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Residuos tóxicos, ruina y despoblación: el pueblo de Huelva convertido en vertedero de Europa
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Residuos tóxicos, ruina y despoblación: el pueblo de Huelva convertido en vertedero de Europa

El complejo se planteó en plena crisis de la minería del cobre, como promesa de empleo y recuperación económica y solo para dar cabida a material de la propia comunidad autónoma

Foto: Vista del vertedero de residuos tóxicos de Nerva. (EFE/Julio Muñoz)
Vista del vertedero de residuos tóxicos de Nerva. (EFE/Julio Muñoz)

El trasiego de camiones cargados con toneladas de residuos contaminados que mantenía casi taponada la A476 en el tramo que conduce a Nerva, en la Cuenca Minera de Huelva, parece haberse tomado una tregua. Andalucía está en la cuenta atrás para las elecciones autonómicas del19 de junio y ninguna administración se atreve, a las puertas de una campaña, a arañar la herida del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos que hace un cuarto de siglo enfrentó a sus vecinos y desató movilizaciones sin precedentes y desórdenes públicos. A la vuelta de los años, las tornas han cambiado y colectivos, sociedad y grupos políticos se han unido: Nerva no quiere seguir siendo el estercolero industrial de Europa.

En el barrio El Ventoso, a sus residentes las vistas le han cambiado en estos 25 años. Delante, a apenas 700 metros de sus casas, se extiende una superficie de más de 30 campos de fútbol cubierta de residuos, un elevado porcentaje (se desconoce la cifra) con la calificación de tóxicos y peligrosos. El subsuelo esconde más. “Son varios millones de toneladas, ni la propia administración andaluza sabe qué tipo y qué cantidad hay depositados ahí”, afirma el alcalde, José Antonio Ayala.

Foto: Llegada residuos de Montenegro al vertedero de Nerva provoca protesta alcalde y vecinos. (EFE/Julio Muñoz) Opinión
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El complejo se planteó en plena crisis de la minería del cobre, como promesa de empleo y recuperación económica y solo para dar cabida a material de la propia comunidad autónoma, previa declaración de utilidad pública de la Junta y con el visto bueno del Ayuntamiento (hubo unanimidad de PSOE, PP e IU).

Con el tiempo, se fue ampliando al resto de España, después llegaron desechos de otros puntos de Europa y finalmente se abrió, con las bendiciones de las administraciones central y autonómica, a recibir basura industrial de países extracomunitarios, que debía recorrer miles de kilómetros para encontrar un cementerio en Huelva, una de las provincias andaluzas con mayor superficie protegida (más de un 40%).

Foto: Residuos en Nerva. (Ecologistas en Acción)

Este ha sido el origen de los últimos estallidos y manifestaciones, la autorización para el envío a este pueblo onubense de 110.000 toneladas de un residuo industrial peligroso procedente de Montenegro, del desmantelamiento del astillero de Bijela. No ha sido la primera vez. Los traslados comenzaron en 2019 y el año pasado, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), tras el informe favorable de la Junta, autorizó dos envíos a Valgo Montenegro de 30.000 y 40.000 toneladas de tierras y piedras con sustancias peligrosas.

Los traslados autorizados este año han quedado parados por orden del mismo Miteco, después de que en una inspección de la carga, que llega vía marítima desde Montenegro al Puerto de Sevilla para continuar después por carretera a Nerva, la Guardia Civil detectara que en uno de los barcos se superaba el máximo autorizado (7.000 toneladas). Además, uno de los buques no figuraba en el listado que habían sido notificados por la empresa.

