La gran polémica de Málaga: un referéndum para el hotel rascacielos del puerto

No hay otro proyecto que divida más a la ciudad. Todavía le quedan trámites, pero es el principio del fin para que el hotel rascacielos del puerto de Málaga sea una realidad. Para los detractores ahora es la oportunidad para que no prospere, antes de que lo apruebe Puertos del Estado y el Consejo de Ministros.

El referéndum, una consulta ciudadana de los empadronados en Málaga, se plantea como una de las principales vías contestatarias al proyectode 116,62 metros de altura y 27 plantas que cambiaría de raíz la fisonomía de la urbe histórica. El grupo municipal de izquierda en Málaga (Adelante Málaga) quiere que el próximo jueves se apruebe en pleno este referéndum. Sería el primero en la historia reciente de la ciudad.

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Agustín Rivera. Málaga

Eduardo Zorrilla es el portavoz de Adelante Málaga. “Pocos temas como este con opiniones a favor y en contra tan transversales”. Es cierto. En la izquierda hay partidarios del rascacielos. En el centro-derecha los hay en contra. Ciudadanos no tiene decidido si va a respaldar la consulta ciudadana. Todo indica a que no. El PSOE municipal, mientras tanto, tampoco sabe hasta el momento si apoyaría esta moción. Todavía podría incluso presentar esta iniciativa de forma conjunta, lo que daría mucha más fuerza política. “Esperaremos hasta el último instante”, dice Daniel Pérez, portavoz municipal del PSOE.

"Contra el cambio climático"

Fuentes nacionales de Podemos consultadas por El Confidencial confirman que se trata de un proyecto que “atenta contra el patrimonio artístico de la ciudad de Málaga y va en contra de la lógica que se establece para afrontar el cambio climático y que recomienda no realizar grandes construcciones de estas características en lugares como este”.

“Tampoco se justifica que se haga una excepción en la Ley de Costas para un proyecto especulativo. A esto hay que añadir los problemas técnicos arquitectónicos que devienen del lugar donde se quiere situar el edificio. Es una operación especulativa propia de otras épocas”, añaden estas mismas fuentes nacionales de Podemos.

La implicación de otros partidos lejos de la escala local es clave, según Zorrilla, para que el proyecto se paralice. En este sentido, ha sido decisiva la recogida de firmas del manifiesto ‘Defendamos nuestro horizonte’ contra el hotel rascacielos por parte de más de 300 personalidades relevantes de la cultura en toda España. “Su impacto es irreversible y degradaría la imagen de la ciudad”. Así de contundente se expresa la Unesco, a través de Icomos, el Comité español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios.

Hace un par de semanas se presentó una nueva propuesta modificada y adaptada a las exigencias requeridas para la aprobación provisional del Plan Especial del Puerto por parte de la Gerencia de Urbanismo. La altura de la torre se ha rebajado en ocho plantas frente al proyecto anterior y se ha procedido a ampliar el centro de convenciones, el mirador de su última planta “y el ajardinamiento de más del 50% de la parcela, mejorando también su perfil arquitectónico en su relación con el entorno urbano y portuario”, indica Seguí a este diario.

José Seguí, autor del proyecto, recuerda que el proceso se inició en 2015 con un concurso público abierto de proyecto técnico

¿Qué trámites quedan? En primer lugar, la aprobación definitiva del Plan Especial del Puerto. Luego lo tiene que respaldar el Consejo de Ministros y así los promotores obtener la concesión pública definitiva para poder construir el edificio previa licencia de obras y su correspondiente estudio ambiental. Si se completa todo el proceso administrativo las obras podrían comenzar en 2022.

Dique de Levante

Seguí, que recuerda que el proceso se inició en 2015 con un concurso público abierto de proyecto técnico, no es un entusiasta del referéndum. “No parece que la alternativa de una consulta a lo legalmente establecido por la normativa vigente pudiera sustituir la seguridad jurídica que aporta el proceso administrativo. Ha habido informaciones públicas realizadas para la obtención de una concesión temporal sobre un suelo portuario que nunca perderá su carácter de suelo público al final de la concesión y que volverá a recuperar la Autoridad Portuaria”.

Los problemas de la cimentación del dique de Levante, el lugar donde se construirá el rascacielos, y su impacto en la movilidad y sostenibilidad de una ‘smart–city’, como se promociona Málaga, tampoco ayudan a la viabilidad de este proyecto tan polémico.