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La doble negociación del PSOE: "Prioridad" a Sumar y acuerdo de legislatura con los socios
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La discreción será clave

La doble negociación del PSOE: "Prioridad" a Sumar y acuerdo de legislatura con los socios

Los socialistas trasladan a la semana después del puente del 12 de octubre las conversaciones sobre medidas concretas, después de una primera ronda para establecer el marco

Foto: Pedro Sánchez, con Aitor Esteban, en su reunión en el Congreso. (EFE/Zipi)
Pedro Sánchez, con Aitor Esteban, en su reunión en el Congreso. (EFE/Zipi)

El camino hacia la investidura de Pedro Sánchez tendrá su prueba de fuego la próxima semana, después del puente del 12 de octubre. Y en ese camino, los negociadores socialistas tendrán que compaginar una doble negociación. De un lado, avanzarán en los contactos con Sumar para cerrar el programa de la coalición. Ambos socios se han dado hasta el final de octubre para completar esta tarea, que es "prioritaria" para el PSOE y que luego dará paso al reparto de carteras en un nuevo Ejecutivo. Al mismo tiempo, el equipo designado por Sánchez deberá ir cerrando los acuerdos con los distintos socios necesarios para investir al actual presidente en funciones y hacer viable una legislatura de cuatro años, que es el objetivo que se marcan en Ferraz.

La ronda de contactos que comenzó la pasada semana con Yolanda Díaz se extenderá hasta este viernes, pero se trata de una serie de reuniones casi protocolarias. El objetivo es establecer "el marco", dijo Patxi López el martes en el Congreso. Es el propio Pedro Sánchez quien está protagonizando estos encuentros, pero lo lógico es que el protagonismo vire hacia el equipo de negociadores seleccionado por el secretario general socialista. Ahí están clásicos como los ministros Félix Bolaños y María Jesús Montero o el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. Pero también incorporaciones llamativas, como Óscar Puente, el paladín elegido por Sánchez para confrontar a Alberto Núñez Feijóo en su investidura fallida, y José Ramón Gómez Besteiro, el preferido de Ferraz para ser candidato a las gallegas, que se prevén en unos meses.

Foto: Patxi López, portavoz parlamentario del PSOE, en el Congreso. (EFE/Zipi)

El mensaje de los socialistas desde los primeros compases de esta XV Legislatura es claro. Si en el anterior mandato había que negociar las leyes palmo a palmo, en este será todavía más complicado. En primer lugar, porque se suma un nuevo partido con quien negociar, que es Junts per Catalunya. Hay que tener en cuenta los asuntos que se quedaron en el tintero de los socios por el adelanto electoral del pasado 23 de julio. Tiene sentido, con ese escenario, que el PSOE se haya inclinado por alcanzar un acuerdo de investidura que haga más fácil ir cumpliendo los hitos que plantean sus socios potenciales. "Así es más sencillo", explican fuentes socialistas, que inciden en que las medidas que proponen los socios en las negociaciones tienen un horizonte temporal superior a un año y lo más probable es que tengan "reflejo presupuestario".

Esta voluntad incluye el diseño de hasta tres proyectos de presupuestos generales del Estado, por lo que tiene sentido que María Jesús Montero haya participado en las reuniones de esta primera ronda. Hay propuestas ya conocidas, como la inversión en infraestructuras que piden los nacionalistas catalanes, que deben salir de las cuentas estatales, ya sea a partir de fondos propios o europeos. También debe ser la titular del Ministerio de Hacienda quien encabece uno de los retos que se prevén en los albores de la legislatura, la reforma del modelo de financiación, que lleva una década caducado. Y que tiene a varias comunidades en pie de guerra por sus problemas de infrafinanciación.

El acuerdo irá aparejado a una agenda legislativa y a medidas con "reflejo presupuestario"

Lo que parece claro es que las negociaciones entrarán en una fase clave a partir del próximo lunes 16 de octubre. No hace tanto, se llegó a plantear esa semana para el debate de investidura de Pedro Sánchez, que ya no será antes de noviembre. El presidente del Gobierno acudirá a la jura de la Constitución de la princesa Leonor como jefe del Ejecutivo en funciones y nadie en el PSOE se atreve a dar una fecha. Ni Félix Bolaños ni Patxi López se han movido de la fecha del 27 de noviembre, que es el límite para que haya una investidura antes de la disolución automática de las Cortes. Esto no significa que los planes de Ferraz pasen por apurar los plazos y todo hace indicar que la voluntad es no agotar el calendario, pero la complejidad de la doble negociación anticipa un camino complicado para los socialistas.

En esa nueva fase, la discreción será la tónica general. Lo dejó claro Aitor Esteban el martes en el Congreso, cuando avisó que el PNV no tiene intención de detallar cómo evolucionan las conversaciones cuando entren en la parte más crítica. Patxi López le cogió el relevo a su paisano en la sala de prensa de la Cámara Baja y adoptó su misma posición. En el PSOE, tienen el convencimiento de que la discreción es la fórmula que les permitirá alcanzar un nuevo acuerdo de legislatura.

Ya lo pusieron en práctica durante la negociación de la Mesa y lograron, con éxito, elegir a Francina Armengol tercera autoridad del Estado. Entonces, los detalles salieron de algunos socios, nunca del PSOE y tampoco del PNV. Y es lo esperable. Además, en el PSOE tienen en cuenta que los partidos que soportan el Gobierno de Pedro Sánchez compiten entre sí en sus territorios. Es lo que les ocurre a los jeltzales con EH Bildu y a ERC con Junts. "Nadie quiere firmar el último", apunta una fuente de Ferraz para dar cuenta de esta pugna, que se deja ver incluso en el protocolo.

En la citada negociación para hacer presidenta del Congreso a la expresidenta balear, Junts y ERC pelearon por dejar claro quién arrancó al PSOE el compromiso de permitir el uso de los idiomas cooficiales en la carrera de San Jerónimo. Entre los nacionalistas vascos, además, la previsión es que la división se agrande según se acerque la fecha de las elecciones autonómicas, que serán, como tarde, en julio. La previsión es que se adelanten, como las gallegas, por lo que los socialistas incluso han activado sus primarias para elegir candidatos.

El camino hacia la investidura de Pedro Sánchez tendrá su prueba de fuego la próxima semana, después del puente del 12 de octubre. Y en ese camino, los negociadores socialistas tendrán que compaginar una doble negociación. De un lado, avanzarán en los contactos con Sumar para cerrar el programa de la coalición. Ambos socios se han dado hasta el final de octubre para completar esta tarea, que es "prioritaria" para el PSOE y que luego dará paso al reparto de carteras en un nuevo Ejecutivo. Al mismo tiempo, el equipo designado por Sánchez deberá ir cerrando los acuerdos con los distintos socios necesarios para investir al actual presidente en funciones y hacer viable una legislatura de cuatro años, que es el objetivo que se marcan en Ferraz.

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