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Viaje a Jódar, el pueblo ‘podemista’ de Bódalo donde gana el PSOE
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Viaje a Jódar, el pueblo ‘podemista’ de Bódalo donde gana el PSOE

El municipio, de 12.200 habitantes (4.500 cartillas de régimen agrario) y 40% de paro, se abona al clientelismo: “La gente está esperando a que les den cuatro jornales por el voto”

Un pueblo donde han nacido reputados especialistas internacionales en inteligencia artificial. O el arabista más prestigioso de España. Uno de los poetas de referencia del país. O el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Francisco Herrera Triguero y Enrique Herrera Viedma; Pedro Martínez Montávez, Manuel Ruiz Amezcua y Lorenzo del Río hace ya décadas que salieron de Jódar, un pueblo que supera el 40% de paro, y que no se ha hecho famoso por ser uno de los municipios de España con mayor tasa media de catedráticos universitarios, sino por el encarcelamiento de Andrés Bódalo, exlíder local de izquierda.

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Aquí muchos viven de las peonadas (cuenta con 4.500 cartillas del régimen agrario) y de la emigración forzosa a la vendimia francesa y al espárrago en Navarra (2.000 en esta temporada que acaba). Jódar (12.200 habitantes y un término municipal bien pequeño) es la Marinaleda de Jaén, el pueblo emblema de Podemos en Sierra Mágina, territorio de ficción de Antonio Muñoz Molina, donde estalla el polen tardío del olivo en este tobogán de verano/primavera.

placeholder María Moreno (i) y Ana Valenzuela (d), hija y madre respectivamente, en Jódar. (Foto: Fernando Ruso)
María Moreno (i) y Ana Valenzuela (d), hija y madre respectivamente, en Jódar. (Foto: Fernando Ruso)

“Rajoy o Podemos es igual. El pato lo pagamos los pobres. La vida cada vez está peor”. Habla Ana, de 66 años. Su hija mayor, María, de 37 años, y la pequeña, Ana Belén, de 28, acompañan a su madre a casa a las 13.15 horas justo después de haber estado en el mercadillo, “donde ha estado Canal Sur grabando un acto de campaña del PP”. Ana Belén, embarazada de siete meses con un hijo de 12 y otro de cuatro, trabaja “en la ley de la dependencia” al cuidado de mayores. Trabaja 32 horas semanales y gana 800 euros al mes. Hace tres meses que no ve a su marido, que está en Navarra, recogiendo espárragos, a destajo.

Ana Belén trabaja en el campo, “a lo que sale, con la aceituna pelá y mondá”. Gana 5.000 euros al año. “Muy poco”, añade. Ana recibe una pensión de 600 euros, “una miseria y de ahí tengo que pagar los gastos”. “Todos los políticos nos prometen muchas cosas, pero luego no se ve nada”. En la calle hay dos cabinas telefónicas (aquí no parecen en vías de extinción). En una de ellas se anuncia un viaje a la playa de La Malagueta de Málaga con un precio por persona de 14 euros. En la otra cabina hay oferta de clases particulares de lengua castellana, inglés y piano.

“Gordillo y Cañamero los están embaucando”

Quince minutos antes de las 14 horas ya no hay nadie trabajando en las obras del PER en la bocacalle de la avenida principal del pueblo. “Esto es un macroexperimento como Marinaleda. Llevamos años estancados con la misma historia. Sánchez Gordillo y Cañamero los están embaucando y la gente les sigue como borregos. Aquí no se crea riqueza alguna, la gente está esperando a que les den cuatro jornales a cambio del voto”, suelta un ingeniero que estuvo años fuera de Jódar, volvió… y ahora se arrepiente de haber regresado. Votará PSOE porque cree que Podemos es “marketing”. “Pedro Sánchez es caótico y creo que Susana Díaz sería muy buena líder del partido en toda España”.

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La líder andaluza socialista Susana Díaz en un televisor. (Foto: Fernando Ruso)

“El discurso de los 3.000”. Así relata un profesional asalariado de una empresa de Jódar al sistema implantado primero por el PCPA (Partido Comunista de los Pueblos de España) y luego por Izquierda Unida y ahora Podemos. “Están esperando a que los críos cumplan 14 años para hacerles la cartilla agrícola y ese discurso tiene manchado el nombre de Jódar. Mucha de esta gente antes, aunque todavía pasa, no querían pagar ni la luz ni el agua”.

