Guerra en la Junta por la última 'joya de la corona' de la sanidad pública andaluza

Hay incertidumbre y dudas, muchas dudas. ¿Qué hacemos con la Escuela Andaluza de Salud Pública? Es lo que se preguntan en la Junta de Andalucía, y no solo en la Consejería de Salud sino en Presidencia. Existen varias alternativas para este organismo que forma parte de la 'administración paralela', emplea 177 personas y está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Gobierno andaluz está a la espera de unos informes y de una auditoría de la Fundación Progreso y Salud para ver si impulsa una proposición de ley para intentar que la escuela forme parte de la estructura de la Consejería de Salud y que sus trabajadores pasen finalmente a ser funcionarios o trabajadores laborales de la Junta de Andalucía.

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Fuentes de Salud niegan que haya existido “ninguna paralización” de estos movimientos internos que intentan “unificar la investigación y la formación y que estén coordinados”. “A los trabajadores les puede interesar por el convenio y por un posible aumento de salario. Van a tener más garantías y coberturas”.

Almudena Millán, presidenta del Comité de Empresa, subraya que la escuela funciona realmente como “un servicio público que no se oferta en ningún otro ente”. “Trabajamos como consultoría y mantenemos un control exhaustivo de los gastos”, subraya Millán a este diario.

Más de 200.000 profesionales

El 80% de su actividad se concentra en ofrecer servicios a la Consejería de Salud y el 20% del resto de trabajos desarrolla una actividad fuera de la Junta de Andalucía. El comité cree que se debería mantener su “sede social” en Granada, “desde donde lleva aportando valor científico, social y económico a la ciudad y provincia durante los últimos 35 años”. La consejería asegura que la escuela se mantendrá en la capital nazarí. Más de 200.000 profesionales han trabajado en alguna de las actividades del centro desde su creación en 1985.

Joan Carles March fue director de la escuela y cree que uno de los éxitos del ente es su ubicación precisamente en Granada. “La independencia del poder y no haber tenido la presiones de la consejería, lo que nos ha dado cierta libertad, al ser una empresa pública. Nos hemos basado en criterios empresariales”.

“Somos la mejor consultoría de salud del país. Nos hemos juntado con otros, pero sin perder la identidad pública, para tener autonomía y agilidad"

La escuela es el único centro colaborador de Andalucía de la OMS, mantiene un máster europeo con ocho países y ha trabajado en 2.700 proyectos de consultoría. “Somos la mejor consultoría de salud del país. Nos hemos juntado con otros, pero sin perder la identidad pública para seguir siendo una empresa, lo que da una autonomía y agilidad que no tendríamos dentro de la consejería”.

Rehacer convenios

Los trabajadores de la Escuela Andaluza de Salud Pública también temen que se pierdan muchos convenios ya firmados con instituciones al cambiar la naturaleza jurídica de la empresa, como pretende la Junta de Andalucía. “Rehacer esos convenios supondría un problema”, subraya March a este diario.

Una carta dirigida al consejero de Salud y firmada por tres directivos de la OMS expresa que el centro ha desempeñado “un papel vital en el apoyo a la implementación de servicios de salud integrados y centrados en las personas en países de todo el mundo con un enfoque en la atención primaria de salud”.

La misiva también añade que la escuela se ha convertido “en un socio crucial para el departamento de Servicios Integrados de Salud de la OMS, ayudando a cumplir nuestros mandatos corporativos con nuestros Estados miembros durante estos últimos años”.