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¿Por qué la fascinación por la Dama de Elche sigue viva 125 años después?
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¿Por qué la fascinación por la Dama de Elche sigue viva 125 años después?

El 4 de agosto de 1897 se descubrió el busto íbero. Esta pieza central del Museo Arqueológico Nacional es seña de identidad para los ilicitanos e icono de belleza universal

Foto: La Universidad de Alicante presenta la exposición "La dama de elche: el nacimiento del icono". (EFE/Morell)
La Universidad de Alicante presenta la exposición "La dama de elche: el nacimiento del icono". (EFE/Morell)

56-49-37. Estas son unas medidas que crean fascinación desde hace más de un siglo. Son las del busto de la Dama de Elche, encontrado el 4 de agosto de hace 125 años en L’Alcudia ilicitana. Su importancia histórica la convierten también en pieza del mes en el Museo Nacional de Arqueología en Madrid y en protagonista de su Instagram el 29 de agosto.

Su excepcionalidad acreditada se ha visto en los últimos años eclipsada por el debate sobre el retorno de la escultura a la ciudad donde se halló. La urna cineraria descubierta por el joven Manuel Campello salió pronto del yacimiento y, a pesar de su ausencia, los ilicitanos la sienten como suya. Alrededor de su poder de atracción es curioso observar cómo arqueólogos o historiadores abordan la identidad, el canon de belleza y el halo de misterio que otros muchos conceden a la también llamada ‘Reina mora’.

Foto: La Dama de Elche. (EFE/J.J. Guillén)

Su valor como icono es el eje central de una exposición abierta en el museo que preside el yacimiento arqueológico donde se encontró. La Fundación de L’Alcudia, gestionada por la Universidad de Alicante, ha recuperado este debate en un segundo semestre del año plagado de actividades de todo tipo.

“La Dama es infinita porque tiene infinitos diálogos con sus observadores, que la mirarán en contextos diferentes y la reinterpretarán”, explica Ana Ronda, comisaria de la exposición junto a Mercedes Tendero Porras. Ambas se encargan de las áreas de catalogación y de excavación del yacimiento y para el aniversario muestran por primera vez al público documentos de colecciones privadas. Entre las novedades, “hemos querido apostar por otro tipo de documentación, una que nos habla de la Dama y su implicación social en su historia”. “También recorremos con los libros una secuencia evolutiva social. Desde su nacimiento, Pedro Ibarra sabe de la importancia de la Dama. Ahí ya está como icono que perdura, indeleble”, detalla la arqueóloga.

placeholder Una persona recorre la exposición 'La Dama de Elche: el nacimiento del icono'. (EFE/Morell)
Una persona recorre la exposición 'La Dama de Elche: el nacimiento del icono'. (EFE/Morell)

Ana Ronda se refiere al capítulo en la que el doctor Campello, tras recoger el busto desde el yacimiento, se la lleva a su casa y ante la expectación la tiene que exhibir en su balcón para que todo el mundo lo pueda ver. “La humanización queda patente desde el primer momento”, añade. Su descubrimiento forma parte de su atractivo, porque a pesar de la documentación, este gesto refuerza su teoría hacia un aurea que se compara con la Virgen de la Asunción, patrona de la ciudad.

“No soy estudiosa, ni psicóloga. Para mí, es un misterio. Es un busto que se encuentra y la gente exige verlo, aunque sea en un balcón”, señala Mari Carmen Pérez Cascales, presidenta de la Real Orden de la Dama de Elche. La asociación es una organización imprescindible para entender la fortaleza del icono. Desde su creación en 1968, como Orden de los Caballeros de la Dama de Elche, se ha encargado de la “Dama Viviente”. Esta figura la representa una joven que va vestida fielmente con la túnica y ropas de la original. Es un activo cultural que participa en actividades de colegios, representaciones y vida social del municipio.

Foto: La dama de Elche. (EFE/J.J. Guillén)

En esta línea, responde el alcalde de Elche, Carlos González: “La Dama fascina porque desde el día de su hallazgo hasta hoy todo lo que le ha acontecido ha sido emocionante y sorprendente. Fascina por su belleza serena, por su mirada enigmática, por el misterio que la rodea, por las vicisitudes que han acompañado sus idas y venidas. Por el modo en el que inesperadamente fue hallada y por su fugaz venta a Pierre Paris. Por el vínculo indisoluble que generó con el pueblo de Elche en tan solo unos días... Pero, sobre todo, considero que fascina porque la suya es todavía una historia cargada de enigmas”.

Una investigación en paralelo

Mari Carmen Pérez cree que las respuestas a estos interrogantes están en el propio yacimiento. El busto íbero se encontró solo, a diferencia de la dama de Baza y otras esculturas. El director de la Cátedra de la Dama de Elche de la Universidad Miguel Hernández, Francisco Vives, explica precisamente este punto como un aspecto diferenciador. “Los ilicitanos sienten que la Dama se perdió”, así el historiador cree que la fascinación viene por ahí; sin embargo, se muestra crítico con ese halo misterioso.

