Ayala: "La segunda fase de la exhumación Mina de la Paloma será una prioridad"

El pasado año, la Diputación de Cáceres aprobó 75.000 euros para la primera fase de la Exhumación Mina La Paloma en Zarza la Mayor para exhumar víctimas de la Guerra Civil, que culminará el próximo mes de diciembre. Este mes de noviembre se presentarán los nuevos presupuestos para 2024, que serán determinantes para conocer la cantidad asignada a la segunda fase.

Las bases del convenio para llevar a cabo esta exhumación comenzaron en 2019, cuando la entonces presidenta de la Diputación, Rosario Cordero, se reunió con la alcaldesa de Zarza la Mayor, Vanesa Montero, para dar los primeros pasos. El objetivo es seguir la misma hoja de ruta que en la Mina Terría, de Valencia de Alcántara, un proyecto de exhumación que culminó en 2018 con el descubrimiento de los cuerpos de, al menos, 48 personas que entre los meses de agosto y diciembre de 1936 fueron ejecutadas.

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Este y otros asuntos relacionados con la memoria histórica se han llevado a cabo a través del Proyecto Regional de la Memoria Histórica de Extremadura, un convenio firmado en 2002 por la Junta de Extremadura, la Diputación de Badajoz y la Universidad de Extremadura con tres objetivos principales: exhumar fosas comunes de la Guerra Civil en Extremadura; desarrollar una base de datos con la identificación de las víctimas y divulgar los resultados.

Precisamente para dar un impulso a estas funciones y reforzar las labores de divulgación y educación, la Diputación cacereña puso en marcha el pasado mes de septiembre el servicio de Memoria Histórica y Democrática, que será liderado por el doctor en historia, Fernando Ayala. Desde El Confidencial, hablamos con él para conocer todos los detalles.

PREGUNTA. ¿Por qué se ha puesto en marcha este servicio?

RESPUESTA. El presidente de la Diputación de Cáceres quiso poner en valor todo el trabajo que durante mucho tiempo lleva haciendo la Diputación en el área de la memoria histórica, y contactaron conmigo porque, además, querían dar un enfoque hacia la educación en valores democráticos. Lo que pretendo ahora es que las generaciones más jóvenes sepan lo que ha significado la lucha por la democracia y las libertades, mucho más allá de lo que convencionalmente se entiende como memoria histórica, abarcando todo el período desde la Corte de Cádiz en 1812 hasta nuestros días.

P. ¿Quién se encargaba hasta ahora de esta función?

R. Estábamos coordinados con la Junta de Extremadura, con la Diputación de Badajoz y con la Universidad a través del Proyecto Regional de la Memoria Histórica de Extremadura, que es un convenio que lleva renovándose desde 2002. Desde este proyecto institucional se trabajaba en el tema, principalmente en asuntos vinculados a la memoria histórica, desde la exhumación de restos de represaliados hasta la difusión, la publicaciones y la investigación. Por otra parte, la Diputación de Cáceres tenía constituida una comisión provincial de expertos, con profesores de Universidad o representantes de la Junta de Extremadura, entre otros, que asesoraba a la Diputación en el cumplimiento de las leyes, y fundamentalmente han estado trabajando en el catálogo de vestigios franquistas. Ahora, con este servicio mantenemos estas funciones y añadimos lo relacionado con la divulgación.

"Es urgente que se culmine el mapa de fosas a nivel estatal, porque la mayoría de los familiares cercanos ya están desapareciendo"

P. La Diputación presentará este mes de noviembre los presupuestos para 2024. ¿Serán determinantes para conocer el alcance de las funciones de este servicio?

R. Queremos respetar un poco los tiempos y ver qué ocurre. Si en estos presupuestos se recogen las cantidades adecuadas, nos gustaría mantener una línea editorial para publicar trabajos relacionados con la memoria democrática y realizar cursos de asesoramiento para alcaldes, concejales y cargos públicos. También queremos fomentar proyectos en centros educativos, desde la educación primaria hasta la universidad, con debates, exposiciones y charlas que contribuyan a combatir, por ejemplo, los discursos de odio, y a difundir la importancia de la democracia frente a una dictadura.

P. ¿En qué áreas de la memoria histórica falta investigación?

R. Necesitamos sacar a la luz a muchos personajes públicos con trayectorias políticas y profesionales significativas de la provincia cacereña que son desconocidos por la mayoría de la población. Dar a conocer la participación de la mujer en la vida pública, desde nuestras primeras alcaldesas y nuestras primeras concejalas hasta aquellas que han tenido una trayectoria profesional importante en el ámbito de la cultura, educativo o social.

P. Otra de las funciones es ayudar a culminar los proyectos de Memoria Democrática. ¿Qué proyectos hay ahora pendientes de ejecutar en relación a exhumaciones, búsquedas…?

