El otro 'chico de Alberto' que teje los discursos "ganadores" de Feijóo

Alberto Núñez Feijóo ha vivido esta semana uno de los capítulos más trascendentales de su larga trayectoria política. Pese a que la derrota estaba escrita desde hace meses, el gallego se subió a la tribuna para explicar por qué él y no Sánchez debería tener las llaves de la Moncloa. Un discurso vital que, sin embargo, preparó como en los viejos tiempos, rodeado de su estrecho núcleo de colaboradores, los fieles que también compraron solo un billete de ida de Galicia a Madrid. Sobre la guardia pretoriana de Feijóo se han escrito muchas páginas desde su aterrizaje en la capital. Marta Varela —directora de gabinete—, Álvaro Pérez —coordinador parlamentario— o Mar Sánchez —responsable del área de proyección e imagen—, entre otros, escoltan habitualmente al presidente del PP. Pero hay un "gran desconocido" que también ha jugado un papel clave en la investidura de Feijóo. Uno de los primeros "chicos de Alberto". Dio un paso al lado en 2020, aunque en realidad "nunca se ha ido".

Lucas Martinón-Torres (Ourense, 1980) es "el miembro más misterioso" del equipo de Feijóo. Los que le conocen aseguran que nunca quiso notoriedad. No huye de los focos, pero prefiere no estar en el primer plano, sobre todo desde que decidió dar el salto a la empresa privada. Es "el chico de las buenas ideas", el responsable de los discursos "ganadores" que llevaron a Feijóo a conquistar su primera mayoría absoluta en Galicia y que ha mantenido una estrecha colaboración con el líder gallego durante su periplo nacional. El presidente de los populares no quiso prescindir de esa "chispa" para elaborar el que posiblemente haya sido su discurso más importante. Según diversas fuentes populares, Martinón se ha mantenido "activo", enviando "papeles, ideas y sugerencias" a su exjefe en las últimas semanas. Y se subió a la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados para observar el resultado.

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Feijóo no lo tenía fácil. El golpe del 23-J dejó al líder "desorientado". El PP ganó las elecciones con 137 escaños, pero la posibilidad de llegar a la Moncloa se disipó tan pronto como se conocieron los resultados definitivos de las urnas. No había suma posible, ni siquiera con Vox. Aun así, el líder popular siempre tuvo claro que debía intentar una investidura. Aunque resultase fallida. La determinación del gallego sembró dudas en las filas de los populares, con sectores que advertían que exponerse como flanco fácil en la Cámara Baja sin visos de éxito no haría sino ahondar en el desgaste de su liderazgo.

Pero donde el resto veía riesgos, Feijóo oteó una oportunidad para exponer su "alternativa" sin interrupciones y sentar las bases para el futuro. Bien como primer acto de campaña, sin perder de vista la posibilidad de que las urnas vuelvan a abrirse el 14 de enero; o bien como primer discurso del jefe de una oposición "demoledora" contra Sánchez, al que le persigue el lastre de la amnistía y las prebendas al independentismo catalán. El líder del PP no defraudó a los suyos. Todo el partido, tanto el ala dura como el sector más moderado cerró filas con una primera intervención "soberbia" y unas réplicas en las que el gallego se mantuvo "incombustible" frente a los zarpazos del resto de fuerzas. Y Feijóo no se separó de su círculo de colaboradores en toda la semana.

Más allá del comité de dirección, Feijóo cuenta con una breve lista de colaboradores en los que confía "con los ojos cerrados". Y Lucas Martinón es uno de ellos. Se subió al barco del líder gallego hace casi dos décadas, cuando solo tenía 25 años. Feijóo ocupaba aún el frío asiento de la oposición, y le quedaban cuatro años para hacerse con la primera mayoría absoluta que selló en 2009. Aquel joven ourensano, junto a Mar Sánchez, Álvaro Pérez o Luis de la Matta, fue uno de los fieles que le acompañó en ese proceso. La "discreción" era su mantra entonces y ahora. Pero su trabajo entre bambalinas fue clave para explotar el lado más político del 'tecnócrata' Feijóo, llevarle a ganar elecciones y mantenerle en lo más alto.

Más allá de su currículum de asesor del líder popular, Martinón juró en 2012 el cargo de director general de Comunicación de la Xunta el mismo día que Mar Sánchez hizo lo propio como secretaria general de medios en Galicia. Posteriormente, y aunque participó en todas las campañas electorales del presidente gallego, desempeñó el puesto de director adjunto de las campañas de 2016 y 2020 junto a Miguel Tellado, hoy ungido como todopoderoso vicesecretario de Organización en el 13 de Génova.

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Aunque procede de una familia de médicos, al asesor ourensano le picó el bicho de la política, a la que está ligado también en el ámbito personal por su matrimonio con Fabiola García, la conselleira de Política Social de la Xunta. "Él nunca quiso eternizarse", dicen lo que les conocen. Pero tampoco supo nunca cómo despegarse del todo. "Es un veneno peligroso", ironizan voces del PPdeG. En 2020 dio un paso al lado de manera oficial. Cesó de sus cargos a petición propia para dedicarse a la consultoría de estrategia y comunicación como profesional independiente. "Muchísimas gracias y hasta siempre", pronunció entonces. Pero nunca desapareció del radar.

Pese a su retirada, Martinón ha acompañado al líder popular en algunos de los grandes actos del partido, como el gran mitin que abarrotó la Plaza de Toros de Pontevedra el pasado 9 de julio y que se convirtió en uno de los más multitudinarios de la campaña del 23-J. La pluma del periodista ourensano ha seguido tras los discursos de mayor relumbrón del mandatario gallego, y la investidura del dirigente popular no ha sido una excepción. "Si Feijóo le llama, él acude. Siempre será el hombre del presidente".