Granizos como mandarinas en un pueblo de Albacete: los estragos que ha dejado la granizada en Villatoya

• Riesgo de una nueva DANA tras la borrasca: así podría afectar a España
• ¿Qué es la DANA? Este es el significado exacto de las siglas de este fenómeno

Durante la tarde del domingo 17 de septiembre, decenas de municipios españoles sufrieron un episodio de duras granizadas con pedriscos de más de cinco centímetros. La provincia de Albacete, que se encontraba en alerta naranja por fuertes precipitaciones y tormentas, fue una de las más castigadas por el granizo.

Villatoya fue uno de los municipios donde más impresionante resultó la granizada. Situado en pleno Valle del Cabriel, este municipio albacetense vio a primera hora de la tarde cómo sus calles quedaban cubiertas por un manto blanco de hielo. Las imágenes de la granizada, compartidas en las redes sociales, muestran cómo cayeron pedriscos del tamaño de mandarinas.

En uno de los vídeos de Villatoya, grabado por Víctor García y compartido en la cuenta de Twitter de Meteo Hellin, se puede ver cómo la granizada hace estragos en la piscina municipal. En pocos minutos, la cubierta de la piscina no aguantó el embate del granizo y quedó completamente agujereada.

Carreteras llenas de granizo

Tras la granizada, las carreteras de acceso a Villatoya quedaron cubiertas de granizo, dificultando la circulación de vehículos. Esa misma tormenta afectó con gran cantidad de lluvia a municipios como Chinchilla de Montearagón o la propia capital, cayendo más de 15 litros por metro cuadrado en menos de una hora.

Castilla-La Mancha es una de las comunidades en las que, junto con Andalucía, Aragón, Cataluña, Galicia, Navarra, País Vasco, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana, había activa una alerta por precipitaciones este fin de semana. El pronóstico meteorológico se cumplió, y la DANA descargó con fuerza en casi toda la Península.

El mismo conjunto de nubes que descargó la gran granizada en Villatoya fue desplazándose hacia la Plana de Utiel-Requena, en la Comunidad Valenciana. A su paso, cubrió cientos de hectáreas de viñedos con un manto de piedras de hielo, justo a las puertas de la vendimia.