R. Llevamos un par de años trabajando en la exhumación de la Mina La Paloma en Zarza la Mayor para exhumar víctimas de la Guerra Civil. Se está llevando a cabo bajo unas condiciones tremendamente complicadas. Es una mina con varias bocas de entrada donde, según todos los testimonios, hay un buen número de personajes asesinados que todavía no hemos podido rescatar.

P. ¿En qué punto está?

R. La primera fase acabará ahora en diciembre, pero todavía no han podido llegar al fondo de la mina porque hay muchísimos depósitos superpuestos y una profundidad enorme. Es decir, los cadáveres se lanzaron al fondo de la mina y, sobre ellos, se echaron restos de animales, tierra e incluso ruedas de vehículos. Durante estos meses han estado sacando todos estos depósitos, pero no han conseguido llegar hasta la losa con los restos.

P. ¿Cuándo arrancará la segunda fase y qué inversión se destinará?

R. La cantidad aprobada en 2023 fue de 75.000 euros y hemos pedido la misma para 2024, pero dependemos de los presupuestos. La segunda fase comenzará el próximo año y esperamos seguir avanzando. Es una labor de suma importancia encontrar los restos de esas personas, al margen de ideologías. Si alguien de derechas o de izquierdas estuviera en una mina, lucharía hasta que se destinaran recursos públicos para sacarlo.

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P. ¿Se está haciendo lo necesario desde el espectro político?

R. Desde que se creó una Secretaría de Estado de Memoria Democrática dependiente del Ministerio de Presidencia, se ha incrementado mucho el presupuesto para todas estas actividades desde el Gobierno de España y desde las comunidades autónomas. En Extremadura, desde que entró en vigor la ley autonómica, al igual que sucede en otras comunidades autónomas, se incrementó sustancialmente el presupuesto para este tipo de acciones.

P. ¿Y si finalmente esta ley es derogada? La presidenta de la Junta de Extremadura ya anunció su intención de acabar con ella en 2024.

R. Es una de las dudas que tenemos, aunque a mí me preocupa más si los presupuestos destinados a estos asuntos se van a ver incrementados o disminuidos. El Gobierno de España ha garantizado que en el momento en que se consolide el Gobierno, seguirá apostando por este tipo de políticas. Espero que el Gobierno de Extremadura también lo haga, al margen de que la ley autonómica sea o no derogada, porque habrá una ley estatal que habrá que cumplir.

P. Respecto a la ley estatal, el adelanto electoral del pasado mes de julio dejó en un limbo algunos de los principales elementos introducidos. Bajo su punto de vista, ¿qué aspectos corren más urgencia poner en marcha?

R. En el apartado de memoria histórica lo más urgente es que se culmine el mapa de fosas, porque la mayoría de los familiares cercanos ya están desapareciendo. Es muy triste ver cómo una señora de 90 años espera sentada en una fosa con la esperanza de que saquen los restos de su padre. Ya estamos teniendo que recurrir a nietos y bisnietos, y ese vínculo emocional se va perdiendo. Y en segundo lugar, el reconocimiento. Las víctimas también necesitan un reconocimiento moral, por eso el Gobierno de España ha impulsado este tipo de certificados a los familiares donde se reconoce que han sido víctimas.

"He recibido llamadas contándome que jóvenes de bachillerato lanzaban soflamas en contra de la búsqueda de los desaparecidos"

También creo que hay que profundizar mucho en la educación. Estamos atravesando un momento en que se está cuestionando el valor de la democracia desde determinados sectores, y es importante reforzarlo. Que nuestros jóvenes sepan que ha costado mucho llegar a la pluralidad de los partidos políticos, a la diversidad, al poder opinar de manera diferente.

P. ¿Se están perdiendo los valores democráticos en los jóvenes?

R. En muchos casos es una cuestión de rebeldía, de moda, de llevarle la contraria a los adultos. Pero la mayoría de veces es falta de formación. He llegado a recibir llamadas de asociaciones de memoria histórica contándome que jóvenes de la ESO y de bachillerato imbuidos por ideas de extrema derecha lanzaban soflamas en contra de la búsqueda de los desaparecidos, y cuando se les ha llevado a una exhumación y han visto con sus propios ojos la situación, han cambiado de parecer.

P. Otro de los objetivos de este servicio es asesorar a los Ayuntamientos de la provincia acerca de estas leyes. ¿Cuáles son las dudas más recurrentes que suelen tener los Ayuntamientos?

R. Las dudas más recurrentes son sobre simbología, si el nombre de una calle, por ejemplo, debe o no debe pervivir. O sobre determinados símbolos de la dictadura. Para eso está el catálogo de vestigios que han elaborado las dos Diputaciones.

P. Para terminar, ¿qué esperas de este servicio y cómo está siendo acogido?

R. La sociedad civil lo ha acogido con mucho agrado porque estoy recibiendo multitud de peticiones: reuniones, entrevistas, llamadas, solicitudes... Es un proyecto tremendamente apasionante y espero que consigamos los resultados que esperamos.