La Junta ahoga a la Fundación Blas Infante: vive con apenas una subvención de 56.000 €

La Fundación Blas Infante se creó en 1983 por iniciativa del entonces presidente de la Junta de Andalucía Rafael Escuredo para “fomentar la obra y memoria” del considerado “padre de la patria andaluza”. Hoy sobrevive solo por una aportación económica de la Junta de Andalucía, de apenas 56.000 euros anuales.

“Es muy poco dinero, así es imposible subsistir. No se puede aspirar a más, apenas a organizar un congreso sobre el andalucismo histórico y organizar el premio memorial Blas Infante. Te las ves y te las deseas para seguir adelante. Llevamos muchos años estancados”, lamenta el vicepresidente de la fundación, Javier Delmás Infante, nieto del fundador del andalucismo, en declaraciones a El Confidencial tras acabar el acto del 82º aniversario del fusilamiento de Infante.

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El organismo cuenta con dos empleados y paga los gastos del mantenimiento de una sede ubicada en la Casa del Rey Moro de Sevilla (edificio del siglo XV) además de los servicios de asesoría fiscal y una limpiadora. “Deberíamos contar con al menos 100.000 euros para poder vivir sin problemas. Y además la Junta paga tarde. Aún no hemos recibido la cantidad de este año”, precisa Delmás.

"Ni un duro de bancos y cajas"

Estos retrasos son continuos. En 2014 la situación fue extrema. La cantidad que la Junta de Andalucía subvencionó ese año fue de 14.300 euros. “Lo que se hizo en su día fue acudir a bancos y cajas y no se consiguió ni un solo duro”, expone el vicepresidente de la fundación, impulsada por su madre, María Ángeles Infante, hoy retirada a sus más de 80 años de edad, y que tenía seis años cuando asesinaron al “mártir andaluz”, como escribió Javier Caraballo.

“La fundación", admite Delmás, “no puede estar mal con la Junta de Andalucía”. La subvención se canaliza a través de la Consejería de Cultura. “Con 56.000 euros la cosa está muy cortita y debería haber más agilidad en los pagos, pero también sé que hay otras partidas presupuestarias para colegios o centros de salud que se las ven y se las desean por el retraso de los pagos”.

"Blas Infante podría estar más presente en la enseñanza e institutos y no lo está. Tendría que estar fomentándose su obra y discurso"

Las instituciones y los políticos solo se acuerdan de Blas Infante y de que existe una fundación, como máximo, un par fechas puntuales, sobre todo, el 28 de febrero, el Día de Andalucía, y el 10 de agosto. “El resto del año permanece en el olvido. Comprendo que no se puede estar todo el día hablando de él, pero podría estar más presente en la enseñanza e institutos y no lo está. Tendría que estar fomentándose su obra y discurso”.

Entiende Delmás que el discurso de su abuelo aún cuenta con recorrido, sobre todo, en su concepto de la vertebración andaluza. “Él soñaba con un poder andaluz, que no existe, teniendo también muy claro que Andalucía es el alma de España. El nunca, jamás, habló de independencia y no aceptaba el separatismo”.

El PA (Partido Andalucista), ya desaparecido, se reclamó como heredero de su ideario, pero ninguno de sus históricos líderes: Alejandro Rojas Marcos y Pedro Pacheco logró captar la modernidad de un discurso que se granjeó acérrimos enemigos en el Frente Popular y el Franquismo, quien lo eligió como víctima en aquel fúnebre agosto de hace 82 años.