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Lo que une a Yolanda Díaz y el Papa: la atea con fe en la 'Economía de Francisco'
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Reunión en el Vaticano

Lo que une a Yolanda Díaz y el Papa: la atea con fe en la 'Economía de Francisco'

La líder de Sumar ha convertido al Pontífice en uno de sus referentes. El viernes, durante su segundo encuentro privado, hablaron de temas variados como la política laboral o la situación migratoria en Canarias

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reúne, en audiencia privada, con el papa Francisco. (EFE/Vaticano)
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reúne, en audiencia privada, con el papa Francisco. (EFE/Vaticano)
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El papa Francisco ha pedido, en un reciente encuentro con los periodistas acreditados ante la Santa Sede, que no reduzcan la Iglesia a esquemas ideológicos. Pero tampoco parece conseguirlo entre la clase política, que peregrina de buen grado al Vaticano en busca de una bendición lo más explícita posible a sus personas y programas. Esa es la intención incluso de Javier Milei, que el 12 de febrero será recibido en audiencia por "el representante del Maligno", como lo calificó hace solo unos meses. El viernes fue el turno de Yolanda Díaz, en las antípodas ideológicas del presidente argentino, y a la que Jorge Mario Bergoglio tiene en mayor consideración.

La vicepresidenta segunda y el Vaticano han mantenido el celo propio de este tipo de encuentros. Pero la también líder de Sumar dio algunos detalles de los temas abordados. El foco estuvo en las políticas laborales, con asuntos como la reducción de jornada o la democracia en las empresas. También la situación de los migrantes en el mundo y en Canarias. "Y también de la visita del Papa Francisco a Canarias. Debo ser reservada y aquí lo dejo, pero sí hemos tratado el asunto migratorio", dijo Díaz tras la reunión, a solo unas semanas de las elecciones en Galicia, donde la ministra se la juega.

Era la segunda vez que la política gallega se desplazaba al Vaticano, tras su encuentro del 11 de diciembre de 2021, para encontrarse con quien afirma tener "una magnífica relación y ciertas coincidencias". "Sobre todo en la lectura que hace de la emergencia climática o la lectura que hace de la paz en el mundo, o también la defensa del derecho al trabajo digno", declaró antes de la cita, en la que le entregó una edición especial del libro de poesías Folhas Novas, de Rosalía de Castro.

De esas cuestiones, precisamente, habló en el primer encuentro. Yolanda Díaz comparte con el Pontífice puntos de vista sobre ese abanico de cuestiones que tienen en común en materia social, económica, ecológica y geopolítica. La vicepresidenta segunda presentó al Papa, en la misma línea del trabajo digno que reivindica Francisco, su medida estrella para la legislatura: la reducción de la jornada laboral para "mejorar la compatibilidad del tiempo de trabajo con el resto de los usos del tiempo" y que contemplaría el cierre de comercios en domingos. Una medida que también bendice la Iglesia.

Foto: La ministra Yolanda Díaz, recibida por el Papa en el Vaticano. (EFE/Vaticano)

La agenda de Yolanda Díaz tiene muchas coincidencias con la llamada "Economía de Francisco". Esta se puso en marcha en junio de 2022 para, inspirándose en la Doctrina Social de la Iglesia, "transformar una economía que mata, en una economía de la vida". Y "convertirse en una economía de amistad con la tierra y en una economía de paz", según los postulados esgrimidos por Bergoglio.

Esta teoría es bien conocida por la vicepresidenta segunda, como demostró durante la presentación del Plan Integral de Impulso a la Economía Social 2024-2025 la semana pasada, donde dio la razón al Papa en lo que debe ser la base de la "economía social": "Es preciso que nadie quede al margen de la vida".

"Tuve una larga reflexión con él sobre el mundo del trabajo, lo que supone el trabajo digno, el salario decente", ha explicado Díaz

Yolanda Díaz estudió a fondo 'la doctrina Bergoglio' cuando fue invitada a presentar en España el libro de Francisco Os ruego en nombre de Dios. Por un futuro de esperanza (Mensajero), donde aparecen las líneas maestras del pensamiento económico y social del Pontífice. Fue entonces, a finales de 2022, donde Díaz reconoció que su encuentro con el Papa motivó "una de las conversaciones más importantes" que tuvo en su vida: "Me ha cambiado, me ha hecho pensar en el bien común, en lo que nos une a los dos. Tuve una larga reflexión con él sobre el mundo del trabajo, lo que supone el trabajo digno, el salario decente, pero también reflexiones vinculadas al proceso de cambio civilizatorio en el que estamos inmersos y el rol que debemos jugar en un mundo muy complejo. Aquella conversación con él fue principal".

