Se apaga la rave de Murcia tras 6 días de fiesta, 57 positivos en drogas y un detenido

Exactamente igual que ocurrió el año pasado en el festival de La Peza (Granada), la rave ilegal que desde fin de año se celebraba en Fuente Álamo (Murcia) se ha apagado el día 5 de enero, antes de la noche de Reyes y también con anterioridad a lo previsto por los organizadores.

El aguante de las miles de personas allí presentes -al principio se habló de hasta 8.000 personas- ha llegado hasta aquí, o más bien, hasta aquí han resistido los suministros y alimentos que tenían para poder continuar con la fiesta.

Si en la jornada de ayer ya desmontaron 6 de los 7 escenarios que dispusieron por el circuito abandonado de Fuente Álamo, hoy se ha apagado la música en el último y los centenares de vehículos que se encontraban en el enclave ya han comenzado a desfilar de forma ordenada.

Atrás quedan casi seis días de un festival que ha sido monitorizado por la Guardia Civil, estableciendo sendos controles en los dos principales caminos que daban entrada al circuito okupado. Este dispositivo, tipo jaula, consiguió ir aligerando poco a poco el aforo de la rave. "El que sale, no entra", explicaron fuentes conocedoras del dispositivo a El Confidencial a mitad de semana.

En virtud de los datos recogidos por Europa Press, y a falta de que se evalúen los posibles desperfectos que haya podido causar la rave, la cita se saldará con la imposición de más de 200 sanciones administrativas. De ellas, 57 denuncias se corresponden con resultados positivos en pruebas de drogas y 14 con infracciones contra la ley de Seguridad Vial.

También hay un detenido, un ciudadano brasileño que fue sorprendido con 90 dosis de LSD cartón y 4,1 gramos de LSD líquido y hasta 90 sanciones por tenencia o consumo de drogas.

De acuerdo con los datos proporcionados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, un total de 504 vehículos abandonaron este jueves el recinto, dejando en el interior 577 que, a lo largo de la mañana, han ido saliendo del mismo "de forma ordenada". Cabe recordar que en el primer día del evento ingresaron en las instalaciones 2.123 automóviles.

La retirada de los asistentes tras el desmantelamiento del último escenario se lleva a cabo "de manera organizada y en conformidad con las medidas de seguridad establecidas", han agregado las mismas fuentes citadas por Europa Press.

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Durante las últimas jornadas, una vez que las autoridades comprobaron la magnitud del evento, la Guardia Civil optó por tomar medidas conservadoras en lugar de otras más agresivas, como podría haber sido un desalojo forzoso del circuito. Justificaron esta decisión en que el festival no estaba generando grandes problemas en la zona y en que la fuerza podría generar un problema mayor al haber un importante número de personas allí congregadas.

Eso sí, desde el Cuerpo advirtieron que "barajarían" acometer un desalojo por otras vías si la fiesta ilegal se prolongaba más allá del fin de semana.

Los vecinos de la comarca, mientras tanto, confirmaron la inexistencia de incidentes e incluso agradecieron el negocio que los asistentes a la rave que lograban sortear los controles le daban a las tiendas de pueblos y pedanías cercanas.

En este punto, con la rave ya desmantelada, flotan en el aire dos preguntas: ¿se repetirá por tercer año la fiesta ilegal en 2025? ¿Cuál será el lugar escogido?