Susana Díaz defiende relaciones con Arabia Saudí mientras no hable Naciones Unidas

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, dejó claro que mientras que Naciones Unidas no impida las relaciones comerciales con Arabia Saudí no se podrá hablar de vulneración de los derechos humanos. Esa es su “unidad de medida”. Así lo sostuvo en una entrevista a Carlos Alsina en el programa 'Más de uno' de Onda Cero, donde defendió la importancia del contrato de Navantia para cinco corbetas para Arabia Saudí que supondrá 6.000 empleos en la Bahía de Cádiz.

“Mi unidad de medida son Naciones Unidas y la Declaración de Derechos Humanos y en estos momentos la ONU no ha determinado que no se puedan vender portaviones, corbetas, camiones o armas a Arabia Saudí”, sostuvo. Después de que Alemania, Francia y Reino Unido haya pedido explicaciones a Riad, el gobierno de Pedro Sánchez mantiene un perfil bajo y evita sumarse a ese bloque tras el asesinato del periodista saudí Jamal Kashoggi en el consulado de Estambul. En España, PSOE, PP y Cs apoyan que se mantengan los contratos en vigor con Arabia Saudí, incluida la venta de armas, mientras que Podemos eleva la voz y pide revisar estos acuerdos. El alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', de Podemos, se desmarca de su partido y evita también cuestionar los contratos de los astilleros gaditanos.

“Es compatible defender los derechos humanos y los derechos de los trabajadores de la Bahía de Cádiz”, defendió Díaz, en plena precampaña electoral hacia las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. Ya hace un mes se abrió este debate y el Gobierno de Sánchez rectificó a su ministra de Defensa, Margarita Robles, y priorizó los contratos con el reino saudí. La dirigente andaluza lamentó que haya “hipocresía” al abordar este debate y que la respuesta internacional no sea la misma, por ejemplo, con Egipto que con Arabia Saudí.

Negociar con ERC

Susana Díaz, que respondió en Mas de Uno a las preguntas de Carlos Alsina, eludió dar apoyo expreso a un posible acuerdo del Gobierno de Pedro Sánchez con ERC para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. "Yo sí respondo la preguntas, no soy de Murcia, soy de Triana", dijo entre risas aludiendo al 'yo soy de Murcia' del número dos del PP, Teodoro García Egea, que utiliza para evitar responder preguntas incómodas.

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Ya hace dos años, la presidenta andaluza negó cientos de veces públicamente la posibilidad de que Pedro Sánchez fuera investido con los votos de Podemos y los nacionalistas catalanes. Ahora, Díaz no se desmarcó expresamente de la posibilidad de dialogar con ERC dentro del marco de la ley pero dejó claro que estaría mucho más cómoda si PP y Cs apoyaran las cuentas estatales pensando en “oxigenar” a las familias, defendió. “En algún momento los partidos constitucionalistas tendremos que hacer algo por los ciudadanos o nos van a castigar”, defendió.

La presidenta andaluza insistió en que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, no está negociando con los nacionalistas en nombre del Gobierno. “Lo hace por si mismo”, dijo, “no está autorizado”. “Está sobreactuando”, defendió, “porque quiere quitarse el pecado original de no haber permitido en su momento un Gobierno tras el acuerdo de Rivera y Sánchez”, dejando entrever su incomodidad por el papel del líder de Podemos.

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Sus reflexiones sobre los pactos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado dicen mucho de cuáles son sus preferencias a la hora de formar gobierno si volviera a ganar las elecciones en Andalucía. Díaz no cierra puertas a derecha e izquierda y defiende un Gobierno “de banda ancha” donde sean posibles los acuerdos con PP, Cs y Podemos. Todas las encuestas dejan abierto el escenario del día después de las elecciones en Andalucía para formar gobierno y descartan las mayorías. La presidenta andaluza aseguró que ella daría paso a un Gobierno de PP y Cs si suman y pidió a sus adversarios reciprocidad.

La presidenta eludió responder si esta será su última campaña electoral si gana las elecciones y si defiende la limitación de mandatos que firmó con Cs en su pacto de investidura. "Dan por hecho que voy a ganar" y esa limitación, dijo, no fijaba si era de dos legislaturas o más.