La última ruta de Laura, la joven profesora que llegó a El Campillo a enseñar a dibujar

Caricaturas, ilustraciones, acuarela... El talento de Laura Luelmo con el dibujo llegó a formar colas en la Biblioteca Nacional. Era profesora y enseñaba lo que más le gustaba. Era feminista y ejercía como tal. Había llegado desde Zamora a El Campillo, en Huelva, para cubrir una baja y dar clases de lo que mejor se le daba en el IES Vázquez Díaz de Navas. Llevaba solo 20 días en la localidad y casi nadie la conocía en el pueblo, pero la conmoción era enorme en este municipio onubense cuando este lunes por la tarde se confirmaba el peor presagio.

Solo unas prendas de deporte, su teléfono móvil y un monedero eran los objetos que los investigadores echaron en falta en la vivienda de la joven zamorana. Su Kía color azul estaba aparcado en la calle paralela de su casa. La fuga voluntaria de Luelmo estaba descartada el domingo y solo quedaban dos hipótesis: que la joven hubiera tenido un accidente el miércoles al salir de su casa para hacer deporte o la participación de terceras personas en una muerte violenta.

A las 12:00 de este lunes, cinco días después de su desaparición, un vecino de la localidad dio la voz de alarma tras haber encontrado varias prendas de ropa que coincidían con las de Laura en una zona situada a cinco kilómetros de El Campillo, en el paraje de La Mimbrera. La zona ya había sido peinada por efectivos de la Guardia Civil y voluntarios sin haber tenido suerte. Solo unas horas después de que este vecino diera la voz de alarma, estaba planeado que se volviera a rastrear la zona.

Poco después, el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Gómez de Celis, confirmaba ante los medios de comunicación el hallazgo de un cadáver en una de las zonas donde se creía que Luelmo podría haber desaparecido. Todavía no se confirmaba de manera oficial que el cuerpo perteneciera a la joven, pero que ninguna mujer hubiera desaparecido en meses en la zona hacía llevar a los investigadores a pensar que el cuerpo era suyo a falta de la inspección ocular del juez.

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El rastro de Laura Luelmo se perdió a nueve kilómetros al norte de El Campillo, en mitad del campo, donde las antenas repetidoras de telefonía detectaron por última vez la señal de su móvil. Esa triangulación permitió llevar a cabo batidas de búsqueda conformadas por más de 300 personas entre efectivos policiales y voluntarios. Pero la zona era amplia y la orografía dificultaba peinar el lugar.

Semidesnudo y entre arbustos

Todo coincidía, pero la confirmación llegaría unas horas más tarde adelantada por varios medios de comunicación: el cuerpo que se había hallado pertenecía a la joven desaparecida. Había sido hallado semidesnudo y entre unos arbustos, por lo que quedaba prácticamente descartada la hipótesis de que fuera una muerte accidental y la investigación se centraba en una muerte violenta.

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El cuerpo había sido hallado en un punto cercano al kilómetro 166 de la carretera nacional N-435 Huelva-Badajoz. Un tatuaje en su torso aseguraba que el cadáver ante el que los investigadores se hallaban era el de Luelmo.

A falta de que las pesquisas de la investigación continúen y todavía sin esclarecerse las causas de la muerte de Luelmo, en redes sociales hay un veredicto que más tarde tendrán que confirmar los agentes de la Unidad Central Operativa: el último tuit de la joven, una caricatura hecha por la misma Laura, su última publicación en la red social, que desde ayer se ha viralizado como símbolo de la lucha de las mujeres.