Sánchez rompe la tregua con Díaz y cesa a la delegada del Gobierno en Andalucía

Es un aviso claro. La batalla del PSOE andaluz ya ha comenzado. El Gobierno de la nación tiene previsto cesar este martes a la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, que fue una persona de consenso pactada entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. Fuentes del Gobierno confirmaron a El Confidencial que el relevo se confirmará este martes y que ya se ha comunicado su cese de forma oficiosa.

Varias fuentes del PSOE indican que será el alcalde de Baza, Pedro Fernández, otro granadino, aunque el Gobierno no se lo ha querido confirmar a este periódico. La Ser ha dado ese nombre tras citar el cese avanzado por El Confidencial. El Gobierno mueve ficha tras meses oyendo a los críticos en Andalucía pedir que empiece la partida y después de que Susana Díaz lleve dos semanas de intensa campaña por los pueblos de Andalucía.

Fue en febrero de 2020 cuando Pedro Sánchez y Susana Díaz certificaban el deshielo en sus relaciones y decidieron de forma pactada el nombre de la actual delegada. García, senadora por Granada, era una política afín a la secretaria general del PSOE andaluz, pero nunca había estado en su núcleo duro dentro del partido. El pacto molestó a los sanchistas en Andalucía que pedían poder institucional para plantar cara a Susana Díaz y avanzar en la renovación del partido. Fuentes del Gobierno señalan ahora que fue “un error” haber propuesto ese nombre. La Delegación del Gobierno es crucial con el PSOE andaluz en la oposición.

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El relevo en Andalucía provocó en su momento el desalojo de Lucrecio Fernández, que sucedió en marzo de 2019 a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, actual vicepresidente primero del Congreso. Lo que escoció aún más a los críticos de Susana Díaz.

El anuncio de este cambio en el Gobierno se produce cuando ya se conoce que Ferraz ha avalado al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, para que dispute las primarias a Susana Díaz en Andalucía. El congreso federal del PSOE será en octubre y el regional se debe producir antes de que acabe el año.

Fuentes del Ejecutivo señalaron que el papel de la delegada había sido poco visible y lamentaron que no haya voces fuertes que defiendan la gestión del Gobierno de la nación cuando el Ejecutivo andaluz de PP y Cs hace confrontación con temas como el reparto de fondos europeos o las vacunas.

El cese de la delegada del Gobierno lleva meses sobre la mesa, pero había dudas de cuándo era el momento. Ferraz ya trasladó al PSOE andaluz que había un pacto para relevar al presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, recordando que este nombre también fue pactado entre Sánchez y Díaz y que la condición era que ocupara la mitad del mandato, dos años, y luego diera paso a alguien nuevo. El PSOE andaluz niega que exista ningún acuerdo sobre que la presidencia de Villalobos, el padre político de Susana Díaz, duraría dos años. A partir de ahí, desde Madrid advirtieron de que esto podría provocar el relevo en la Delegación del Gobierno. Ese relevo se produce por decreto mientras que los críticos de Díaz no tienen mayoría suficiente en la Diputación de Sevilla para dejar caer a Villalobos, que además ahora está investigado por presuntas irregularidades en subvenciones públicas. La presidencia de este órgano es clave para controlar el PSOE de Sevilla.