Manuel Lebrón: así es el policía maltratador amigo del gatillo fácil

De gatillo fácil con la pistola HK USP Compact de 9 milímetros que utiliza la plantilla de 85 agentes de la Policía Local de Alcalá de Guadaíra. En repetidas ocasiones disparaba al aire de modo injustificado y alardeaba del arma. La exhibía. Fue portero de discoteca y buen aficionado a tomar copas en los bares. Siempre metido en broncas, con sus compañeros y sus vecinos.

Licenciado en Derecho, con cargo de oficial, al mando de 15 personas, siempre trabajaba solo. Manuel Lebrón González, de 40 años, llevaba dos décadas como policía de Alcalá y fue acusado ayer por la Policía Nacional de sustracción de menores, atentado y lesiones tras resistirse a ser detenido.

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Agencias

Condenado por maltratar a su exmujer, antes de Nochevieja tenía que haber entregado a sus dos niños en el punto de encuentro. La Policía le localizó ayer por la mañana, a las 12.30 horas, en su domicilio de Dos Hermanas (Sevilla). Su actual pareja sentimental abrió la puerta a los agentes. Lebrón se puso delante de los niños. Los agentes pusieron primero a salvo a los dos menores. Sacó un cuchillo de grandes dimensiones e hirió, de manera leve, a los policías.

“Es una persona violenta”, confirman a El Confidencial fuentes policiales. La jefatura de la Policía Local de Alcalá de Guadaíra le ha abierto varios expedientes informativos por desobediencia a la autoridad que no prosperaron por errores de procedimientos. “Como es licenciado en Derecho, se sabe todas las triquiñuelas legales de notificaciones y prescripciones y siempre se ha salido con la suya”, cuenta un policía que le conoce muy bien. “Este tiene para contar una película”, expresa el agente, de modo muy gráfico.

Justo antes de ser suspendido de servicio le fue concedida una incapacidad laboral permanente revisable

Su exmujer presentó la demanda de separación y logró que a la jefatura no trascendiera la demanda por malos tratos. Cuando fue condenado, con sentencia ratificada por la Audiencia Provincial de Sevilla, y justo antes de ser suspendido de servicio, le fue concedida una incapacidad laboral permanente revisable. “Es muy listo. Se las sabe todas”, señalan fuentes policiales. Lebrón no está expulsado del cuerpo. El arma no la entregó de modo voluntario.

Vivía en la zona del Campo de las Beatas de Alcalá, en un piso de clase media que podría pagar sin problemas con su sueldo de 2.100 euros netos mensuales (14 pagas). En permanente conflicto con sus vecinos por los escándalos de ruidos que formaba en su domicilio, tenía una orden de alejamiento de Alcalá y se fue a vivir a Dos Hermanas, de donde es natural su actual pareja.

Denuncias a sus compañeros

La Policía Local del municipio sevillano, que cuenta con 75.000 habitantes, prevé su entrada en prisión. No solo por los delitos a los que se enfrenta por negarse a entregar a sus hijos, sino por las causas pendientes a las que tiene que responder. “Lo de Lebrón no ha sido rápido, ha sido gradual. Hace 20 años, cuando entró en el cuerpo, no era así”.

El condenado por maltrato llegó a denunciar hace un par de años a nueve compañeros de la Policía Local de Alcalá de Guadaíra por presunta detención ilegal. El juez no vio motivo alguno para la imputación de los agentes. El caso se archivó. “Y encima siempre ha ido de garante de la ley...".