Génova espera una ola de "presiones" para regalar la abstención a Sánchez: "Es imposible"

El PP afronta la tercera y última jornada de la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo con moral de victoria. El fracaso está más que asumido y, si no hay sorpresas, Alberto Núñez Feijóo saldrá del Congreso con los mismos 172 votos con los que entró. En Génova no esconden su satisfacción por los hitos que, pese a la derrota, ha logrado el líder popular durante su primera experiencia parlamentaria. El partido sale de la investidura "unido" por la "soberbia" intervención del gallego, que ha "retratado a todos" con la amnistía como contexto. El telón del Congreso caerá este viernes y la formación trabaja ya en el día después. La oportunidad de Pedro Sánchez comienza a encarrilarse y Génova se prepara para un aluvión de "presiones" que facilite la victoria del socialista para que no dependa de los votos de Junts.

En realidad, el melón lo ha abierto un miembro de sus propias filas. Nacho Martín Blanco, número uno del PP por Barcelona, evitó descartar el escenario de una abstención de Feijóo en la investidura de Sánchez. "Ya veremos a partir de la semana que viene", se limitó a asegurar cuando fue preguntado por esa posibilidad en una entrevista en TV3. Fuentes cercanas al diputado popular aclaran que respondió de ese modo a la cuestión "por prudencia" al desconocer la posición de la dirección popular al respecto, y niegan discrepancias con la cúpula. Por si acaso, en Génova zanjan las dudas. "No hay debate. Es imposible", aseguran. "Sería un suicidio", apuntalan otras voces de la dirección.

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Con todo, las fuentes consultadas asumen que, en las próximas semanas, la presión "mediática, política e, incluso, empresarial" será una constante que el líder popular deberá capear. Y que la tesis que agitará el PSOE para sacudirse de las críticas de los populares por la negociación con Junts será, precisamente, la de que Feijóo se abstenga para eludir esa vía. Pero en Génova aseguran que no se moverán un ápice del rechazo frontal a ese escenario. Recuerdan en este punto que el presidente del PP ya ofreció a Sánchez un gran acuerdo entre los dos grandes partidos para que Feijóo, como representante de la lista más votada el 23-J, gobernase durante dos años. Pero el secretario general del PSOE nunca llegó a valorar esa opción.

Tras la investidura fallida de Feijóo, el PP abonará el terreno para volver a las urnas como mal menor ante la posibilidad de que Sánchez "negocie con el Estado de derecho" y pacte la amnistía con el independentismo catalán, a lo que aseguran que seguirá la exigencia de la autodeterminación. No en vano, este miércoles ERC y Junts han pactado no apoyar la investidura de Sánchez si no acepta no solo la tramitación de una ley de amnistía, sino también "hacer efectivas las condiciones para celebrar un referéndum". Con todo, los populares dan por hecho que el jefe del Ejecutivo en funciones logrará un trato que le eleve a la Moncloa, pero se preparan para una oposición "demoledora" a esa posibilidad.

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En el partido aseguran que harán uso de todos los resortes a su alcance para tratar de dinamitar el pacto con Carles Puigdemont y canalizar el descontento social que abarrotó la avenida Felipe II de Madrid el pasado domingo. El PP tendrá oportunidad de volver a exhibir músculo en la calle contra Sánchez y la amnistía dentro de poco más de una semana, en la manifestación que Sociedad Civil Catalana (SCC) celebrará en Barcelona. En la dirección del partido confirman que, en principio, Alberto Núñez Feijóo tiene previsto asistir a una protesta a la que también se enviará a una parte de la comitiva de Génova. Isabel Díaz Ayuso confirmó su asistencia hace semanas, igual que Santiago Abascal y el resto de la cúpula de Vox.

El PP cuenta, además, con una mayoría absoluta en el Senado con la que tratará de obstaculizar las leyes que lleguen desde el Congreso, y preparan ya una respuesta jurídica a la posible tramitación de una ley de amnistía que elevarán también a instancias europeas. El objetivo pasa por ejercer una "oposición dura" a Sánchez que le impida llevar a término su investidura o, al menos, siente las bases de una legislatura corta del dirigente socialista.

Opinión

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En cualquier caso, el PP afrontará esta nueva etapa tras la investidura "unido". Pese a que en un principio había dudas internas sobre la idoneidad de ir a una investidura fallida, todo el partido cierra filas con el resultado de la decisión. Tras el 23-J, comenta un miembro de la cúpula, "Feijóo estuvo desorientado, con muchos problemas para explicar su proyecto frente al de Sánchez. Pero, con la investidura, ha recuperado esa imagen de solvencia frente al caos". Tras varios meses de "vaivenes" y "ruido", la formación secunda al dirigente sin fisuras, incluso aunque ese periplo le lleve, de momento, a encabezar la oposición. "Hay líder para años".