Andalucía se resiste al cierre de sus capitales, pero sigue adoptando restricciones

Andalucía lleva semanas batiendo récord tras récord en las cifras diarias de contagios de coronavirus, pero más aún, sobre todo en las últimas semanas, en los datos de hospitalizaciones e ingresos en UCI. Según los datos oficiales, la positividad de Andalucía supera el 17,7%, por encima del 14,7% de Madrid. Atendiendo varios de los parámetros adoptados por el Ministerio de Sanidad, la comunidad se instala en una situación de "riesgo extremo" con 250 positivos por cada 100.000 habitantes.

La Junta ha informado este martes de 42 muertos en las últimas 24 horas, la mayor cifra de fallecidos en la segunda ola. El Gobierno andaluz también contabiliza, en el mismo periodo, 2.412 positivos confirmados por PCR y test de antígenos, cuarta mayor cifra de contagios diarios.

Hasta ahora, el Gobierno autonómico ha achacado el mayor caso de positivos a que se hacían más pruebas, pero los datos empiezan a ser preocupantes y llevan asociados un repunte de ingresos en hospitales que es lo que de verdad, insisten, preocupa a Salud, por la posibilidad de colapso en las semanas duras que vienen por delante, de más frío y gripe.

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Los picos se siguen acumulando, pero la Junta rechaza que vaya a cerrar completamente algunas de sus capitales. El cierre perimetral será la última medida a valorar, insisten. Sevilla y Jaén están en el punto de mira, pero el Gobierno de Juan Manuel Moreno no valora, de momento, un cerrojazo total sino medidas de control horario en bares y limitaciones de las reuniones sociales, informan fuentes del gabinete. Hasta ahora, se han cerrado municipios de tamaño pequeño y medio, los mayores en población, Linares (58.000 habitantes) y Écija (39.000). Pero se ha evitado el cierre total de ciudades medias, por encima de los 100.000 habitantes.

El modelo a seguir, explican desde el Gobierno andaluz, es el de Granada. En esta ciudad, primero se adoptaron medidas como la suspensión de las clases presenciales en su universidad y el toque de queda en las residencias de estudiantes, que debían cerrar sus puertas a las 10 de la noche y rebajar a la mitad los aforos en zonas comunes como bibliotecas o comedores. De esas medidas se pasó a otras, en apenas tres días, no centradas en los jóvenes sino destinadas al conjunto de la población. Los contagios pasaron de ser positivos en universitarios a personas mayores o de riesgo, lo que provocó un pico en las hospitalizaciones y UCI que es lo que terminó empujando a la Junta a endurecer las restricciones.

Desde este sábado, en Granada y su área metropolitana, los bares y restaurantes cierran a las 22:00 y no se admiten reuniones de más de seis personas. Los aforos en establecimientos y lugares públicos se reducen al 50%, incluidos los comercios. No se permite actividad a partir de las 10 de la noche. Las bodas y otras reuniones se limitan a 30 personas al aire libre o en espacios cerrados, y los funerales no pueden pasar de 10 personas.

No hay restricciones a la movilidad. Esa es la única medida que el Gobierno andaluz sigue posponiendo. No solo se aplican estas limitaciones en la capital granadina sino que se extienden a otra treintena de municipios del área metropolitana, que concentra buena parte de la población de esta provincia.

Cierres a las 22:00

Ese es el modelo que se seguirá, si no cambian los datos, en Sevilla y en Jaén. Así lo comunicó este lunes el consejero de Salud, Jesús Aguirre, que admitió que el elevado número de hospitalizaciones propicia que ese tipo de restricciones se extiendan a esas dos capitales andaluzas.

En Sevilla, los pueblos de la provincia están alcanzando datos que preocupan al Gobierno. Ya hace una semana, se adoptó el cierre de Écija, como antes se había decretado en Casariche o en Linares, la principal ciudad de Jaén tras la capital. En estos dos últimos municipios, ya se ha levantado la prohibición de entrar o salir, pero sigue en vigor el resto de limitaciones. En Sevilla, están ahora mismo también a punto del confinamiento Estepa y Pedrera.

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El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, subrayó este lunes que la población empieza a estar "cansada" y admitió que cada vez será más difícil adoptar medidas duras para contener la pandemia, por todo lo que conllevan de impacto económico negativo. En ese sentido, apeló a la responsabilidad individual para evitar que haya que tomar restricciones más duras. Es el mismo mensaje que repite el Gobierno andaluz, que lleva ya semanas apelando a que cada ciudadano extreme la responsabilidad.