Un error histórico

“Entonces se entendió que era positivo y ahora sabemos que fue un error histórico”, afirma Ayala respecto a la puesta en marcha del complejo bajo un gobierno de su mismo partido, el de Manuel Chaves.

placeholder Manifestación en Sevilla para exigir el cierre del vertedero de Nerva. (EFE/Raúl Caro)
Manifestación en Sevilla para exigir el cierre del vertedero de Nerva. (EFE/Raúl Caro)

Cuando entró en funcionamiento (1998), en una ladera frente a los depósitos tóxicos había un camping, desde el que se divisaba parte del paisaje minero de la comarca, pero tuvo que echar el cierre. Antes o después, otros negocios han tenido el mismo fin. “Ha habido un empobrecimiento en el comercio, en la hostelería, también cultural”, lamenta el alcalde, mientras el pueblo (con unos 5.300 habitantes) ha ido perdiendo población de forma progresiva, un éxodo de alrededor de un millar de personas en estos años.

Como contrapartida, la Junta prometió entonces un parque empresarial, comunicaciones e inversiones para generar empleo, mientras la empresa Ditecsa, gestora del vertedero, debía pagar un canon anual de 1,2 millones. “Casi nunca lo ha cumplido y aquí no ha llegado nada. No se nos puede decir que sigamos aguantando”, lamenta el alcalde. El Ayuntamiento está dispuesto a llegar a la vía judicial para reclamar los pagos pendientes a la empresa y ya ha puesto el asunto en manos de los servicios jurídicos de la Diputación Provincial.

Foto: La gestión de residuos para lograr su circularidad y que no acaben en vertederos sigue siendo un punto a mejorar. Reuters

En el frente antivertedero, una plataforma vecinal y Ecologistas en Acción se pusieron en pie en contra del depósito antes incluso de que abriera sus puertas. Los conservacionistas se plantan con una doble exigencia, que se ponga fecha sin demora para la clausura del almacén de basura industrial y que se prohíba la entrada de residuos procedentes de cualquier punto de Europa y de países extracomunitarios, demanda que dirige a la Junta y al Gobierno central.

“El vertedero está sobre pasado, no cabe ni un gramo más”. De hecho, un informe que el departamento andaluz de Medio Ambiente presentó al Parlamento en 2015 , bajo gobierno del PSOE, informaba que algunos de los vasos en los que se depositan los desechos (por separado peligrosos y no peligrosos) estaban colmatados.

placeholder Un camión entra en el vertedero de Nerva. (EFE/Julio Muñoz)
Un camión entra en el vertedero de Nerva. (EFE/Julio Muñoz)

Romero indica que con motivo de la última modificación de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) para las instalaciones, se dio el visto bueno a un recrecimiento en el vertedero y se aumentó su vida útil hasta 2026. En estos momentos, ve necesario además que lleve a cabo un estudio a cargo de una empresa especializada sobre el posible impacto en la salud de la población. “los vecinos llevan todo este tiempo respirando lo que sale de allí”.

Nerva se vuelve ahora a levantar contra el vertedero, en reacción directa por los contaminantes llegados de fuera de las fronteras de Europa. La subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, se alinea con los vecinos por la llegada de desechos de Montenegro, autorizados por sus jefes en Madrid, y en la petición a la Junta para que clausure el depósito. Desde la Administración andaluza, la consejera del ramo, Carmen Crespo, repite como un mantra que se va a llevar a cabo el cierre ordenado del vertedero. De momento, el sellado del llamado vaso1 (residuos no peligrosos) va al 70%. De la clausura, ni calendario ni fechas hasta el momento.

El trasiego de camiones cargados con toneladas de residuos contaminados que mantenía casi taponada la A476 en el tramo que conduce a Nerva, en la Cuenca Minera de Huelva, parece haberse tomado una tregua. Andalucía está en la cuenta atrás para las elecciones autonómicas del19 de junio y ninguna administración se atreve, a las puertas de una campaña, a arañar la herida del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos que hace un cuarto de siglo enfrentó a sus vecinos y desató movilizaciones sin precedentes y desórdenes públicos. A la vuelta de los años, las tornas han cambiado y colectivos, sociedad y grupos políticos se han unido: Nerva no quiere seguir siendo el estercolero industrial de Europa.

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