Antonio Muñoz Molina: "La figura del autor comprometido es una moda"

El escritor y académico de la Lengua Antonio Muñoz Molina, premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013, dijo ayerque la figura del autor "comprometido es una "moda" que limita la creación literaria porque "el arte se hunde cuando se politiza".

En una rueda de prensa celebradaen la Semana Negra de Gijón donde ha presentado su ultima novela, Como la sombra que se va, el narrador ha reivindicado la "soberanía" de la literatura libre de "presiones".

Muñoz Molina ha dicho que cuando un autor introduce contenido político e ideológico en una novela limita las posibilidades de creación y queda sometido a la presión de la moda del momento.

El autor jienense ha asegurado que el tópico del escritor comprometido es "una moda" que se repite cada cierto tiempo, y que la ha vivido en los años setenta cuando no demostrar interés por cosas como el movimiento obrero o la revolución social era considerado "reaccionario"."Este tipo de presiones, de tipo estético o de compromiso social, van en contra de la libertad de expresión", ha dicho.

'Este tipo de presiones, de tipo estético o de compromiso social, van en contra de la libertad de expresión'

Ha destacado además que en los años setenta "era obligado escribir para derrocar a Franco" y hacerlo con una narrativa que estaba influenciada por la ruptura de las estructuras tradicionales de la literatura.

"Afortunadamente en esos años descubrí la escritura latinoamericana de Borges, Onetti y de Bioy Casares, que me liberaron de todas esas presiones y pude escribir lo que me dio la gana", ha afirmado.

'En los años setenta era obligado escribir para derrocar a Franco'

Muñoz Molina ha considerado que "ahora todo eso del vanguardismo parece que vuelve, como vuelve el pantalón de campana".

Ha destacado además que el oficio del escritor es el de escribir y no "representar el personaje de escritor".

El autor de El invierno en Lisboay de El jinete polaco, galardonados con sendos Premios Nacionales de Narrativa, ha dicho que cada vez que comienza un libro tiene la misma "incertidumbre" que hace 30 años con su primera novela Beatus Ille."Cada vez que me pongo a escribir un libro tengo que aprender a escribir un libro y eso es estimulante", ha asegurado.