El fin de la huida del ‘capo’ italiano que hace saltar por los aires cajeros automáticos

El gran gurú de los reventadores de cajeros automáticos de España, el italiano Warner Rossi, ha sido detenido por agentes de la Policía Nacional en respuesta a la orden de búsqueda y captura que se emitió después de que no volviese a prisión tras un permiso penitenciario. Rossi ha sido capturado, otra vez, en Málaga, la ciudad en la que se instaló hace años, y donde ha dado algunos de sus palos más sonados.

Aunque el citado cuerpo investiga una secuencia de explosiones de terminales que —en parte— coincidió en el tiempo con su fuga, fuentes policiales han especificado que su arresto se ciñó a la requisitoria por el quebrantamiento de condena. Esto no implica que su nombre no haya sido subrayado en rojo después de cada una de las explosiones que hacían saltar por los aires los terminales bancarios de la capital malagueña, y otros puntos del país, y que tras su último arresto se puedan sustanciar —o no— nuevos cargos.

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Las citadas fuentes precisaron que la detención fue llevada a cabo por agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría Provincial, que lo interceptaron en la vía pública y comprobaron que estaba siendo buscado por las autoridades. Como publicó El Confidencial a mediados del pasado diciembre, estaba previsto que el día 12 de ese mes Rossi volviese a comparecer ante la justicia. Ese juicio era el desenlace de la operación Trueno, Una investigación que permitió esclarecer de siete robos con fuerza —seis consumados y otro en grado de tentativa— perpetrados en cajeros de entidades bancarias situadas en Málaga y Córdoba.

El relato de la Fiscalía de Málaga, en el que se redujeron a dos los asaltos imputados, especifica que el explosivo empleado se denomina ‘pizza slide’ y que está “compuesto a base de cloruro y potasio”. Y detalla que, a las 4:30 del 19 de junio de 2017, el histórico delincuente, “de común acuerdo con otra persona que hasta la fecha no ha sido identificada, y con intención de obtener un beneficio económico ilícito”, se desplazaron en motocicleta hasta una entidad bancaria ubicada en el 32 de la avenida Juan Sebastián Elcano de la capital malagueña. Ocultando sus rostros con bragas, y llevando distintas herramientas —“como destornilladores y una cruceta”— presuntamente colocaron el citado compuesto explosivo y detonaron el cajero. Los daños causados a la sucursal se estimaron en 40.445,90 euros, mientras que “el número de billetes deteriorados” sumaban 24.670 euros.

El italiano fue decretado en búsqueda y captura el pasado 1 de diciembre. Dos semanas más tarde tenía un nuevo juicio

Cinco días más tarde, en Estepona, supuestamente repitió el golpe. Fue una oficina del mismo banco ubicada en el centro comercial Mustang y actuaron a las 2:35. El botín, en esa ocasión, ascendió a 18.000 euros, mientras que los desperfectos se cifraron en 50.886,63.

Cuando la Policía Nacional desarticuló su enésima banda, Walter Rossi fue detenido junto a otros seis delincuentes de entre 32 y 59 años y originarios de Holanda y Colombia. Esa vez cayó en Mijas, donde se había refugiado tras huir de Países Bajos cuando arrestaron al que entonces era su mano derecha.

Volvió a pisar la cárcel una temporada y después comenzó a disfrutar de los permisos penitenciarios, hasta que se perdió el rastro de su paradero. “No se le pudo localizar y se le puso en busca y captura el 1 de diciembre —del año pasado—”, precisaron fuentes judiciales sobre el último juicio que debía afrontar.

El italiano es un delincuente completamente integrado en Málaga. Aunque en los últimos tiempos se le había ubicado en el distrito Oeste, la barriada de El Palo es donde más a gusto se ha sentido. Allí se asentó hace aproximadamente dos décadas, el mismo tiempo en el que comenzó a explosionar terminales bancarios. Las fuerzas de seguridad consideran que ha sido la persona que ha enseñado a todos los que después han seguido su legado delictivo. Sus estancias en prisión, señalan, eran auténcticas ‘master class’ en las que sus ‘alumnos’ encarcelados aprendían a preparar la ‘pizza slide’ e inyectar gas para reventar terminales.

Destacan de él que es un tipo que suele tomar muchas precauciones, pero los que llevan años siguiendo su pista son capaces de percibir en las grabaciones de las cámaras de seguridad una leve cojera, producto de un accidente de tráfico en Roma, que le caracteriza. ¿Habrán podido apreciarla en los videos de los últimos robos con este sistema perpetrados?

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EFE

Esta cuestión obedece a que la capital malagueña ha registrado en los últimos meses una sucesión de asaltos a cajeros automáticos. El pasado 8 de agosto reventaron dos terminales en distintos puntos de la ciudad. Uno en la zona de La Malagueta, y el otro, en la calle Kandinsky. Entre ambos trascurrieron 20 minutos. El 3 de diciembre, la explosión para abrir un terminal ubicado en la avenida Juan Sebatián Elcano, en el barrio de El Palo, precisamente, provocó serios daños en el edificio en el que se alojaba la sucursal. Algo similar a ocurrió la madrigada del 17 de febrero en el robo de una entidad situada en la avenida de Andalucía, una de las arterias circulatoria de la urbe. La Policía Nacional investigaba todos estos hechos, y seguro que barajó el nombre del italiano entre los sospechosos.

Warner Rossi —por ahora— cuenta en su historial con una condena de un año y seis meses de prisión por robo con fuerza en las cosas dictada el 28 de junio de 2011 por el juzgado de lo Penal número 4 de Málaga; y un fallo de la de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga que el 9 de noviembre de 2016 le imponía nueve meses de prisión por un delito de tenencia de explosivos.