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3.000 toneladas de basura en Jerez: quema de contenedores y ratas instaladas en la ciudad
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ALERTA DE RIESGO DE EPIDEMIA TRAS 19 DÍAS DE HUELGA DEL SERVICIO DE RECOGIDA DE BASURA

3.000 toneladas de basura en Jerez: quema de contenedores y ratas instaladas en la ciudad

Posturas radicales. Trabajadores que se niegan a ser despedidos. Un ayuntamiento inflexible. Y una ciudad ahogada. El cóctel de Jerez era demasiado peligroso; y acaba de

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3.000 toneladas de basura en Jerez: quema de contenedores y ratas instaladas en la ciudad

Posturas radicales. Trabajadores que se niegan a ser despedidos. Un ayuntamiento inflexible. Y una ciudad ahogada. El cóctel de Jerez era demasiado peligroso; y acaba de explotar. Tras 19 días de huelga de los trabajadores del servicio de recogida de basura, la quinta ciudad andaluza más poblada (215.000 habitantes, 35.000 desempleados) amaneció hoy con un olor mucho más que insoportable, con cucarachas y ratas afincadas en el asfalto, después de una noche de disturbios con quema de contenedores en barriadas de distintas zonas como El Mopu, el Polígono San Benito e incluso en varias calles del centro del municipio.

El servicio de Emergencias 112 ha recibido más de 80 llamadas desde las últimas horas de la tarde-noche del martes y hasta la mañana de este miércoles alertando de la quema de basuras en la localidad. Fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos han explicado que los incidentes han continuado a lo largo de la noche en distintos puntos de la ciudad.

El riesgo para la salud es inminente. Lo denuncia Sebastián Peña, presidente de la Asociación de Vecinos Solidaridad. “En muchos barrios no se ha recogido ninguna basura, estamos un poquito con las orejas tiesas. Se puede imaginar cómo puede estar la ciudad,  esto es horroroso y puede acabar en algún tipo de epidemia”, señala Peña en declaraciones a El Confidencial.

¿Cuál es el origen de este conflicto? El Ayuntamiento jerezano, en bancarrota, con una deuda de 1.000 millones de euros, exigió a Urbaser (la concesionaria municipal de limpieza viaria y recogida de los residuos sólidos) un ERE que afectaba a 125 trabajadores. Los empleados se negaron en rotundo. Plantearon una propuesta que incluía recortes salariales de 3,5 millones de euros en nóminas, eso sí, a cambio no habría ningún despido. El ayuntamiento se negó y ahí empezó la huelga.

No entendemos cómo la alcaldesa de Jerez no es capaz de sentar a las tres partes en una misma mesa para negociar una salida. Tampoco se entiende la actitud de la Junta de Andalucía que observa cómo un ayuntamiento de su rival político se está quemando. Están mirando por sus intereses partidistas”, relata a este diario Francisco Espinosa, coordinador local de UPyD.

El abogado Martín de la Herrán, afincado en Jerez y coordinador regional de este partido, lamenta cómo la ciudad se encuentra “patas arriba”. “No se hace nada, no se proponen soluciones. Pasó igual con el ERE que afectó a los trabajadores del ayuntamiento. Al final se alimentó el conflicto entre ciudadanos y empleados; hay que tener capacidad de negociación, no tienen voluntad de firmar”.

La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, justifica los despidos en Urbaser. “La empresa ha trasladado al comité la necesidad de ahorrar 4, 5 millones de euros, que supone la reducción salarial de un 12%, mientras que los trabajadores no quieren que se les toque la nómina y sea Urbaser la que asuma la diferencia, y luego se lo cobre al Ayuntamiento, es decir, la pescadilla que se muerde la cola”, manifestó ayer a través de un comunicado de prensa.

Las noches en Jerez son largas. Los vecinos queman contenedores buscando el fin de la pesadilla de la basura y los trabajadores muestran su indignación. “Tras 30 años de Gobierno personalista primero con Pedro Pacheco y luego el PSOE y ahora el PP esto no hay Dios que lo ponga bien”, remarca Espinosa. El ayuntamiento, para paliar el desastre, se plantea la privatización del servicio de agua que aportaría una inyección de 80 millones de euros para obtener algo de liquidez. Mientras, las ratas y las cucarachas cada vez están más cómodas en las calles jerezanas.

Posturas radicales. Trabajadores que se niegan a ser despedidos. Un ayuntamiento inflexible. Y una ciudad ahogada. El cóctel de Jerez era demasiado peligroso; y acaba de explotar. Tras 19 días de huelga de los trabajadores del servicio de recogida de basura, la quinta ciudad andaluza más poblada (215.000 habitantes, 35.000 desempleados) amaneció hoy con un olor mucho más que insoportable, con cucarachas y ratas afincadas en el asfalto, después de una noche de disturbios con quema de contenedores en barriadas de distintas zonas como El Mopu, el Polígono San Benito e incluso en varias calles del centro del municipio.