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Bildu abre una vía para ampliar contactos en Madrid con Otegi de "delegado comercial"
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Ante el salto a presidir el País Vasco

Bildu abre una vía para ampliar contactos en Madrid con Otegi de "delegado comercial"

El exdirector de Egin Xabier Oleaga se reunió en septiembre con 'emisarios' de políticos y empresarios. Trasladó que el histórico Díez Usabiaga es "quien manda" y busca seguir a ERC y normalizar a Bildu

Foto: Otegi (a la derecha), en un acto de Bildu este domingo. (Europa Press)
Otegi (a la derecha), en un acto de Bildu este domingo. (Europa Press)
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Septiembre de 2023. Localidad guipuzcoana de Rentería. Todos los focos están puestos en la negociación entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. Bildu ya ha anunciado que dará, supuestamente gratis, sus cinco votos al presidente. No quiere protagonismo. Los de Arnaldo Otegi tienen su propia agenda oculta. En la plaza del municipio, el periodista Xabier Oleaga, antiguo militante de ETA, recibe en nombre de la formación abertzale a un grupo de emisarios del mundo político y empresarial de Madrid, según un material al que ha tenido acceso El Confidencial. El objetivo es establecer contactos para "sacar del ostracismo" a Bildu. Oleaga se presenta como el hombre de confianza del histórico dirigente del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, condenado junto a su amigo Otegi en el caso Bateragune por intentar refundar Batasuna a las órdenes de ETA.

El encuentro se inicia dejando claro por parte de Oleaga que Díez Usabiaga es quien "manda" en todo el conglomerado de la izquierda independentista. Coordina el frente político desde Sortu. Es decir, decide la estrategia de pactos con el PSOE. Otegi ejerce ­—aclara— como "delegado comercial", por su capacidad de liderazgo y porque "cuenta con el apoyo popular". Entre bambalinas, hay otros dos jefes, según declara en la cita Oleaga: el etarra Eugenio Etxebeste, alias Antxon, y el abogado Íñigo Iruin Sanz, vinculado a la banda desde sus inicios. Todos ellos militan en Sortu, como el candidato a lehendakari, Pello Otxandio, que en el momento de este encuentro no era el elegido. A finales de verano, Bildu aún contemplaba que Otegi fuera el cabeza de lista o incluso la portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua Arzallus.

Al margen de quién encabezase la lista, los abertzales trasladan que van a gobernar en el País Vasco, y por eso necesitan ampliar sus relaciones más allá del PSOE. "Normalizar" el futuro Gobierno, explica el periodista a sus interlocutores, según consta en la documentación a la que ha accedido este diario. Su relación con los socialistas no atravesaba los mejores momentos. Se sentían "traicionados" porque Sánchez había prometido que si eran la primera fuerza gobernarían la Diputación de Guipúzcoa. Finalmente, el PSE se la entregó al PNV, con el visto bueno del PP, que también entregó Vitoria al PSE para evitar a Bildu. Oleaga manifiesta el "profundo desprecio" por Sánchez de su partido, pero a la vez reconoce que es con quien "tienen que caminar".

Pamplona ha sido el último viaje. El PSOE, como ya hizo en Guipúzcoa, había desterrado a Bildu del ayuntamiento y permitido que UPN ocupase la alcaldía. Esta vez, no podría engañar a sus socios. Tras la investidura, la relación de fuerzas tenía que cambiar, y el 28 de diciembre los socialistas entregarán la capital navarra a Bildu. Este domingo, cientos de personas convocadas por UPN salieron a la calle. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se unió con la plana mayor de Génova para agitar las conciencias contra la "traición" de los socialistas. En la desconfianza hacia el PSOE, coinciden Bildu, UPN y el PP. También Carles Puigdemont.

Casi al mismo tiempo, Arnaldo Otegi celebraba la puesta de largo de su candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, en Bilbao, con una estrella invitada: Joseba Asiron, el próximo alcalde de Pamplona gracias a los socialistas. Otegi llamó a tener "paciencia histórica" para gobernar una Euskadi que, según recalcó, "cada vez se parece más a Bildu". "No estamos aquí para transmitir ansiedad, estamos tranquilos. Viene la ola", anunció.

Foto: Pello Otxandiano (i) y Arnaldo Otegi en una imagen de archivo. (Europa Press/Unanue)

La próxima parada, descrita en la citada reunión de Rentería, es la presidencia vasca. La obsesión es arrebatársela al PNV, pero, para ello, plantea una y otra vez Oleaga, deben "blanquear" la marca. Piden a los emisarios que le preparen reuniones al más alto nivel en Madrid, porque tanto a Otegi como a Usabiaga les hace "especial ilusión". Los emisarios les recuerdan que no actúan como "mediadores", pero que escucharán sus propuestas. Están dispuestos, como ya ocurrió con Puigdemont, a un "acercamiento" con cargos del PP vasco. Como Junts, Bildu considera que el "Estado profundo" lo representa la derecha.

El representante de Bildu expone en la conversación que la hoja de ruta pasa por lograr dar pasos para llegar a un "abrazo de Vergara" o "ley de punto final" que abra un nuevo escenario para la izquierda abertzale dispuesta a "pedir perdón", y que el Estado "también pida perdón". Están dispuestos a "colaborar" para resolver los 300 asesinatos pendientes, pero explica que "será complicado" porque la mayoría se los atribuyen a "los polis-milis", que han desaparecido.

Bildu asume que no es el momento de plantear un referéndum porque "no hay una mayoría a favor de la separación de España"

ERC —con la que, explicita Oleaga, hay una "excelente relación"— es el espejo donde pretende mirarse Bildu. Lamentan que, pese a gobernar en el 80% de los municipios vascos, siguen "marginados" de la vida política. Es el salto que falta. También hacen análisis interno y ponen de manifiesto que tienen un "problema de liderazgos", porque no hay una figura emergente capaz de relevar a Otegi. Son el partido de los jóvenes, pero son conscientes de que no comparten su ideario. La reflexión es que son un "voto de castigo" como el que cosecha Vox en otros territorios.

Como los republicanos, en Bildu también asumen en privado que no es el momento de plantear un referéndum de autodeterminación porque "no hay una mayoría a favor de la separación de España".

La reunión se acaba. El mensaje más claro es que "hay una apuesta clara y exclusiva por la vía política". Los emisarios de Madrid se levantan. Al fondo de la plaza de Rentería, en otra mesa, observa un hombre mayor, canoso. Es Díez Usabiaga. Siempre presente. Bildu pide una nueva reunión. También quiere su amnistía.

Septiembre de 2023. Localidad guipuzcoana de Rentería. Todos los focos están puestos en la negociación entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. Bildu ya ha anunciado que dará, supuestamente gratis, sus cinco votos al presidente. No quiere protagonismo. Los de Arnaldo Otegi tienen su propia agenda oculta. En la plaza del municipio, el periodista Xabier Oleaga, antiguo militante de ETA, recibe en nombre de la formación abertzale a un grupo de emisarios del mundo político y empresarial de Madrid, según un material al que ha tenido acceso El Confidencial. El objetivo es establecer contactos para "sacar del ostracismo" a Bildu. Oleaga se presenta como el hombre de confianza del histórico dirigente del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, condenado junto a su amigo Otegi en el caso Bateragune por intentar refundar Batasuna a las órdenes de ETA.

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