"¡Allahu Akbar!": detenido un joven por destrozar coches y atacar a policías nacionales

“¡Allahu Akbar! [Dios (Alá) es el más grande], ¡Allahu Akbar!, ¡Allahu Akbar!…”, gritaba insistentemente un joven de origen magrebí que atacó con dos grandes palos a varios agentes de la Policía Nacional después de destrozar al menos siete coches que estaban estacionados en una vía del municipio malagueño de Fuengirola. El individuo fue reducido y arrestado por los daños causados y la agresión a los policías. Nada indica, inicialmente, que tuviese ninguna motivación terrorista en su acción.

Los hechos sucedieron en torno a las 14:00 de este jueves en el barrio de El Boquetillo, precisaron fuentes municipales, que añadieron que el agresor, por circunstancias que no han trascendido, estaba muy agresivo.

Un vídeo captado por los vecinos muestra una secuencia de unos ocho minutos que comienza con el arrestado profiriendo gritos, retando a los que le observan desde la lejanía a enfrentarse a él y propinando golpes a unos coches que se encuentran estacionados. El individuo porta dos palos voluminosos con los que empieza a reventar las lunas y espejos de los distintos vehículos. Uno detrás de otro, mientras pronuncia en voz alta expresiones en árabe.

En un momento dado, sale del foco de la cámara y se escucha cómo la emprende con una puerta metálica mientras grita: “¡Llama a Pedro Sánchez! ¡Pedro Sánchez! ¡Abre!, ¡hijos de puta! ¡Hijos de puta!”, para seguidamente seguir golpeando turismos mientras pide a “todo el mundo” que baje.

TE PUEDE INTERESAR

El rajador de ruedas de Málaga: 22 coches en una sola mañana

P. D. A.

Segundos después hacen acto de aparición cuatro agentes de la comisaría de Fuengirola que le conminan a que arroje los palos y se tire al suelo. El joven, lejos de deponer su actitud, agrede a los dos policías más próximos. Lanza una de las barras a un agente y trata de impactarle con la otra, instante en que tres compañeros suyos se lanzan contra el agresor y logran que caiga al suelo.

El tipo, en ese instante, vocifera en árabe y después comienza a repetir insistentemente “¡Allahu Akbar!”, para oponer una seria resistencia a ser esposado. A la intervención se suman después miembros de la Policía Local del municipio costasoleño y servicios sanitarios. El arrestado se dirige a los agentes y les espeta: “Todo el mundo está grabando”, para después volver a chillar “¡Allahu Akbar!”.

"Todo el mundo está grabando", dijo a los policías, antes de volver a chillar "¡Allahu Akbar!"

Se detectaron daños en al menos siete coches, la mayoría de los cuales tenían los cristales rotos, mientras que otros presentaban abolladuras en la carrocería o los espejos destrozados. Los agentes realizaron fotografías de los desperfectos para que los propietarios puedan reclamar.

Las fuentes consultadas apuntaron que —en un principio— nada hace pensar que estos hechos tengan raíz yihadista y se investigan como una acción de delincuencia común.