"Los políticos deberían leer este libro", apostilló Díaz aquella tarde en la iglesia de San Antón, en Madrid. Pero, salvo ella, es probable que pocos con los que se cruza en el Congreso se hayan asomado a aquellas páginas, sobre un sector que calificó ese encuentro como una "cumbre comunista". Porque si la etiqueta parece evidente en alguien que está afiliada al PCE, a Bergoglio le han colgado la misma en la propia Iglesia, desde el ala más conservadora y crítica con su pontificado. "No soy comunista como dicen algunos. El Papa sigue el Evangelio", dijo Francisco el pasado mes de octubre. "Mi carta de identidad es Mateo 25: ‘Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estaba desnudo y me vestiste, estaba preso y me viniste a visitar’. Esa es la regla de conducta", subrayó. Ni el Papa es comunista, ni Yolanda Díaz cree en Dios. Sin embargo, ambos mantienen una sintonía que causa estragos a izquierda y derecha.

Cuatro peregrinaciones al Vaticano en cuatro años no es mala media para un Gobierno que ha ido difuminando su natural querencia anticlerical. Y que también evitó la pasarela mediática a los obispos españoles al no apoyar la creación de una comisión en el Congreso que investigue los abusos sexuales en el seno de la Iglesia en España, apostando por la vía del informe del Defensor del Pueblo. Pedro Sánchez viajó al Vaticano en 2020, un año antes que Yolanda Díaz. Y el ministro Félix Bolaños hizo lo propio en 2022, cuando regresó casi levitando tras una conversación "inspiradora" e "impresionado" con un hombre cuya importancia "trasciende la Iglesia católica".

Yolanda Díaz y la Iglesia

"¿Tiene valores religiosos Yolanda Díaz?", se pregunta retóricamente el cura Xaquín Campo Freire. "No tiene tufo a sacristía ni olor a cera ni incienso, pero tiene valores de Mateo 25: porque tuve hambre, y me disteis de comer, tuve sed, y me disteis de beber…", repite este sacerdote de 87 años que sigue yendo a la cárcel a acompañar a los presos. "Y yo sé muy bien de la cercanía de Yolanda a este mundo de la miseria y la pobreza. Por eso tiene valores evangélicos, aunque no lleve mantilla española en las procesiones de la Semana Santa ferrolana, pero sí sé que lleva la toga, como abogada, de la defensa del mundo de los pobres. Eso forma parte de su ADN y de su historia aquí en Ferrol".

Yolanda Díaz se crio en la barriada obrera de San Valentín, en Fene, donde nació en 1971, al pie de los astilleros de Astano. Entonces trató de cerca con algunos de los sacerdotes con influencia de los curas obreros franceses, como Bernardo García Cendán, que encontraron que su misión estaba en medio de aquel Ferrol proletarizado. Y sobre todo Elías Seoane, considerado una figura decisiva para los movimientos políticos y obreros de la comarca, cuyas reuniones clandestinas acogía en su casa. Todo aquello dejó un poso importante en la ahora ministra de Trabajo. "He tenido la suerte de vivir en una casa en la que he conocido a personas muy interesantes", añadió en la presentación del libro del Papa.

"He tenido la suerte de vivir en una casa en la que he conocido a personas muy interesantes", añadió en la presentación del libro del Papa

Entre ellas, a aquellos curas. Pero también a otros trabajadores, compañeros de su padre, militante de CCOO, que sí eran abiertamente cristianos. "Eran los tiempos en los que la oposición a Franco se reunía en las parroquias, donde asistían a las reuniones clandestinas de CCOO, donde había una militancia obrera cristiana a través de la HOAC… Y Yolanda Díaz fue sabiendo de esta historia y de aquellos curas obreros. Curas que promovían desde ese compromiso los valores del Evangelio y del Vaticano II y que hoy tienen calles con sus nombres en Ferrol, pero no porque ese reconocimiento fuese promovido la Iglesia institucional", destaca Xaquín.

"Los curas no estábamos militantemente en una formación política, pero sí que estábamos solidariamente con los trabajadores, que también nos ayudaron desde su visión a transformar nuestro compromiso y vocación sacerdotal". Entre ellos, el padre de aquella joven atea a la que este cura enviaba mujeres maltratadas, recogidas de la parroquia o de la cárcel, para que las defendiese en los juzgados. La misma que acaba de encontrarse con el papa Francisco, uno de sus referentes vitales.

El papa Francisco ha pedido, en un reciente encuentro con los periodistas acreditados ante la Santa Sede, que no reduzcan la Iglesia a esquemas ideológicos. Pero tampoco parece conseguirlo entre la clase política, que peregrina de buen grado al Vaticano en busca de una bendición lo más explícita posible a sus personas y programas. Esa es la intención incluso de Javier Milei, que el 12 de febrero será recibido en audiencia por "el representante del Maligno", como lo calificó hace solo unos meses. El viernes fue el turno de Yolanda Díaz, en las antípodas ideológicas del presidente argentino, y a la que Jorge Mario Bergoglio tiene en mayor consideración.

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