La renuncia de dos ediles del PSN añade tensión al pacto con Bildu para desalojar a UPN en Pamplona

El grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Pamplona no contará con todos sus concejales el próximo jueves, día en el que se votará la moción de censura que dará la alcaldía a Bildu. Tomás Rodríguez, la persona que por orden de lista le tocaba ocupar el asiento libre de la ministra Elma Saiz, no va a tomar posesión, al igual que la siguiente, María José Blasco. Los socialistas han confirmado este martes que Rodríguez ha decidido no recoger su acta y han achacado la renuncia a supuestas “presiones” de UPN. Blasco, según la formación, se habría escudado en motivos laborales. Los argumentos esgrimidos por el partido sorprenden tras años en los que los ediles socialistas, al igual que los de UPN, el PP y otras formaciones, han estado en el punto de mira de ETA. Fuentes del entorno del PSN sospechan que tras las dos renuncias late una crisis interna por el pacto con Bildu.

La renuncia añade presión al PSN, cuestionado por un acuerdo con Bildu que hasta ahora había negado de forma sistemática. Por primera vez, los socialistas apoyarán a la izquierda abertzale de forma activa para otorgarles una capital de provincia. Desde que el pasado 12 de diciembre el partido comunicó en asamblea a los militantes de Pamplona que se había cerrado el pacto se han celebrado más encuentros para "explicar" una moción con la que Pedro Sánchez ha traspasado todas las líneas.

El secretario de organización de los socialistas navarros, Ramón Alzórriz, no ha tenido reparos en señalar a UPN y a la todavía alcaldesa, Cristina Ibarrola, como los responsables de la renuncia de Tomás Rodríguez. Alzórriz, en un comunicado difundido en redes sociales, ha denunciado los "constantes señalamientos, ataques y presiones" contra los ediles socialistas y he llegado a comprar las declaraciones críticas contra la moción de censura de los dirigentes de UPN con el acoso que sufrieron los partidos constitucionalistas bajo el terrorismo de ETA. Son “propias de otros tiempos y totalmente cuestionables democráticamente”, ha defendido.

Las palabras elegidas por Alzórriz y las acusaciones vertidas contra UPN han causado estupor en el partido regionalista. El presidente de la formación, Javier Esparza, ha emplazado a los socialistas a asumir que “la decisión de aliarse con EH Bildu para regalar el Ayuntamiento de Pamplona a Asiron repugna incluso a sus propios cargos públicos, además de repugnar a muchos votantes socialistas que no comparten la traición de los dirigentes de un partido que les mintió en la campaña electoral". "Si de verdad Alzórriz considera que UPN ha acosado al PSN, que lo denuncie en comisaría o que deje de hacer el ridículo", ha añadido.

La vacante libre la ocupará finalmente el octavo en la lista que el PSN presentó a las elecciones municipales, Miguel Matallanes, pero será en un pleno posterior al de la moción de censura, no antes como estaba previsto en un inicio. No obstante, esta saldrá adelante salvo sorpresa, ya que los partidos que la impulsan (además de los socialistas y Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin) cuentan con mayoría suficiente, 15 votos, uno por encima de la mayoría absoluta, fijada en 14.

El baile de nombres

Tomás Rodríguez ocupaba el sexto puesto de la lista del PSN a las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. En la web de la agrupación socialista de Pamplona se publicó el 27 de noviembre que sería quien sustituiría a Elma Sáiz tras su nombramiento como ministra de Seguridad Social, pero eso fue antes de que, el 12 de diciembre, estallara la moción en Pamplona y la posterior crisis.

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Carlos Rocha

Iba en las listas del PSN, pero ocupaba entonces un alto cargo en el Gobierno de la socialista María Chivite, que es presidenta gracias a la abstención de EH Bildu. Desde 2019 era consejero de Educación y Formación Profesional después de haber sido el director del Instituto Navarro de Administración Pública, un sector al que se ha dedicado en el ámbito académico.

La siguiente en las listas es María José Blasco Guerola, directora de una empresa de empleo en la capital navarra que ha renunciado a asumir el acta por motivos “laborales”, explican desde el PSN. Blasco también había trabajado antes en la administración bajo control del PSOE como asesora técnica en la Delegación del Gobierno en Navarra. Y su relación con los socialistas también responde a su militancia en el sindicato hermano de UGT, donde también ostentó cargos.