Han basado su vida en que les mantengamos los demás. Les apuntan 22 días y el resto lo cobran en B porque si no no reciben la ayuda

El relato suena a otra época, pero es real y cotidiano. “Cobran los 430 euros y se van al bar, a las máquinas tragaperras (las hay incluso para niños como una denominada pinbolito). Sube a la casa y le dice a la mujer a ver si el alcalde está apuntando las peonadas. Así es el día a día de un montón de gente acomodada a esta cultura. Es un problema generacional”. “Han basado su vida en que les mantengamos los demás. Trabajan en dos campañas a destajo, nada de jornal, y de los días que trabajan en el tajo no quieren que les apunten más de 22 días, los que necesitan para tener su cartilla agrícola. El resto lo cobran en B porque si no rompen el cómputo familiar y no tienen derecho a ayuda. Todo esto está muy estudiado”, asegura.

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La cultura radical o de extrema izquierda la empezó a cultivar el exalcalde Cristóbal Jiménez. Fue la década de los ochenta e intervinieron antidisturbios en el barrio de la Constitución, lleno de casas bajas, tras la invasión de una finca. Desde ese momento se le conoce como el barrio de las Malvinas por la comparación con la guerra entre Argentina y Reino Unido. “Se les inculcó el derecho a que les dieran un jornal”, asegura un vecino. “Yo tenía ocho años y para mí era lo normal las pedradas y las ambulancias de un lado a otro”, comenta otro vecino. Así tituló el diario ‘ABC’ el 3 de octubre de 1984: ‘Jódar, un pueblo al rojo vivo’.

Perros solitarios y megafonía a todas horas

Un joven de unos 30 años vive en Jódar desde 2012. Cuando llegó le sorprendieron dos cosas: jaurías de perros solitarios deambulando de un lado a otro de las calles, sin rumbo y sin dueño. Y, por supuesto, megáfonos y coches lanzando consignas a favor de los trabajadores del campo a todas horas, todos los días. “Esto daba miedo”, asegura. La situación ha cambiado. Lo afirma delante del alcalde, José Luis Hidalgo, del PSOE, íntimo enemigo de Bódalo, que ganó las pasadas elecciones municipales tras haber vencido también en 2011. Hidalgo maneja un presupuesto de nueve millones de euros. La plantilla de funcionarios fija es de 59 personas.

La misión del alcalde, según un vecino que le conoce muy bien, "es meter en prisión a sus enemigos". Mantiene un litigio judicial con el exalcalde José Luis Angulo, en libertad provisional, tras supuestamente desviar 85.000 euros en hormigón. "Su política es la de o conmigo o contra mí", asegura un ciudadano de Jódar, que lamenta la normativa municipal de prohibir el uso de megafonía por las calles (excepto en campaña electoral), la proliferación de multas administrativas con afán recaudatorio, y algunas medidas populistas para atraer a un electorado sociológicamente de derechas, como la de nombrar alcalde perpetuo al Cristo de la Misericordia de Jódar. Así, ha arrinconado al PP, que tan solo tiene un concejal. UCD llegó a ganar en Jódar en 1979, en las primeras elecciones municipales tras la llegada de la democracia. Pero un pacto del PCE con el PSOE le arrebató la Alcaldía. Entre 2007 y 2011 IU gobernó con apoyos del PP.

“Aquí el absentismo escolar es mínimo, de los menores de Andalucía. Y los 950 alumnos del Instituto tienen buen nivel de notas. Organizamos un festival de música folk, el más antiguo del sur de Europa…”. Hidalgo no para de lanzar lo bien que se vive aquí y admite que lo primero que un jodeño dice sobre su pueblo es que todo está fatal: “Nos falta autoestima por lo mal que nos han tratado”. Y lanza como logros el haber conseguido el año pasado ser inicio de etapa del primer 'round' de alta montaña de la Vuelta Ciclista a España o contar con una "Universidad de primavera".

La Plaza Uno de Mayo, epicentro de concentraciones, y la Plaza de España, donde está el ayuntamiento y bustos en bronce de Unamuno, Ortega y Gasset, Ramón y Cajal y Marañón, es la zona cero del conflicto de Jódar, quizá no visible de un primer vistazo a vuelapluma, pero sí latente. Con miradas recelosas, silencios de mediodía y susurros contenidos en mitad de la zigzagueante campaña electoral.

Miradas de recelo al forastero

En el bar Monterrey acaba de entrar un policía local metido en años, con gafas, que se toma caracoles, una de las tapas habituales de los lugareños. Comentan el informativo de televisión. Un hombre ha entrado en la cárcel por robar una bicicleta. Mario Conde y su fianza para salir en prisión. “Hoy hará un día precioso. Tú verás cómo vendrá alguien que lo jode”, reza una placa de cerámica colgada detrás de la barra. El dueño entra y sale de la cocina y mira con recelo, como en otros bares, al forastero, al desconocido que primero observa y luego hace preguntas.Jubilados jugando al dominó. (Foto: Fernando Ruso)A las 16 horas en el bar Central, fundado en 1951, el más antiguo del pueblo, se juega al dominó. Hay tres partidas simultáneas. Desde el lateral de la calle se oye el ruido de las fichas, golpeadas casi con violencia contra la mesa. No hay ni una mujer. Y los hombres tienen de media 65 años. Andrés Morillas, de 71 años, es el suegro de Andrés Bódalo. “Yo soy comunista 100%, no de Podemos sino de La Pasionaria. La vi en un mitin en la Casa de Campo de Madrid”. Andrés ha ido a Jaén II, la cárcel donde está Bódalo, a visitar a su yerno. “Le han quitado de en medio por defender a los trabajadores. Él está mal, pero más indignado que otra cosa. Mis nietos y mi hija sí están entristecidos”. En la calle, entrando y saliendo del bar, está Antonio, un cincuentón que vive del sueldo que le da su hermana. Asegura llevar décadas jubilado...