Con el tiempo se ha podido averiguar los colores, la vestimenta y otros detalles de la Dama ilicitana, pero quedan preguntas sin resolver

“La palabra misterio hay que descartarla de la arqueología. Quedan por saber aspectos, porque no tenemos los datos necesarios”. Vives pone en paralelo el hallazgo el descubrimiento de la Dama de Elche con la de Baza, de la misma época, pero localizadas con casi un siglo de diferencia. “Cuando se encuentra la Dama de Baza (1971) se hace una excavación científica. Se tienen todos los datos necesarios y se hace mediante un proyecto científico, dando una cantidad de información relevante. Por ejemplo, lo primero que se hace es preservar la policromía. En el caso de la Dama de Elche, no fue así. La arqueología no era una ciencia y seguramente se utilizaría algún paño para limpiarla. No se siguió excavando ni investigando”. Con el tiempo y con otros descubrimientos, se han podido averiguar los colores, la vestimenta y otros detalles de la Dama ilicitana, pero quedan preguntas –nada sospechosas– sin respuestas.

placeholder La dama de Elche en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid. (EFE/J.J. Guillén)
La dama de Elche en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid. (EFE/J.J. Guillén)

En cualquier caso, los investigadores y coleccionistas han creado un mundo alrededor del icono. “Hay sellos, revistas, postales, llaveros de los años 50, billetes de curso legal”, enumera el director de la Cátedra. “Ahora trabajamos –es un proceso de dos años – en dos reconstrucciones lo más fieles posibles: una pensada en que se pueda tocar y dibujada en 3D y otra en latón para toda la parte de la joyería”.

En paralelo, tanto Mari Carmen Pérez como Ana Ronda, aumentan la lista de objetos en los que se ha reproducido la Dama: pintura, escultura, colgantes, pines, viñetas, poesía o personajes de cine. “No se puede negar que Marvel ha fusilado a la Dama en su última creación de una diosa, como el parecido que vimos en la princesa Leia de Star Wars”, añade la presidenta de la Real Orden, quien avanza que esta semana se estrenará un ‘stick’ para compartirlo en redes sociales. La presidenta de la asociación se refiere a la última entrega de Thor, donde la factoría norteamericana la asocia a Tanit, la diosa de Cartago.

Dalí, Jung y Franco

Con la frase de Salvador Dalí se abre la exposición. “Estamos en el borde de una nueva era, y con ella una nueva idea de belleza. Y para expresarlo escojo La Dama de Elche, tiene la gloria de una reina y posee el atractivo de un ángel con la fuerza de una amazona”. La comisaria de la exposición de L’Alcudia trata de resumir de esta forma que el icono posee una belleza que hoy pervive en encuestas.

placeholder Fotograma de la princesa Leia que recuerda a la Dama de Elche. (Fotogramas)
Fotograma de la princesa Leia que recuerda a la Dama de Elche. (Fotogramas)

“La Dama no es misteriosa en términos arqueológicos. Se ha demostrado que no es nada nuevo de su época, pero su factura es excepcional. Sin embargo, lo curioso es un valor seguro. Es ese oscuro objeto del deseo. Provoca emoción. Jung, al hablar del arquetipo, habla de ese sentimiento hacia lo divino y lo excepcional y la antropóloga Marlène Albert Llorca, estudió detalladamente ese punto en común con la Virgen de la Asunción como esa especie de epifanía que asombra a todo un pueblo”.

El busto no tiene firma y unos apuntan a un escultor posiblemente griego y otros a un íbero

Junto a estas ideas, está la innegable propaganda del franquismo. Tanto Ana Ronda como Francisco Vives son conocedores de la historia. El dictador Francisco Franco recuperó en 1961 un total de 36 cajones de arte español procedente del Museo del Louvre. Este capítulo permitió que el icono creciera. “Se ha creado un mito, en la época franquista era el símbolo de la mujer española. Se pone como abanderada fuera de España. Estábamos en una dictadura y había un hermetismo. Fuera no conocían nada de España; sin embargo, la Dama va al Louvre. Allí empieza a ser conocida y lo que hace el gobierno franquista es aprovechar ese intercambio de piezas a cambio de muy poco. Ese hecho de traer de vuelta la Dama se trata como un hecho heroico”.

Tridimensional

Por último, hay un aspecto común en su poder de atracción: el deseo de tocarla. Vives explica que la primera vez que vio la Dama de Elche en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) su primer impulso fue darle la vuelta para convertir en tridimensional algo que hasta la fecha solo había podido ver en fotos. Esa misma sensación tuvo Ana Ronda. Ambos la vieron ya siendo adultos en Madrid y rubrican su belleza y excepcionalidad sin parangón.

El retorno de la Dama, que se produjo en la etapa de Carmen Calvo como ministra y con el Museo Arqueológico Nacional en obras en 2006

Los detalles o las proporciones son únicos en su época de Protohistoria. Su valor incalculable. El busto no tiene firma y unos apuntan a un escultor posiblemente griego y otros a un íbero, discípulo de griegos, como explica Vives. Esa es una pregunta sin respuesta que hace más grande al icono. A pesar de las reproducciones fieles creadas como la de la Diputación de Alicante nada iguala a la original.

El retorno de la Dama, que se produjo en la etapa de Carmen Calvo como ministra y con el Museo Arqueológico Nacional en obras en 2006, revivió la llama de la vuelta del busto. Esta gran pieza arqueológica no regresará, al menos en breve, a Elche; pero sí lo harán Carmen Calvo que recibirá el reconocimiento esta semana de la Real Orden de la Dama de Elche y sí seguirá creciendo el icono.

56-49-37. Estas son unas medidas que crean fascinación desde hace más de un siglo. Son las del busto de la Dama de Elche, encontrado el 4 de agosto de hace 125 años en L’Alcudia ilicitana. Su importancia histórica la convierten también en pieza del mes en el Museo Nacional de Arqueología en Madrid y en protagonista de su Instagram el 29 de agosto.

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