Koldo García evita declarar en el Senado, pero advierte al PSOE: "No se preocupen, volveré"
El exasesor de Ábalos guarda silencio en la Cámara Alta, se aferra al rol de víctima y critica a los medios. El PP califica su comportamiento de "miserable", e Izaguirre estalla: "Cree el ladrón que todos son de su condición"
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Koldo García Izaguirre llegó a la Sala Clara Campoamor del Senado dos minutos antes de la cita, prevista a las 11:00 h, acompañado de su abogado, Javier Pimentel. Los distintos grupos parlamentarios aguardaban con una batería de preguntas que, en su mayoría, no recibieron respuesta alguna. "Me acojo a mi derecho de no declarar", repetía una y otra vez el exasesor político cuando era preguntado por los vínculos de la trama con los gobiernos de Baleares o Canarias; la supuesta colaboración de Santos Cerdán o José Luis Ábalos en el entramado de mordidas; la posible implicación de otros ministerios, o su vinculación con el comisionista Víctor de Aldama.
Aunque ha iniciado su comparecencia asegurando que en ningún momento ha querido "esquivar comparecer en ningún sitio", el también exescolta de Nicolás Redondo solo ha interrumpido su silencio en contadas ocasiones para defender su inocencia o cargar contra los portavoces de los distintos grupos. Al principio de su intervención, el exasesor de Ábalos también ha dado pie a una advertencia dirigida al PSOE. "¿Continúa siendo militante socialista?", preguntaba la senadora de UPN. "No puedo contestar, porque no lo sé. Pero no se preocupe, que volveré", avisaba Izaguirre, en una advertencia velada a sus excompañeros socialistas.
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Otra excepción ha sido la respuesta a la pregunta de si tiene la conciencia tranquila, a lo que ha respondido de manera afirmativa. El portavoz de Bildu volvía a incidir en la cuestión. "¿Podría decirnos quién no tiene la conciencia tranquila?", cuestionaba el dirigente abertzale. "Igual ustedes, ¿no?", respondía, cortante, el compareciente. Izaguirre ha justificado en todo momento su silencio a la retahíla de cuestiones de sus señorías en que no dispone "de las herramientas" necesarias para responderlas.
Tampoco ha dejado de lado el papel de víctima por la investigación abierta por la Audiencia Nacional, adelantada en exclusiva por El Confidencial. "Mediáticamente me han crucificado vivo (…). Ya no puedo tener relación con nadie, no puedo andar por la calle", se quejaba.
La primera sesión de la comisión de investigación en el Senado no ha estado exenta de momentos de tensión, especialmente entre los senadores del Grupo Popular y el portavoz del PSOE, Alfonso Gil, que señaló al PP por organizar una comisión que "desborda todos los límites" y solo sirve, a su juicio, para atacar al Gobierno.
Por su parte, el portavoz del PP en la comisión, Luis Santamaría, ha anunciado que su grupo pedirá a la Presidencia de la Comisión que solicite a la Fiscalía que investigue los "intentos de obstrucción" que, a su juicio, ha realizado el Ministerio del Interior para tratar de boicotear la comparecencia de Koldo García. Importante recordar que el PSOE envió también un escrito a la Mesa del Senado para pedir el aplazamiento de la comparecencia de Koldo García, justificándolo en que no habían recibido aún el plan de trabajo adscrito a la comisión de investigación.
Santamaría ha continuado con un monólogo por la falta de respuestas del compareciente, en el que ha llegado a calificar de "miserable" el comportamiento de Koldo García por el pelotazo de las mascarillas en los peores meses de la pandemia. "Usted decidió que nuestras vidas debían ser confiadas a un tipo sin escrúpulos como Aldama. No le importaba ni siquiera la vida de los suyos", cargaba Santamaría. Las afirmaciones del portavoz popular colmaron la paciencia de Koldo García, que estalló contra el PP. "Cree el ladrón que todos son de su condición", lanzaba, al tiempo que insistía en su inocencia. "Me gustaría verle dentro de un tiempo, cuando la Justicia emita un dictamen. Veremos si están tan eufóricos", concluía.
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La batalla de comparecencias en las comisiones del Congreso y Senado ha arrancado este lunes con la intervención del controvertido hombre fuerte del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, que da nombre a la trama de mordidas en la compra de material sanitario durante la pandemia. La comparecencia debía servir, a priori, para aclarar las incógnitas de la investigación abierta por la Audiencia Nacional sobre el caso que logró 53 millones de euros y que habría generado hasta 10 millones en comisiones ilegales, así como para aclarar los detalles de la visita a Barajas de Delcy Rodríguez, en la que estuvo presente tanto Izaguirre como Ábalos. Pero nada más lejos de la realidad.
El exasesor ha evitado dar detalles del caso en varias entrevistas mediáticas, negando que ni él ni el exministro de Transportes, recientemente expulsado del PSOE por su conexión con la trama, hayan cobrado "un duro" por la adjudicación de contratos durante la pandemia, tal y como declaró hace unas semanas a El Mundo. No obstante, la UCO logró acreditar un incremento patrimonial de más de un millón de euros en bienes inmuebles y un aumento de ingresos tras el golpe de la venta de material sanitario.
Koldo García Izaguirre llegó a la Sala Clara Campoamor del Senado dos minutos antes de la cita, prevista a las 11:00 h, acompañado de su abogado, Javier Pimentel. Los distintos grupos parlamentarios aguardaban con una batería de preguntas que, en su mayoría, no recibieron respuesta alguna. "Me acojo a mi derecho de no declarar", repetía una y otra vez el exasesor político cuando era preguntado por los vínculos de la trama con los gobiernos de Baleares o Canarias; la supuesta colaboración de Santos Cerdán o José Luis Ábalos en el entramado de mordidas; la posible implicación de otros ministerios, o su vinculación con el comisionista Víctor de Aldama.