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La doble condena de Baza, la joya patrimonial de Granada: sin habitantes y en ruinas
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La doble condena de Baza, la joya patrimonial de Granada: sin habitantes y en ruinas

El ayuntamiento insiste en recuperar la Dama de Baza, una escultura íbera del siglo IV a. C. en el Museo Arqueológico Nacional, a pesar de que la ciudad lidera la lista roja del patrimonio en España, con 16 monumentos en peligro

Foto: El Convento de San Jerónimo. (Hispania Nostra)
El Convento de San Jerónimo. (Hispania Nostra)

Si el forastero camina por el centro histórico de Baza una mañana, lo lógico es que encuentre más negocios cerrados que personas. El buen observador, si se fija, podría empezar a contar además el contraste en una ciudad patrimonial, casi fantasma, donde igual queda una postal de ensueño entre calles blancas que las ruinas de edificios que, en algún momento, se intuye, fueron imponentes.

La ciudad granadina es una joya patrimonial en la provincia, aunque olvidada como pocas. La comarca entera ha perdido, según algunos estudios, casi un 25% de su población en los últimos 30 años. Allí se encontró hace más de 50 años una escultura íbera, la Dama de Baza, cuya salida de la ciudad significa todavía para muchos el símbolo del olvido y el aislamiento.

placeholder Palacio de los Enríquez. (H. Nostra)
Palacio de los Enríquez. (H. Nostra)

Fue hallada en 1971, todavía en pleno franquismo, en la ladera del Cerro del Santuario. La antigua normativa sobre el patrimonio permitía que la persona que subvencionase los trabajos de excavación podía quedarse con una parte del material arqueológico encontrado. Al frente estaba el arqueólogo Francisco Presedo. Los trabajos, financiados por el empresario catalán Pere Durán. Nada más encontrarla, este no dudó en donársela al Estado casi al instante de conocerse la noticia.

Después de casi 2000 años enterrada, se trasladó a Madrid, al Museo Arqueológico Nacional. Y hasta hoy. Cuenta el arqueólogo municipal bastetano, Lorenzo Sánchez, después de 25 años como técnico municipal, que en su trayectoria ha ido "hasta cuatro veces a por ella". Ninguna con éxito. El último informe del Ministerio de Cultura al respecto, al igual que ocurre en cuanto a las demás Damas, como la de Elche, es claro: Su traslado "conllevaría pérdidas irreparables para la escultura". El transporte, complejo ya en su mera concepción, hace inviable que pueda regresar a casa.

La sombra de la Dama

La dama es, sin embargo, eso, un símbolo. Viendo en un mapa el casco histórico de Baza puede verse una metáfora de la verdadera realidad patrimonial que se vive en la ciudad. En el centro, el Museo Arqueológico Municipal, pequeño, pero cuidado al detalle, dedicado casi en su totalidad a la época íbera. A su alrededor, el contraste con la veintena de monumentos denominados por Hispania Nostra como en peligro inminente de desaparición.

La asociación dedicada a la defensa del patrimonio siempre ha dejado claro que se trata más bien de una radiografía, de un síntoma de cómo perciben los vecinos el tratamiento del legado histórico. Baza luce con vergüenza desde hace años el liderato en su lista roja de toda España e incluso hay quienes señalan a la Dama como una cortina de humo para tapar todo lo demás. Entre los incluidos en la lista hay una amalgama de edificios con estilos y etapas artístico-históricas que apenas se aprecian ya en sus muros.

Desde el Ayuntamiento insisten que es un tanto artificial el conteo de espacios patrimoniales, atravesado además por cuestiones políticas

A saber: la Alcazaba de Baza, el Castillo de la Torre Pesquera, la iglesia y el convento de San Antón, el Palacio de los Enríquez, el Palacio Episcopal de Baza, la Casa de los Páez de Espinosa, la Almazara de los Jerónimos, la Torre-castillo de Freila, la iglesia de San Luis, la Ermita de San Sebastián de Baza, la Fuente Santa o de Alcántara, la Torre de las Cinco Esquinas, las Torres de la Puerta de la Magdalena, el Humedal del Baíco, la Torre de Espinosa, el Castillo de Benzalema, los Baños de la Morería, el Palacio de los Marqueses de Cadimo y el Convento de San Jerónimo.

Algunos son de propiedad privada, otros son públicos. Algunos están considerados Bien de Interés Cultural (BIC), otros simplemente están catalogados en una escala menor. Otros tienen una importancia histórica bastante relativa, aunque bien podrían ser, de no encontrarse en Baza, el mascarón de proa de la política cultural de un buen número de pueblos en España. Desde el Ayuntamiento insisten que es un tanto artificial el conteo de espacios patrimoniales en la lista, atravesado además por cuestiones políticas, como en todos sitios. Pero solo visitando las zonas, la degradación en algunas es más que palpable.

placeholder Claustro Bajo de San Francisco. (H. N.)
Claustro Bajo de San Francisco. (H. N.)

Se podría decir que, en general, de tanto espacio monumental que hay, los vecinos apenas lo tienen ya en cuenta o siquiera saben, o al menos se debate, sobre su historia. Las ruinas están casi normalizadas. Hay un aspecto clave que resalta nada más hablar con cualquiera de ellos: buena parte de todas estas infraestructuras ya tenían un uso antes de que fueran consideradas como patrimonio. Cuando en 1991 se legisló la Ley de Patrimonio de la Junta de Andalucía, esa conciencia patrimonial no es fuera escasa, sino que era inexistente.

