Es noticia
La letra pequeña que aprovechará el PP para dar la batalla educativa a Sánchez
  1. España
CREA UN GRUPO DE TRABAJO

La letra pequeña que aprovechará el PP para dar la batalla educativa a Sánchez

Feijóo anuncia una EBAU común en 2025. Las 11 comunidades del PP buscarán puntos comunes en su temario para homogeneizar el contenido de los exámenes y garantizar la igualdad entre jóvenes. El ministerio tilda el plan de "frívolo"

Foto: Feijóo y Mañueco, antes del acto educativo que el PP celebró este miércoles en León. (EFE/J. Casares)
Feijóo y Mañueco, antes del acto educativo que el PP celebró este miércoles en León. (EFE/J. Casares)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Contenidos comunes, iguales criterios de corrección y misma fecha de celebración. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunció este miércoles que las 11 comunidades autónomas que gobiernan los populares tendrán una prueba común de EBAU, la vieja selectividad, en 2025. Un examen único es imposible, pero la ley deja un gran margen de actuación a los territorios para homogeneizar la prueba. Y ahí es donde los populares quieren demostrar al Ministerio de Educación que es posible "una igualdad real de oportunidades" entre los jóvenes. Si el distrito universitario es único, el acceso debe ser lo más similar posible en todas y cada una de las regiones. Es la máxima que defiende el partido y que aspira a convertir en referente dentro de la batalla educativa contra el Gobierno de Pedro Sánchez. La propuesta no sentó nada bien en el Ministerio de Educación, que tildó de “frívola” la iniciativa.

"Nos sorprende el ataque furibundo del Gobierno y del PSOE sin conocer la propuesta. Con quienes tienen un problema es con sus socios secesionistas, que no quieren oír hablar de un proyecto común", censuraron fuentes de Génova. La formación ha hecho de la educación una bandera contra el Ejecutivo central, al que considera responsable de los malos datos del informe PISA y de una merma de la calidad educativa tras la última reforma educativa, conocida popularmente como ley Celaá.

También es una respuesta al plan de refuerzo en matemáticas y comprensión lectora, dotado con 500 millones de euros y anunciado por el presidente el fin de semana en un mitin de su partido. La medida, según denunció el PP, ya figuraba en su programa electoral. La realidad es que la educación, tras el fiasco de PISA, se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla entre los dos grandes partidos, a las puertas de un nuevo ciclo electoral.

"No tiene sentido tener 17 pruebas para acceder al mismo sistema universitario, como tampoco lo tiene bajar el nivel cuando de lo que se trata es de avanzar en la igualdad de oportunidades para el acceso a los estudios superiores", criticó Núñez Feijóo en un acto celebrado en León con asociaciones, colectivos y profesionales del ámbito educativo. El lugar escogido no fue baladí. Castilla y León es la comunidad que mejor resultados obtuvo en el último informe PISA y cuyo éxito educativo el PP se ha propuesto trasladar al resto de España.

Foto: Pilar Alegría, junto a los consejeros de Educación de las CCAA, en la conferencia sectorial del día 13. (Europa Press/Jesús Hellín)

Para el Ministerio de Educación, la propuesta de los populares no va a hacer más que crear "división y desigualdades", y recuerda que el PP, cuando gobernó, nunca planteó una prueba única. Fuentes del departamento que dirige Pilar Alegría defendieron que es imposible la implantación de una prueba única por el simple hecho, según argumentaron, de que el Ejecutivo establece el 60% de los contenidos de los currículos ―50% en el caso de las regiones con lengua propia―, y el restante, las comunidades. De ahí la imposibilidad de fijar un mismo examen, pero la ley sí deja un importante margen de autonomía y son esos resquicios los que va a aprovechar el PP.

