Los 10 minutos que conmocionaron a Jerez: "Logramos reducir al chico hasta que llegó la Policía"

Tenía un buen expediente, era introvertido y nunca dio problemas "en los 10 años que estuvo en el sistema educativo". Nadie vio venir el ataque a profesores y alumnos en un instituto de Jerez de la Frontera (Cádiz), un suceso escabroso por el que el autor de los hechos, un joven de 14 años, duerme en el calabozo desde este jueves. Normalmente, era puntual, de los primeros en llegar a su clase de 3.º de la ESO, pero esta vez, al fondo del aula, abrió su mochila y sacó dos cuchillos de cocina para iniciar los 10 minutos que conmocionaron al municipio. Tres profesores y dos alumnos resultaron heridos.

Para reconstruir la historia hay que retrotraerse a los días previos en el instituto Elena García Armada. Hay testimonios que reconocen burlas, insultos y otros indicios de acoso. Este jueves, a última hora de la tarde, la Policía Nacional contemplaba el bullying como la causa que llevó al joven, que padecía asperger y era definido por sus compañeros como una persona solitaria, a atacar de forma premeditada. Desde mofas con su apellido, bromas pesadas y un mote relacionado con su táper de comida, su único divertimento en el recreo. Nadie hablaba con un adolescente solitario que, según la dirección del centro, no era víctima de sus compañeros. Al menos, no abrió ningún protocolo, un mecanismo habitual cuando salta la más mínima alarma.

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"No éramos conscientes, aunque había familias disconformes con la gestión de los casos de bullying", afirma Alejandro Castilla, portavoz de la asociación de madres y padres del centro. A lo largo de la tarde fueron varios los alumnos que regresaron al lugar a recoger sus pertenencias, donde los medios recababan testimonios, mostrando su incomprensión con la reacción del detenido. "Era mi amigo en Primaria, pero empezó a ser conflictivo", decía uno de ellos. Como otros de sus compañeros, mostraba dificultades para entender la evolución del joven y sus actuaciones.

Un episodio conflictivo en la jornada anterior podría haber sido el detonante. Según La Voz del Sur, el detenido había advertido a uno de sus compañeros que no asistiera a clase. Este jueves, tras entrar en su clase de 3.º C pasadas las 8.15 horas, sacó dos cuchillos y se dirigió a un alumno que estaba sentado en el pupitre atacándole por detrás. Iba a buscarle a él. Otro adolescente recibió otra puñalada al defenderle. La profesora intentó frenar el impulso, con el resto de colegiales huyendo, y acabó recibiendo un pinchazo en el ojo. Posteriormente, sería trasladada al Hospital de Jerez e intervenida, aunque no ha perdido la visión.

Los agentes encontraron al menor inmovilizado por los docentes. "Ya no podía más", les dijo

La situación se descontroló. Los alumnos huyeron y la dirección activó el protocolo, con avisos a través de la megafonía. Asustado y nervioso, el autor de los hechos se dirigió al aula más cercana, 3.º B, donde atacó a otros alumnos que no presentaron heridas. Dos profesores trataron de frenarle, cuerpo a cuerpo, recibiendo puñaladas de menor gravedad. Finalmente, consiguieron inmovilizarle, mientras otros dos docentes le agarraron de ambas manos hasta retirarle el cuchillo. "Logramos reducir al chico hasta que llegó la Policía", narra uno de ellos.

Cuando se trasladó el aviso por ataque con arma, los agentes contemplaban la posibilidad de que se tratase de un tirador. Encontraron al profesor herido sosteniendo al joven, pasadas las 8.25 horas. "Ya no podía más, he explotado", les dijo. Habían pasado 10 minutos desde el inicio del ataque y el protocolo de agresiones se había desarrollado correctamente. Aunque algunos huyeron, incluso intentando saltar la valla, la mayoría se trasladaría al patio, donde esperarían a ser evacuados por los agentes. A lo largo de la mañana, la Policía hizo reconstrucción de los hechos en el centro educativo, con los padres y madres esperando en la puerta.

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El equipo docente, que recibió atención psicológica, ha decidido suspender las clases este viernes. El profesorado recibirá instrucciones de los profesionales a primera hora de la mañana para conocer las pautas de actuación a seguir con los menores, que serán atendidos por un equipo de especialistas ante el shock que supuso el episodio. Ayer reinaba la incomprensión. "Muchas personas con este tipo de trastornos son víctimas de situaciones de acoso, burla o agresión por parte de otras que desconocen las características propias del trastorno y cómo se manifiesta", advirtió a última hora la Asociación Autismo Cádiz. En la asociación de asperger local a la que acudía optaron por guardar silencio.