En el pueblo hay algunos que hablan, pero mirando a un lado y otro a ver si hay algún contrincante político. Y casi todos piden anonimato

¿Por qué gana aquí el PSOE en las elecciones municipales? “Pues porque se pelearon la gente de izquierdas y la gente decidió apoyar a Hidalgo pero volveremos al Ayuntamiento”, pronostica Morillas. En las municipales de 2015 el alcalde consiguió el 58,54% de los votos frente al 19,86% de IU y el 8,85% de Ganemos Jódar. En las generales del pasado mes de diciembre, el PSOE continuó ganando, pero con menos: el 44,34% frente al 25,14% de Podemos, el 16,06% de PP y el 8,69% de Unidad Popular en Común.

Desencantado con Podemos

En el pueblo hay algunos que hablan, pero mirando a un lado y otro a ver si hay algún contrincante político. Y casi todos piden anonimato, como un votante de Podemos, que va en bermudas y apura un cigarrillo mientras apoya su espalda en la pared. Fue de los primeros en organizar el partido en Jódar y ahora ya no está. “Aquí se empezó a integrar gente que venía de otros partidos y eso no me gustó nada. Yo quería una cosa limpia, nueva, fuera de la vieja política que han echado a muchos pueblos a pique y si ahora volvemos a la vieja política que había antes no voy a ser yo el que dé la cara por ellos”. Sobre el alcalde socialista no dice tener mucha información, pero resalta: “No me parece limpio”.

La música de la película ‘El guardaespaldas’ suena en la cervecería Flamingo. Entrando a la izquierda un grupo de hombres desafía con la mirada. A la derecha un mosaico/homenaje al dueño del bar: Miguel Arias López, “maestro de la caña perfecta”. Todo patrocinado por Cruzcampo. En la terraza un hombre, también con el anonimato como premisa, otra vez el miedo, dice que cómo va dar de comer a sus dos hijos (uno en paro y el otro trabajando por temporadas en un hotel de Girona) con 1.100 euros de sueldo.

A favor de la eliminación de las peonadas

“Esto no hay quien lo aguante. Jódar siempre ha dependido de la emigración y la construcción. Aquí tenemos una miaja de olivos. Llevamos ya ocho años que no levantamos cabeza. Lo bueno es que aquí hay mucha gente pobre que ha salido hacia arriba”, señala. El camarero del bar dice: “¡Cómo va a ser la situación buena!”. Un hombre lee el diario ‘As’ y apura un café solo: “Yo soy de derechas. Y punto”.

Fernando Herrero, Juan Padilla y Tomás Jiménez son dirigentes de Podemos en Jódar. Lamentan el monocultivo del olivar y consideran que habría que eliminar las peonadas: “Todos tienen derecho a cobrar el paro”. Herrero, Padilla y Jiménez creen que el partido de Pablo Iglesias ganará las elecciones y excusan a Bódalo, su referente. También culpan al alcalde de la deuda. El PSOE dice que la ha reducido.

“Los de Jódar somos trabajadores para reventar. Que pregunten en Navarra por los andaluces. Queremos cambiar la imagen del pueblo y que alguien se lleve una imagen superficial de aquí”, explica el alcalde, a medianoche, en el restaurante Victoria, recién llegado de pasar todo el día en Jaén capital con reuniones políticas.

Ya no se ven perros solitarios, pero la megafonía sonará por la mañana con proclamas de Cañamero y en pro de la libertad de Bódalo en la Marinaleda del norte de Andalucía, de esta Andalucía profunda.

Un pueblo donde han nacido reputados especialistas internacionales en inteligencia artificial. O el arabista más prestigioso de España. Uno de los poetas de referencia del país. O el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Francisco Herrera Triguero y Enrique Herrera Viedma; Pedro Martínez Montávez, Manuel Ruiz Amezcua y Lorenzo del Río hace ya décadas que salieron de Jódar, un pueblo que supera el 40% de paro, y que no se ha hecho famoso por ser uno de los municipios de España con mayor tasa media de catedráticos universitarios, sino por el encarcelamiento de Andrés Bódalo, exlíder local de izquierda.

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