Investigan en Málaga los presuntos abusos a una joven que tenía dos pinchazos en un brazo

La Policía Nacional mantiene abierta en Málaga una investigación tras la denuncia de una turista que aseguró haber sufrido abusos por parte de un chico al que conoció en una discoteca del centro de la capital. La joven, de nacionalidad francesa y 22 años, se despertó mareada y con dos pinchazos en uno de sus brazos, por lo que se está a la espera de las analíticas para determinar si pudo ser víctima de una sumisión química.

Fuentes policiales detallaron que se investigan presuntos abusos sexuales y que se trabaja para tratar de identificar al joven extranjero con el que abandonó el local de ocio el pasado 8 de julio. Según explicó la denunciante, lo conoció en su interior y la acompañó al domicilio en el que estaba alojada. Hay que recordar que en la zona centro hay numerosos apartamentos turísticos en los que mayoritariamente se alojan turistas. “A la mañana siguiente”, la chica “se levantó mareada y observó en uno de sus brazos dos puntos de inoculación, según ella misma expuso”, por lo que interpuso una denuncia por abusos sexuales.

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EFE

La Policía Nacional tiene una investigación abierta para el total esclarecimiento de los hechos y sus investigadores están a la espera de los resultados de laboratorio para confirmar si a la chica le inyectaron alguna sustancia química. “Estos pueden demorarse entre cuatro y cinco semanas”, precisaron las citadas fuentes, que aclararon que “es el único caso —que conste una denuncia— en Málaga hasta el momento”.

La Guardia Civil de Cádiz, por su parte, informó este lunes que no hay ninguna denuncia por pinchazos con la sumisión química por objetivo supuestamente ocurridos durante la celebración del festival Cabo de Plata en Barbate. Un portavoz aclaró incluso que tampoco se produjo solicitud de auxilio al personal de seguridad del evento o a los diferentes sanitarios desplegados en la zona.

En Cádiz no se ha recibido ninguna denuncia por pinchazos en un festival celebrado en Barbate

No obstante, recomendó que, si alguien nota algún tipo de pinchazo, “lo comunique de forma inmediata a su entorno más cercano” y seguidamente “se ponga en contacto con el personal de seguridad”. Después deben comunicarlo a las fuerzas de seguridad y, “sobre todo”, la víctima “nunca debe quedarse aislada”.

Los hechos acaecidos en Málaga se produjeron cuando se celebraban en Pamplona los Sanfermines, que fue el primer sitio en España en el que empezaron a surgir informaciones sobre una práctica que previamente había sido detectada en Francia. Posteriormente, se han registrado más casos en Cataluña.