar la entrada de Vox en el Gobierno cuando se vea obligado a prorrogar las cuentas del PSOE. “Es un paripé”, apuntan fuentes socialistas. "Vox tendrá que explicar por qué permite prorrogar unas cuentas de la izquierda", valora un dirigente popular.

Vox mantiene su estrategia y presionará para entrar en los ayuntamientos donde sus votos sean necesarios. Sevilla es el gran objetivo

Lo cierto es que la presión de la formación de Abascal es cada vez más intensa en los ayuntamientos más importantes. El partido mantiene su estrategia y no va a desaprovechar ninguna oportunidad de entrar en los gobiernos. Ni en Sevilla, ni en ninguna otra Administración. Fue la advertencia durante la campaña y se cumplirá a rajatabla, especialmente ahora que los puentes con la dirección nacional del PP se han derrumbado. A nadie se les escapa que el pulso entre las dos fuerzas a nivel nacional se trasladará de un modo u otro a los ayuntamientos y comunidades autónomas, donde los ultraconservadores tienen su principal altavoz institucional.

La presión de Vox también llega de las coaliciones de gobierno, en las que trata de marcar distancias desde dentro. Un ejemplo es lo ocurrido esta semana en el Ayuntamiento de Valencia, donde la formación ha empezado a torpedear la hoja de ruta de la alcaldesa popular, María José Catalá, con el nuevo Mestalla.

Opinión

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Sevilla es la ciudad de mayor tamaño donde Vox tiene los votos suficientes para forzar su entrada en el Gobierno, y el PP andaluz es muy consciente de ello. Por ello, el regidor José Luis Sanz está dispuesto a explorar un pacto con los socialistas si eso le permite aislar a su rival. “Está muy claro que prefieren pactar con el PSOE”, afirman fuentes de Vox en Andalucía.

En el PSOE se habían mostrado predispuestos a llegar a acuerdos con el nuevo alcalde, pero aseguran que en las últimas semanas ha habido un distanciamiento. En la formación sentó especialmente mal que el PP llevara a pleno una proposición en apoyo a las manifestaciones contra la amnistía en un momento en que las sedes de los socialistas estaban siendo atacadas. “Marcó un punto de inflexión”, aseguran fuentes socialistas, que aumentarán sus exigencias en la negociación por las cuentas, la ley más importante y más “política” de la ciudad.

El alcalde de Sevilla deberá elegir: ceder ante el PSOE o incluir a Vox en su Gobierno

Los socialistas sevillanos criticaron ayer por primera vez el borrador de las cuentas municipales y aseguraron que será “complicado” negociar con el PP al partir de dos modelos de ciudad distintos. Sus exigencias pasan por arrastrar al PP a compromisos relacionados con el medio ambiente, la memoria histórica o proyectos urbanísticos diseñados en el anterior mandato y ahora paralizados por Sanz.

El alcalde de Sevilla suele insistir en que los ciudadanos le han votado para cambiar las políticas del PSOE, por lo que tendrá difícil mantener ese discurso si finalmente cede en algunas materias. Mientras tanto, Vox aprieta por el otro bando: señala un “despilfarro” de hasta 25 millones de euros en gastos “superfluos”, invertidos en medidas relacionadas con políticas de género o contra el cambio climático. “Si nos quieren en la oposición, haremos oposición”, concluyen.