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Arenas y Valderas se disputan 15 escaños del PSOE en la recta final
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GRIÑÁN CULPA A LA ETAPA DE CHAVES DE LA CORRUPCIÓN

Arenas y Valderas se disputan 15 escaños del PSOE en la recta final

La recta final de la campaña andaluza se ha convertido en una pugna por conseguir hacerse con los ‘despojos’ del PSOE. El PP de Javier Arenas

Foto: Arenas y Valderas se disputan 15 escaños del PSOE en la recta final
Arenas y Valderas se disputan 15 escaños del PSOE en la recta final

La recta final de la campaña andaluza se ha convertido en una pugna por conseguir hacerse con los ‘despojos’ del PSOE. El PP de Javier Arenas y la IU de Diego Valderas se juegan hasta quince escaños socialistas, cada cual por su flanco. Ambos llaman a la rebeldía tanto de los nuevos votantes como de los “socialistas avergonzados”. Y José Antonio Griñán ha empezado a cargarle la cuenta de su posible derrota a la etapa de Manuel Chaves, culpándola de la herencia de la corrupción con declaraciones en las que asegura que ninguno de los imputados o hechos denunciados corresponden a su legislatura.

Javier Arenas y Diego Valderas llaman a la rebeldía. No se trata de una reedición de la ‘pinza’, sino de una pugna por aprovechar el desahucio del PSOE. Arenas quiere el voto de quienes llegan a la urna por primera vez, el electorado que entra mirando de reojo al sistema, al poder… En este caso, al PSOE de Griñán. Y le pide el voto como castigo a quienes han gobernado y como una llamada a lo nuevo, al cambio.

Los que le bailaban al PSOE le bailan ya al PP

En el PP ya nadie duda de que van a conseguir la mayoría absoluta y, por tanto, Andalucía va a dar un vuelco a partir del lunes, con un panorama inédito después de más de treinta años de poder socialista. Las advertencias de Arenas a su electorado para que las encuestas no relajaran a los votantes se han visto arrolladas por la euforia mal contenida. Pero no sólo en el PP. En muchos sectores de la sociedad andaluza se ve ya a Arenas como presidente y se le saluda como al próximo poder, se empuja para estar a la vera del futuro inquilino de San Telmo, y quienes antes le bailaban el agua al socialismo de Chaves y Griñán, hoy cambian la partitura para danzar ante Arenas.

La llamada de Valderas tiene como objetivo a “los socialistas avergonzados”, a los militantes del partido de Griñán que agachan la cabeza para no ver cómo entran en la cárcel sus compañeros o según se va descubriendo la espesa trama de la corrupción institucionalizada. Valderas es consciente de que el hundimiento del PSOE puede ser mayor de lo esperado y aspira a convertirse en el referente de la izquierda en Andalucía. Para ello ha roto algunos esquemas y ha recuperado iconos como el de Rafael Alberti, con versos suyos en los mítines, “A cabalgar…”. La campaña de este político, con fama de honesto y persistente, ha supuesto toda una novedad en el panorama electoral andaluz, acostumbrado a ver siempre a una izquierda extrasocialista tan poco realista como anclada en el siglo XIX.

El trasvase de votos

Según la horquilla de los sondeos, entre PP e IU se disputan hasta 15 escaños socialistas, de los que Arenas habría conseguido 12 y Valderas los tres restantes. Esta evolución demuestra que se puede producir un amplio trasvase de votos socialistas al PP, continuando así la tendencia que se produjo en las municipales y generales pasadas y rompiéndose definitivamente la cultura de los compartimentos estancos, es decir, la imposibilidad de que entre socialistas y populares pudiera haber una amplia zona templada de voto compartido en Andalucía.

Frente a la presión que sufre por los dos flancos, Griñán trata de desmarcarse de la corrupción. El candidato socialista asegura una y otra vez que en su legislatura no se han producido casos, y quienes han entrado en la cárcel son de tiempos pretéritos. Griñán apunta a Chaves, culpándolo sibilinamente de la derrota que puede llegar a sufrir por la influencia de los casos de corrupción. Pero sus argumentos son muy vulnerables para sus oponentes, ya que el candidato socialista fue pieza clave en esos gobiernos de Chaves y en las áreas donde precisamente se incubaba la trama de los escándalos.

La recta final de la campaña andaluza se ha convertido en una pugna por conseguir hacerse con los ‘despojos’ del PSOE. El PP de Javier Arenas y la IU de Diego Valderas se juegan hasta quince escaños socialistas, cada cual por su flanco. Ambos llaman a la rebeldía tanto de los nuevos votantes como de los “socialistas avergonzados”. Y José Antonio Griñán ha empezado a cargarle la cuenta de su posible derrota a la etapa de Manuel Chaves, culpándola de la herencia de la corrupción con declaraciones en las que asegura que ninguno de los imputados o hechos denunciados corresponden a su legislatura.

Diego Valderas Javier Arenas