ADIF rectifica y retira el cemento con el que sepultó a miles de conejos en su madriguera

El pasado 17 de octubre publicábamos la denuncia de la Federación Andaluza de Caza (FAC) contra ADIF por haber sepultado vivos a miles de conejos al llenar de cemento sus madrigueras. Diez días después, la FAC decidía llevar el caso ante la Fiscalía de Jaén, después de pedir al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias que diera marcha atrás en esa práctica, sin recibir respuesta alguna.

Ahora, ADIF ha decidido mover ficha y ha comenzado a retirar el cemento con que tapaba las madrigueras construidas por los conejos en algunos tramos de vías de la provincia de Jaén. Ha sido el propio gestor ferroviario quien ha comunicado la noticia al técnico provincial de la Federación Andaluza de Caza en Jaén, Juan Antonio Herrera.

Herrera se desplazó a uno de los tramos afectados para comprobar que, efectivamente, se ha retirado el cemento procediéndose al tapado de las madrigueras con tierra y piedras, al menos en esta zona de la vía. Sin embargo, la Federación Andaluza de Caza no piensa dar marcha atrás y piensa seguir adelante con su denuncia.

Un logro de los cazadores

Tal y como ha informado la FAC, se trata de un “importante logro para el medio ambiente, conseguido gracias al compromiso de los cazadores federados de Jaén y de la propia Federación Andaluza de Caza”. Por eso, han confirmado que no retirará la denuncia interpuesta esta semana por sus servicios jurídicos ante la Fiscalía de Jaén.

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O. Rodríguez

José María Mancheño, presidente de la FAC, explica que “la denuncia es la única manera de asegurarnos que este tipo de conductas, que representan un atentado para el medio ambiente, no vuelvan a repetirse. Además, el daño está hecho durante todo el tiempo que se ha empleado esta práctica que, además, desconocemos si sigue usándose en otros puntos de la vía férrea”.

Para Mancheño, “ni ecologistas, ni animalistas. Han sido los cazadores, como verdaderos custodios del medio ambiente y la conservación real, quienes han denunciado esta situación y quienes han conseguido darle la vuelta para frenar una práctica que suponía una auténtica barbaridad”.

Ni ecologistas, ni animalistas. Han sido los cazadores quienes han denunciado esta situación y quienes han conseguido darle la vuelta

Por eso, añade que “entendemos que la conservación real del conejo pasa por minimizar los daños y riesgos que derivan de su superpoblación. Por eso, frente a esta masacre insistimos en ofrecer los servicios gratuitos de nuestras sociedades de cazadores para extraer los conejos en vivo y trasladarlos a otras zonas donde puedan servir de alimento, entre otras, a multitud de especies protegidas”.