La importancia de la protección de una infraestructura y el por qué hacerlo es relativamente nuevo. "Algunos claustros se utilizaban como talleres de coches o de autobuses", por ejemplo. El caso más claro se encuentra en la explanada que corona la Alcazaba. Allí, en los 80, se daban conciertos. De todo tipo. "Sabina estuvo allí", sin ir más lejos. En la actualidad, como si fuera un ovni caído del cielo, se encuentra un edificio de nueva creación dedicado a los Servicios Sociales frente a un socavón por el que es fácil caerse. Al fondo uno de esos claustros, que hace décadas fue transportado allí "sin mucho sentido" y que está lleno de grafitis donde el sentido también brilla por su ausencia. Alrededor, escombros y basura.

Tras años y años de dejadez, el anterior equipo de gobierno presentó el proyecto de rehabilitación de la zona este 2023. Quedaba poco más de un mes para las elecciones municipales, eso sí. El Gobierno pondrá 1,9 millones de euros para restaurarla después de un olvido crítico que todavía se percibe en la veintena de monumentos que aparecen en la citada lista roja y para los que, a excepción de casos contados y parches, no se les vislumbra una rehabilitación integral en el medio plazo.

Un revulsivo

En ese paisaje, Baza, como la mayoría de localidades de la España Vaciada, vive un círculo vicioso. La despoblación y la inactividad económica llevan, poco a poco, hacia el olvido institucional y el conformismo político. El patrimonio abandonado a su suerte podría ser parte del cambio, pero el ambiente fantasmal fácilmente se apodera de los pueblos y, casi sin querer, pasando los años, el envejecimiento de los vecinos que se han quedado lleva a un desánimo generalizado. Como parte positiva, el movimiento de vuelta o de resistencia en los pueblos por parte de los jóvenes, que prefieren su arraigo a la vida en las grandes ciudades, cada vez coge más fuerza en Baza.

Celia Tello, joven bastetana, volvió hace unos años al municipio, donde ahora es docente de Artes Plásticas en La Íbera, una escuela creativa que ella misma fundó. Cambia ahora de local, justo frente al Museo Arqueológico Municipal, donde en principio se acogería, de aprobarse, a la Dama. Cuenta que su abuelo, curiosamente, formó parte de quienes estaban allí el día que se encontró la escultura íbera y que "se sorprendió por el color policromado que se fue nada más desenterrarla".

Celia señala cómo antes, cuando era niña, las calles que ahora están repletas de persianas cerradas eran un reguero de comercios locales

El arte es leitmotiv en su familia. Su hermano, Agustín Tello, es también empresario y artista en la localidad. A ambos el Ayuntamiento les dio el premio Baza Joven por el emprendimiento en el pueblo. El primer impulso, antes de cualquier galardón, nace de la iniciativa privada, de capa caída en la localidad. Celia señala cómo antes, cuando era niña, las calles que ahora están repletas de persianas cerradas eran un reguero de comercios locales y de vida en el pueblo. "Había de todo", relata. La resistencia que forma junto a otros jóvenes que se dedican desde el arte plástico al artesonado es débil, todavía, frente a lo que se ha perdido.

El punto de partida para Antonio Francisco Martínez, portavoz de la Asociación de Amigos del Ferrocarril Guadix-Baza estaría en la recuperación del tren. La clausura de la línea de ferrocarril en los 80 por parte del Gobierno de Felipe González inició una deriva que acabó apartando la comarca de la provincia. Entonces se adujeron motivos económicos, que finalmente propiciaron otros más graves, como la despoblación y la depresión de toda la economía de la que ya se llama a sí misma como "Granada Vaciada". Es imposible entender el aislamiento y el aire cansado de sus quejas políticas sin tener en cuenta que desde hace 40 años por allí no pasa un solo vagón y que los oídos sordos durante años a su vuelta han sido la norma.

Foto: La Dama de Elche en el Museo Arqueológico Nacional (EFE)

Martínez, que dedica su vida casi en plenitud a esta causa, también insiste, sin embargo, en la vuelta de la Dama. "Sería una segunda oportunidad que, unida al tren, cambiaría todo. Pondría el foco en que el patrimonio puede ser la alternativa a esta zona. El turismo, los comercios que se crearían insistirían en mejorar el casco histórico. Sabemos lo que dicen los informes técnicos, es una cuestión de pasta", insiste. Así lo comentan y la dan la razón otros técnicos municipales que recuerdan el caso de la Dama de Elche, que volvió a donde fue encontrada en 2006, aunque en un contexto económico, en plena burbuja, muy distinto.

Él mismo cuenta que se intentó "llevar" la Dama cuando fue a visitarla la última vez. No pierde ocasiones, venga el político que venga a la provincia, para acercarse al acto de turno a pedir ambas cosas, el tren y la escultura, que para él van de la mano. La esperanza, en todo caso, de los bastetanos es unánime, tan paciente como llena de reivindicaciones, no cejan en repetir. "Una vez un político me dijo que, de venir, la Dama vendría en tren", resume Martínez.

Si el forastero camina por el centro histórico de Baza una mañana, lo lógico es que encuentre más negocios cerrados que personas. El buen observador, si se fija, podría empezar a contar además el contraste en una ciudad patrimonial, casi fantasma, donde igual queda una postal de ensueño entre calles blancas que las ruinas de edificios que, en algún momento, se intuye, fueron imponentes.

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