Yates más largos que el Bernabéu: la nueva marina de Málaga para atrapar el lujo

Imaginen el campo del Santiago Bernabéu, el Camp Nou o el nuevo San Mamés. Su banda mide 105 metros de longitud. Pues bien, hay yates con 180 metros de eslora que a final de año podrán atracar en la nueva dársena del puerto de Málaga. Una infraestructura cuyas obras han arrancado este lunes, y que según sus promotores tendrá un impacto económico de más de 100 millones de euros al año y permitirá crear 800 puestos de trabajo.

Este equipamiento, presentado por distintas autoridades locales y autonómicas, viene a dar respuesta a una necesidad del recinto portuario malagueño que en el pasado quedó patente, por ejemplo, con la llegada del Octopus. Propiedad en el pasado del fallecido Paul Allen, fundador junto a Bill Gates de Microsoft, este megayate valorado en aproximadamente 300 millones de euros, tiene ocho motores, puede alcanzar los 20 nudos de velocidad y sus 126 metros de eslora lo convierten en el octavo más grande del mundo. Una miniciudad que llegó a ser estudio de grabación de Mick Jagger y que cuenta con dos helicópteros y dos pequeños submarinos. Casi nada.

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Las obras de la terminal, que se ubicará en los muelles 1 y 2, tienen un presupuesto inicial de 11 millones de euros y serán realizadas por Island Global Yachting (IGY) y Ocean Capital Partners (OCP), grupo internacional líder en la gestión de este tipo de infraestructuras y que ha denominado a su último proyecto IGY Marina Málaga.

Las cifras que rodean a esta iniciativa empresarial son un acicate para una economía como la andaluza: 104 millones de euros anuales de impacto; 809 puestos de trabajo —sumando los empleos directos, indirectos e inducidos—, y espacio para embarcaciones de entre 24 y 180 metros de eslora. Ofrecerá “los mejores niveles de servicio al cliente y todo tipo de comodidades y prestaciones para las tripulaciones”, con aspectos como seguridad ISPS, bombeo y gestión de residuos, servicio de conserjería y potencia en sus instalaciones de 2.000 amperios, ha explicado Málagaport.

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Los huéspedes de IGY Marina Málaga "podrán aprovechar la proximidad a los restaurantes, bares y tiendas locales, así como a la playa ubicada a tan solo 200 metros del puerto deportivo". Además, el acceso a "numerosos lugares históricos, museos o la posibilidad de jugar a golf en alguno de los más de 100 campos de los que dispone la región forman parte, sin duda, de otro de los atractivos de esta marina".

Como Nueva York, el Caribe y Londres

Los trabajos de construcción y desarrollo de la dársena se llevarán a cabo a lo largo de los próximos meses y “se prevé que antes de que acabe el año esté a pleno rendimiento”, permitiendo a las embarcaciones tomar posiciones de cara a la temporada de invierno. “Cualquier megayate que desee conocer de antemano la marina, se le facilitará el acomodo en el puerto de Málaga para ir conociendo de primera mano las múltiples ventajas que ofrecen unas instalaciones que van a suponer un antes y un después en el mercado de las marinas de lujo en España y en el Mediterráneo occidental”.

José Luis Almazán, presidente de la IGY Málaga Marina, ha mostrado su satisfacción “por la estrecha colaboración entre las administraciones y su apuesta por un sector dentro de la náutica como es el turismo de megayates”. “Este mercado creciente está siendo atendido en los puertos de Nueva York, el Caribe y Londres y ahora prevé centrarse también el Mediterráneo”, ha agregado, para asegurar que “Málaga se ha incorporado a este selecto club para dar servicio a un sector completamente nuevo”.

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El clima de la ciudad, con un promedio de 325 días de sol al año, facilita que los atraques estén disponibles la mayor parte del tiempo y permite largas estancias, a lo que se suma la cercanía con un aeropuerto internacional que se encuentra apenas a 15 minutos.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, ha destacado que “este es un proyecto estratégico para el puerto, incorporando un tipo de turismo que hasta ahora no se había previsto, el cual creará empleo y contribuirá a la recuperación económica”. “Hemos continuado trabajando para impulsar iniciativas relacionadas con la integración entre el recinto portuario y la ciudad y esta supone un primer paso”, ha señalado.

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, ha manifestado que “esta marina viene a refrendar el trabajo para la transformación de la ciudad que se ha realizado en estos últimos años” y “abre una nueva oportunidad en materia de empleo”.

Atractivo para los megayates

La capital malagueña es una de las ciudades más florecientes de España en los últimos años y su proximidad al Mediterráneo y al Atlántico, así como a Gibraltar, la convierte en “una opción muy atractiva para la flota de megayates, tanto en el ámbito territorial como global”, ha apuntado Málagaport, a lo que el regidor ha añadido que “no va a haber otra ciudad que realice una oferta como la que Málaga tiene a solo dos pasos de estos atraques y con el Centre Pompidou en un lugar estratégico”.

El consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, también ha asistido al acto de presentación del inicio de las obras y, tras destacar iniciativas que son “un salto de calidad para la industria náutica en Málaga y en Andalucía”, ha realizado una lectura económica de esta futura infraestructura: “La vuelta progresiva a la normalidad, con responsabilidad y que suponga no volver atrás, tiene que basarse en la actividad turística, porque hablamos de, prácticamente, el 12 o 13 por ciento del PIB”.

Rubio, por último, ha recordado que “estamos implicados en darle un enfoque verde al puerto de Málaga, que tiende a la reducción de emisiones a la atmósfera. De hecho, hemos presentado conjuntamente la convocatoria al proyecto europeo Poseidón, que permitirá la electrificación sostenible de los muelles, entre ellos, el de megayates. Por lo que vamos avanzando sobre esto”.

La vuelta de los cruceros, prevista para junio

El presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, Carlos Rubio, informó ayer en rueda de prensa de que para el próximo mes de junio se prevé el regreso de los primeros cruceros tras el cierre decretado por la pandemia.

Este sector es clave para una ciudad a la que cada año llegaba en torno a medio millón de personas en estos grandes barcos, por lo que las autoridades consideran que, “con todas las medidas de seguridad”, debe reactivarse poco a poco.

En este sentido, Rubio ha recordado que la comunidad andaluza ha sido la primera en elaborar un protocolo específico para este tipo de turistas y ha asegurado que esta iniciativa ha facilitado los contactos con las primeras navieras para que incluyan a Málaga en sus rutas.