Cómo será la EBAU del PP

El plan del PP para establecer una EBAU común en sus territorios pasa por homogeneizar todo lo posible la prueba y no por diseñar un examen de acceso a la universidad idéntico en el que las preguntas sean las mismas en todas sus comunidades autónomas. Las fuentes educativas del partido consultadas destacan que la actual normativa otorga a cada región una independencia prácticamente "total" a la hora de diseñar el examen.

placeholder Pilar Alegría preside la Conferencia Sectorial de Educación el pasado diciembre. (Europa Press/Jesús Hellín)
Pilar Alegría preside la Conferencia Sectorial de Educación el pasado diciembre. (Europa Press/Jesús Hellín)

"La ley lo deja muy abierto. ¿Quién impide que nos pongamos de acuerdo y que encontremos puntos comunes en el currículo?", se pregunta un dirigente educativo popular. Y ahí está otra de las claves. Pese a que el Ministerio de Educación insiste en que la receta que propone el PP es inviable porque se tendría que ceñir a la parte común del temario, las fuentes consultadas en el partido que lidera Feijóo defienden que no tiene por qué ser así. Nadie les impide hacer un examen en el que se valoren unos mismos contenidos, tanto de la parte común como de la autonómica, que los consejeros de sus 11 autonomías hayan consensuado anteriormente.

Añaden que bastaría con colegiar las partes del temario que entrarían en el examen entre aquellas que se estudian por igual en todas estas regiones. Por eso, en el PP huyen del argumento del ministerio, que pasa por que se tengan que ceñir únicamente a ese 60% del temario diseñado por Educación: "En el 40% que desarrollamos nosotros, también tenemos muchos puntos en común y solo hace falta escoger qué se va a evaluar. Lo mismo ocurre con la parte troncal, ahí también podemos escoger si todos examinamos lo mismo".

"La ley lo deja muy abierto. ¿Quién impide que nos pongamos de acuerdo y que encontremos puntos comunes en el currículo?"

Pero van más allá. Los dirigentes educativos populares reivindican que homogeneizar la prueba en sus territorios abarca más aspectos que el currículo. Y aluden a que, con su plan, pretenden también establecer criterios unificados a la hora de corregir las pruebas, celebrar los exámenes de forma simultánea o evaluar el contenido con el mismo formato, como por ejemplo mediante una prueba tipo test o de desarrollo: "El ministerio va hacia 17 pruebas y 17 criterios distintos, aunque luego todos los estudiantes aspiren a las mismas plazas universitarias. Nosotros queremos trabajar en homogeneizar la prueba para que haya más igualdad entre los estudiantes".

Es en este punto donde entrará en juego el grupo de trabajo que anunció ayer Feijóo. Está previsto que lo integren responsables de las distintas consejerías de Educación de las autonomías y que ahí busquen esos puntos de encuentro de las 11 regiones concernidas, que después se trasladarán al diseño de una prueba de acceso a la universidad más homogénea. No ocultan que la prueba única es imposible mientras no haya un cambio normativo. La disputa, además, caldea la reunión de este jueves entre Sánchez, Alegría y el Consejo Escolar del Estado. En el encuentro se abordarán, entre otras cuestiones, el plan de refuerzo en Matemáticas y comprensión lectora, así como la prohibición del uso del móvil en los colegios.

Contenidos comunes, iguales criterios de corrección y misma fecha de celebración. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunció este miércoles que las 11 comunidades autónomas que gobiernan los populares tendrán una prueba común de EBAU, la vieja selectividad, en 2025. Un examen único es imposible, pero la ley deja un gran margen de actuación a los territorios para homogeneizar la prueba. Y ahí es donde los populares quieren demostrar al Ministerio de Educación que es posible "una igualdad real de oportunidades" entre los jóvenes. Si el distrito universitario es único, el acceso debe ser lo más similar posible en todas y cada una de las regiones. Es la máxima que defiende el partido y que aspira a convertir en referente dentro de la batalla educativa contra el Gobierno de Pedro Sánchez. La propuesta no sentó nada bien en el Ministerio de Educación, que tildó de “frívola” la iniciativa.

Educación Partido Popular (PP) Pedro Sánchez
El redactor recomienda