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Rabesa (Alcalá de Guadaíra): el fracaso social de un barrio con un 80% de paro
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REACCIONES DE VECINOS A LA MUERTE DE LA FAMILIA

Rabesa (Alcalá de Guadaíra): el fracaso social de un barrio con un 80% de paro

Pepe, exconcejal de Alcalá de Guadaíra, se ha erigido en una especie de portavoz de Rabesa. "Queremos saber ya lo que ha pasado”, revela a El Confidencial

Foto: Concentración en Alcalá de Guadaíra por la muerte por la muerte de los tres miembros de una familia. (EFE)
Concentración en Alcalá de Guadaíra por la muerte por la muerte de los tres miembros de una familia. (EFE)

No son más de treinta personas, pero en una hora (a las nueve de la noche) serán muchos más en el directo del informativo de las televisiones nacionales. Delante de la casa de la familia fallecida, Pepe Rodríguez, de 56 años, se reúne con un grupo de vecinos. Pepe, exconcejal de Alcalá de Guadaíra, se ha erigido en una especie de portavoz del barrio de Rabesa. "Queremos saber ya lo que ha pasado”, proclama a El Confidencial desde este enclave marginal de la localidad, azotado con un 80% de paro, donde el sábado se certificó la muerte de tres de sus vecinos: Enrique Caño, su esposa Concha, y una de sus hijas.

Las incógnitas surgen en un suceso que ha conmocionado a una ciudad de 73.000 habitantes, la tercera más importante de la provincia de Sevilla, tras la capital andaluza y Dos Hermanas. Demasiadas preguntas sin respuesta cuatro días después. ¿Comió la niña pequeña, ingresada en el hospital, lo mismo que su familia? ¿Qué responsabilidad tienen –si existiera– los servicios sociales de la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra? Preguntas en medio de nuevas vías apuntadas ayer por este diario: la policía descarta el alimento en mal estado. Se está a la espera del informe del Instituto de Medicina Legal.

“El barrio está dolido, nos tienen que explicar qué es lo que ocurre. ¿Por qué el alcalde [Antonio Gutiérrez Limones] no nos dice lo que sabe, aunque sea poco?”, se pregunta Rodríguez, que pide ayuda a la Justicia y también a los medios de comunicación. Intenta, de algún modo, contar con una pista que le pueda servir para calmar la ansiedad que se ha apoderado de Alcalá de Guadaíra en una Andalucía de pobreza 3.0. Gutiérrez Limones señala que se trataba de “una familia humilde, pero dignísima”, según publica Guadaíra Información.

El barrio es sinónimo de fracaso social. Con sólo un 20% de la población activa con empleo, Caño, con la casa embargada y con una ayuda social de 400 euros que ya se le estaba acabando, era un vecino que se intentaba ganar la vida con chapucillas y con la recogida de cartones y chatarra. En el edificio, plagado de okupas, los vecinos (mal)viven. Rabesa carece de asociación de vecinos y, aunque no se le puede comparar a un barrio como las Tres Mil Viviendas de Sevilla capital, el componente de marginalidad es evidente.

Hace años sufrió muchos problemas de delincuencia. La situación se alivió un poco con la creación de la comisaría, inaugurada en octubre de 2008 por el entonces ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el estreno de un centro de salud, el más grande de la ciudad; o el club Estrella de San Agustín, que cumple un función social “muy buena”, según asegura un vecino de Alcalá de Guadaíra en conversación telefónica con este diario.

El joven apuñalado en 1999

La reinvención del barrio llegó a principios de este siglo, tras una reyerta entre dos familias que se saldó con un joven que murió apuñalado en 1999. “Eso fue muy sonado y el alcalde diseñó un plan para Rabesa que incluyó un gran parque en una zona donde se ubicaban los llamados pisos rajados, denominados así porque aparecieron unas grietas y se metieron okupas; derribaron esos pisos y crearon el parque”, añade este vecino.

José Chamizo, ex Defensor del Pueblo Andaluz. (EFE)José Chamizo, ex defensor del pueblo andaluz, considera en declaraciones a El Confidencial que en Rabesa se debe ejecutar un plan integral adaptado a las necesidad del barrio. “Se ha deshecho el tejido social y es hora de una llamada a la conciencia colectiva para una solidaridad sin límite para que sucesos como este no se vuelvan a repetir en otros barrios ignorados de Andalucía”, destaca.

Los focos de las televisiones se apagan y los vecinos continúan preguntándose qué pasó realmente en el interior de esa vivienda de Rabesa, ahora de luto, precintada.

No son más de treinta personas, pero en una hora (a las nueve de la noche) serán muchos más en el directo del informativo de las televisiones nacionales. Delante de la casa de la familia fallecida, Pepe Rodríguez, de 56 años, se reúne con un grupo de vecinos. Pepe, exconcejal de Alcalá de Guadaíra, se ha erigido en una especie de portavoz del barrio de Rabesa. "Queremos saber ya lo que ha pasado”, proclama a El Confidencial desde este enclave marginal de la localidad, azotado con un 80% de paro, donde el sábado se certificó la muerte de tres de sus vecinos: Enrique Caño, su esposa Concha, y una de sus hijas.

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